Capítulo 21

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Pensaba que con la distancia todo se enfriaría, pero fue al contrario: Más lo echaba de menos.

Sobre todo después de esos últimos momentos que compartimos.

Constantemente pensaba en el roce de sus labios sobre los míos, en nuestras respiraciones entremezcladas. Al igual, cada vez que pensaba en ello acababa haciendo una mueca, para evitar pensar en lo que podría haber sido pero no fue.

De todas formas, intenté pasar mucho tiempo con mi hermano y Riley, como todos los años. Además de con mi hermana, creo que fue la primera navidad en la que no tuvimos peleas, y con Chris, que se mostraba afable por razones que no entendía.

A pesar de eso, no podía parar de pensar en que, ojalá estuviera el mosquito. Comentarios que él haría, su risa, su sonrisa de medio lado o cualquier insulto.

Si diciembre se me hizo duro, enero todavía más. Volví a mitad de mes para los exámenes finales, y estábamos tan cerca pero tampoco nos veíamos, porque teníamos que estudiar un montón.

Solamente coincidimos en el examen de "derecho romano", pero nos separaron de aulas y no pudimos más que vernos entre la multitud y a lo lejos.

Él estaba muy agobiado, entre los exámenes y el trabajo no tenía tiempo para nada. Menos mal que en un mes dejaría el trabajo y empezaría con las prácticas, por las cuales le pagaban.

Nos escribimos durante cada día, hablando de cosas absurdas y sin sentido, nada importante. Sin embargo, todos los días, como una tonta, miraba el móvil corriendo cuando sonaba, esperando su respuesta.

El 2 de febrero acabamos los exámenes, y el 2 de febrero quedamos para salir de fiesta.

No podía negarlo: Estaba ansiosa.

Había hablado con Egan y se iba a quedar a dormir en mi casa esa noche.

Lo escuché llegar al piso, hablando con mi hermana, mientras me acababa de maquillar. No lo escuché entrar en la habitación.

Yo estaba en el cuarto de baño, pintándome los labios con un rojo oscuro, cuando escuché su voz.

- ¿Es que no me has echado de menos?

Lo miré a través del espejo. Ya estaba arreglado, mi vista lo recorrió de los pies a la cabeza mientras cerraba el pintalabios.

Llevaba unos pantalones de traje negro, con una camisa blanca. Supuse que había traído chaqueta, pero que al entrar en la casa se la había quitado.

Su ropa le quedaba igual de bien que siempre.

Al llegar a su rostro me detuve más de lo que lo solía hacer. Solamente para confirmar que, efectivamente, todo estaba igual que antes.

Sus ojos que se veían oscuros por la iluminación también estaban fijados sobre los míos.

Estaba a punto de decirle que sí lo había echado de menos, cuando me interrumpió y se lo cargó todo.

- Hoy vas de mosca disfrazada, ¿no?

A pesar de que todo, había echado de menos ese tipo de comentarios.

Sonreí de una forma inconsciente, notando como se curvaban las comisuras de mis labios.

Dejé de mirarlo para echarme la colonia y acabar de arreglar mi vestido, colocándolo bien.

No solía vestir solamente de negro, pero hoy estaba enamorada con como iba.

Mi vestido era negro charol, sin mangas y bastante cortito, por eso tenía que ajustarlo de vez en cuando. Se quedaba pegado a mi, resaltando toda mi figura.

23:22 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora