Capítulo 2

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          –¿Estás lista?

La voz de Chris había interrumpido mis pensamientos, me había quedado absorta mirando el peine plateado que acababa de usar.
 
Ni me acordaba ya de lo que rondaba por mi mente en esos momentos.
 
Guardé el peine y levanté la vista, Chris había abierto un poco la puerta del baño para sacar la cabeza y hablarme, por lo visto no hay privacidad en este piso. Le sonreí levemente y asentí.
 
          – Un momento. – Es lo que le dije mientras desvié mi mirada de él para centrarla en el espejo que tenía delante. Me eché un par de veces colonia, de mi favorita, para que me diera suerte, y me observé en el espejo unos segundos antes de abrir del todo la puerta. – Ya estoy.
 
Como yo me estaba preparando en el baño que había en mi cuarto, Chris había tenido que entrar también. No iba a decir nada, y menos ahora con mi hermana, pero ya las cosas estaban pasando a otro nivel al que yo no quería llegar.
 
Una cosa era compartir piso con mi hermana y Chris, por petición de nuestros padres, ya que así no estaríamos con extraños. Pero otra cosa era que en los tres días que llevaba viviendo aquí me diera cuenta de que nadie sabe tocar a las puertas ni nada parecido.
 
Podría parecer una tontería, pero siempre había sido muy cerrada con lo mío, no me gustaba que cualquiera pudiera ver mi habitación o tocar mis cosas. Eran pequeñas manías que, si todo seguía así, las tendría que superar.
 
Al cruzar mi cuarto cogí el bolso negro que estaba sobre la cama, menos mal que lo había preparado la noche anterior; y mi móvil, que estaba a su lado, el cual metí en mi bolsillo trasero del vaquero.
 
Al llegar los dos al salón vi a Olivia, mi hermana, esperándonos. Al vernos ella se levantó del sofá en el que estaba sentada y cogió también sus cosas.
 
         – Ya era hora. – Olivia acercó un poco a nosotros, mientras hablaba. –  Lo que me faltaba era llegar tarde el primer día.
 
Mi hermana se había vestido con una falda corta de un tejido parecido al cuero, pero de color beige, al igual que su bolso. También llevaba un top negro de media manga, cubría toda la piel de su cuerpo, menos una pequeña franja de cintura que se dejaba ver entre la falda y el top. Había acompañado a su outfit con unos botines negros.
 
Ella solía vestir con más blanco y negro. Sin embargo, se ve que hoy había elegido algo más marrón, que con su pelo castaño lacio coordinaba perfectamente. En cambio, yo era más de vestir con colores. Hoy todo era un poco distinto.
 
Nunca había entendido como tenía esa facilidad para vestirse bien en poco tiempo, y no lo diría nunca en voz alta, pero siempre estaba fabulosa. Yo me había tirado toda la noche pensando en que me pondría hoy y así esta mañana no tardar mucho. No solía dedicar tanto tiempo en la ropa, pero quería causar buena primera impresión.
 
Después de ver meticulosamente la ropa que llevaba mi hermana, estaba dispuesta a caminar hacia la puerta para irnos ya, pero noté como la mano de Chris rodeaba mi cintura y me pegaba a él.
 
          – Estás muy guapa. – Susurró en mi pelo antes de dejar un beso sobre él. –Como siempre.
 
Pues claro que estoy guapa.
 
No me había tirado media noche pensando en que ponerme hoy para nada.
 
Después de rebuscar por el armario quinientas veces, había optado por una camisa blanca que a nivel de la cintura desaparecía al estar metida en los vaqueros largos negros. Un cinturón negro alrededor de los vaqueros y unas converse, también negras, en mis pies. Me había puesto una cinta blanca en el pelo para evitar que, al tenerlo suelto, me tapara la vista. Por último, unas gafas de sol que había colgado en la camisa, por si necesitaba usarlas.
 
          – Gracias. – Le respondí sin mirarle a él, sino a mi hermana, que estaba atenta a mis movimientos, pero para decir las dos últimas palabras sí lo miré, sonriéndole durante unos segundos de una forma amplia y algo forzada. – Anda, vamos.
 
No me gustaba que fuera tan cariñoso conmigo, ni me gustaba tener que callarme y responderle bien. Sin embargo, me ahorraba problemas. Olivia era como una espía, más de una vez ya había ido contando a nuestros padres que le ponía malas caras a Chris, o que le respondía mal, o que le decía que me dejara en paz. De eso yo solo obtenía castigos, reproches y peleas.
 
Era algo que prefería ahorrarme.
 
De todas formas, Olivia estaba en otra carrera, en economía, así que no me vería, y Chris estaba ya en segundo de derecho. El problema es que le han quedado un par de asignaturas y en esas sí lo veré, pero en el resto estaré yo sola.

23:22 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora