Para cuando llegué a mi piso de nuevo ya era algo tarde.
Había acabado pasando el resto de la tarde tratando de averiguar el camino de vuelta a casa, y tras coger dos autobuses que me llevaban de un sitio a otro, conseguí llegar a la parada que había en mi calle.
No podía negar que me había venido bien perderme, me había ayudado a distraerme y a conocer la ciudad en la que estaría viviendo durante todo este tiempo.
Pero yo sabía que la llegada a casa me iba a poner de los nervios.
Casi ni me dió tiempo de mirar el reloj al cerrar la puerta tras de mi, puesto que una voz me dejó paralizada.
- ¿Se puede saber en qué estabas pensando?
Chris no tardó ni dos segundos en llegar a la puerta desde donde quiera que estuviese. Tenía su móvil en una mano, y con la otra hacía gestos sin sentido, mientras exclamaba y preguntaba alzando la voz.
- ¿Para qué tienes un móvil? Más de veinte llamadas e incontables mensajes, ¡Y no puedes ni decirme "estoy bien"!
La verdad es que parecía histérico. Eran las siete y media de la tarde, según vi en la pantalla de su móvil, no es que me hubiera quedado dando vueltas de madrugada.
Aunque yo venía tan cansada que sí que lo parecía. El día había sido una mierda, y estaba destrozada física y mentalmente, no tenía ni tiempo ni ganas de discutir.
Dejé el bolso sobre la cajonera de la entrada, ignorando por unos segundos lo que me estaba diciendo. Cogí mi móvil y lo metí en mi bolsillo trasero.
Caminé unos pasos por el pasillo hasta llegar al punto en el que estaba Chris mirándome fijamente.
No sabía si decirle lo que pensaba realmente sobre esa actitud "sobre protectora" o si mentirle. Así que dudé durante unos segundos, manteniéndole la mirada.
- Ya me estás viendo, estoy bien, mi móvil se me ha quedado sin batería. Perdón.
Al final opté por la mentira.
Yo sabía que no le debía explicaciones, ni mucho menos una disculpa, pero odiaba pelearme tanto con él. Había sido mi amigo durante mucho tiempo, hasta que cambió.
Al ver cómo su expresión se relajaba supe que había hecho lo correcto, ya que mis expresiones también lo hicieron. Así yo no tendría que pelearme con nadie, ni él tendría que pasarlo mal, si es que lo pasaba realmente mal con estas situaciones.
Me dedicó una sonrisa, a la que yo correspondí de una forma sutil.
- De acuerdo, no pasa nada. - No había dejado de mantenerle la mirada, sentí como puso una mano en mi mejilla, acariciándomela con su pulgar. El hecho de que yo desviara mi vista y ladera mi cabeza no lo paró, por que siguió. - ¿Dónde estabas? ¿Con quién?
Me quedé en silencio, de fondo se escuchaba la televisión en la habitación de al lado. Seguramente mi hermana estaba en el salón, pero yo sabía que ahora no estaría pendiente de la película, sino de nuestra conversación.
Como siempre.
No quería responderle, ni que siguiera acariciando mi mejilla.
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23:22 [COMPLETA]
Romance¿Qué le puede faltar a una persona que tiene todo lo que desea casi al momento? Avery Moore lo tiene claro: Libertad. Carece de la cosa que más necesita y ansía. Ha hecho un pacto con sus padres: Estudiará este año derecho, y el siguiente podrá deja...