Capítulo 30

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- ¿No podríamos haber cogido un taxi?

Preguntó mi hermana, tocando sus muslos como si llevaba cinco horas caminando en tacones. Yo la miré divertida.

- Pero si está aquí al lado.

Le había dicho a mi madre de hacer una cena tranquila en mi piso, pero ellos habían insistido en salir a algún restaurante de Madrid. A partir de ahí se lo había dejado a ellos, siempre conseguían reservas en sitios buenos.

Habíamos salido de la casa hacía cinco minutos, y tardaríamos otros cinco en llegar. No era mucho, ni siquiera para llevar tacones y vestido.

Era 18 de marzo, un día antes de mi cumpleaños, y parecía que ya se había ido ese frío invernal.

Dejé de mirar a mi hermana para mirar al chico que estaba a mi otro lado, a Egan. Iba pendiente de su móvil, estaba escribiendo algo en él. Había estado algo distraído desde que había llegado a por nosotras. Escribía de forma rápida, parecía casi molesto con el móvil.

Antes le había preguntado si le había pasado algo en el trabajo, me había contestado con un "ya sabes como son los turnos". No quise darle más vueltas, estaría agobiado.

Volví a centrar mi atención de nuevo en mi hermana. Había dejado de quejarse para mirar un escaparate de una tienda de bolsos mientras andábamos.

- Me quedaría bien ese rosa, ¿No crees?

Y así pasamos los siguientes minutos, hablando de aquel bolso y de con qué zapatos se los podría poner si se lo comprara. No me gustaba hablar durante horas de ropa, pero sí aguantaba una conversación como esta.

Al llegar frente al restaurante en el que se supone que ya estaba nuestra familia, me paré unos segundos.

Egan había guardado su móvil y me había dado la mano.

Eso me tranquilizaba.

Nos miré a los tres en el reflejo del cristal del lugar.

Mi hermana iba de negro, al igual que mi novio salvo por la camisa beige.

Yo había elegido un vestido que tenía todos los colores, aunque mayoritariamente era morado y cian. Mi pelo estaba recogido en un moño bajo, con unos broches con forma de flor blanca, minimalista.

Fue Olivia la que los vio en el interior, a pesar de que todavía no habíamos entrado. Egan y yo la seguimos hasta el interior. Allí el maître nos fue guiando.

La primera en vernos fue mi madre, que sonrió ampliamente mientras se levantaba, seguida de Gabriel.

A pesar de que hoy no era mi cumpleaños, me felicitaron mientras nos saludábamos. Cuando me acerqué a mi hermano para darle un beso en su mejilla, me tendió una tarjeta que había hecho a mano. Estaba pintada, y había dibujos y frases en francés.

- Joyex Anniversaire. - Feliz cumpleaños. Repitió lo que había escrito, pero en voz alta. - Je t'aime énormément. - Te quiero inmensamente.

Sonreí inconscientemente leyendo aquello y viendo su cara de alegría. "Yo te quiero más", le dije en contestación en francés mientras dejaba un par de besos sobre su frente y él se reía.

- ¿Más que a él?

Me preguntó en español, aunque le costaba hacerlo cada vez iba mejorando más. Al decir eso señaló a mi novio, ya nos estábamos sentado.

Su pregunta captó la atención de todos y yo miré a ambos, no pudiendo evitar reirme.

Adrián entornaba sus ojos, mirando a Egan que estaba a mi lado. Él lo miraba de vuelta, sonriendo por su ocurrencia.

23:22 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora