13

873 61 1
                                    

—Narra Lisa—

— ¿Y tú? ¿Siempre quisiste ser actriz?

— Realmente nunca me dieron opción —dijo, encantada por el roce del brazo de Lisa. —Nuestra madre nos puso a Helena y a mí en anuncios publicitarios antes de que pudiéramos andar, así que no conocí nada mejor. Crecí en Seul. Mi madre solía ser actriz, no un gran nombre pero tenía trabajo estable y se las

Ingeniaba para no tener deudas. Estaba a punto de abrirse camino cuando llegamos nosotras; el resultado de una noche de borrachera con un extraño. El gran papel que había estado esperando toda su vida se lo dieron a otra persona cuando se enteraron de que estaba embarazada, y creo que nunca nos perdonó por eso, así que, en vez de eso, empezó a hacer dinero con nosotras. —Había un destello de ira en los ojos de Jennie. —Ya sé que eso suena duro, pero nunca has conocido a mi madre; es la madre de Hollywood de la cabeza a los pies. Los gemelos eran muy populares en publicidad en aquel momento y la agencia que ella utilizaba tenía mucho trabajo para nosotras. Pañales, marcas de ropa, juguetes... Por supuesto, había leyes estrictas sobre cuánto tiempo se le permitía a un bebé o a un niño pequeño estar en un set de rodaje, pero el caso es que el trabajo nunca paraba ni cuando las cámaras dejaban de grabar. Cuando teníamos cuatro años, nos llevó a clases de actuación y baile después de rodar. No recuerdo haber tenido nunca tiempo para mí. Seguía entrando trabajo y nunca nos dio un descanso. —Se encogió de hombros. —Pero mira, aquí estoy ahora, con una carrera estable como actriz.

Lisa le apretó más fuerte el brazo.

— Jesús, eso apesta, no puede haber sido fácil.

— Echando la vista atrás, lo que nuestra madre hizo estuvo mal —dijo. —Yo nunca le robaría a ninguno de mis hijos su infancia si alguna vez me convierto en madre. Pero como dijiste – cuando eres un niño, simplemente lo aceptas y tampoco era que yo estuviera abatida. Recuerdo que me gustaba toda la atención que tenía. Cuando teníamos cinco años, Helena y yo conseguimos un papel en una comedia en televisión, haciendo el mismo personaje, así que siempre estábamos ella o yo en plató.

— Si mi madre aún no se había dado cuenta de que esas niñas gemelas rubias tan monas eran una mina de oro en Seul, entonces lo hizo. Después de esa comedia, que duró cinco años, nos llevó a audiciones, y conseguimos otro papel haciendo de la misma niña. Helena y yo odiábamos estar separadas. Fuimos educadas en casa pero nunca nos quejamos, porque eso por lo menos nos permitía estar juntas durante las horas de estudio. Para cuando tuvimos quince años, estábamos en los platós la mayor parte del tiempo y solo pasábamos tiempo con adultos. —Jennie levantó la mirada hacia Lisa. —Así que no, no fue una opción, pero ahora sí la tengo. Y el caso es que me gusta actuar y no sabría hacer otra cosa.

— Bueno, eres bastante buena en eso. Cruzaron el aparcamiento y Lisa le abrió la puerta. Lo sentía por ella, saber que nunca había podido tomar sus propias decisiones, pero también la admiraba por ser una persona tan decente y amable, a pesar de su loca niñez. Había mucho más que quería saber sobre esta mujer a quien encontraba cautivadora, pero la gente ya empezaba a entrar en el estudio 1, así que decidió dejar el resto de las preguntas para otro momento.

— Venga, vamos a buscar algo de ropa.

Jennie estaba tumbada en el suelo, sintiéndose agradablemente cansada. Lisa había tenido razón; la sesión que habían realizado en la playa era realmente solo un estiramiento comparado con esto. Era la primera vez en su vida que hacía una clase en grupo y se sentía increíble estar entre otras personas normales haciendo lo mismo y lo normal.

Siempre lo había hecho todo en privado – instructores de deportes privados, tutores privados, chóferes privados – y nunca se había dado cuenta de lo aislada que había estado hasta ahora. Solo estar aquí tumbada, al lado de otros alumnos le hacía sentir ser parte de algo, y eso era increíblemente excitante.

Mar De Amor [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora