- ¡Vamos!
Exclamó Carla desde la distancia, tratando de llamar mi atención mediante unos gestos levantando sus brazos.
Al mirarla sonreí y caminé hacia ella, acelerando el paso para que no me tuviera que esperar mucho.
Me había quedado parada mirando una tienda, en cuyo escaparate había unos libros bastante interesantes. Tendría que volver algún día y comprar alguno que otro.
Era viernes y hacía sol.
Habíamos quedado, aprovechando el buen tiempo de principios de marzo para ir a "El retiro", un parque en el centro de Madrid. El resto ya estaban allí, Carla y yo íbamos un poco más tarde ya que habíamos parado a comprar algo de comida.
Al llegar hasta donde estaba ella, caminamos las dos por la calle, una al lado de la otra.
- Me alegro de que no te importe que salga con tu hermana, ella es importante para mi, y bueno, tú también.
Dijo mi amiga, pasando su brazo por mis hombros sin dejar de mirarme. Siempre con una sonrisa y esa expresión tan alegre.
Yo le devolví la sonrisa. Apenas habíamos hablado desde que vinieron a cenar a mi casa, pero entre nosotras todo seguía como antes. Tengo que admitir que era algo extraño encontrármela algunas mañanas en casa, pero me había acabado acostumbrando.
- Tú también me importas.
Le contesté, pasando mi mano por su espalda. Íbamos medio abrazadas.
Acabábamos de entrar por una de las grandes entradas del parque, se ve que estaban por aquí. No tuvimos que recorrer mucho, pronto los reconocimos en la lejanía.
Manu y Olivia estaban sentados en una manta que había sobre el césped, hablando de sus cosas y riéndose. Mientras tanto, Egan y Mario estaban de pie, con un balón entre sus pies. Se estaban peleando por la posesión del balón.
- Típico.
Comentó Carla a la vez que nos acercábamos al resto y nos separábamos la una de la otra.
Mi hermana se levantó para acercarse a nosotras. A mi me saludó alzando un poco la cabeza, a Carla con un beso. Manu hizo lo mismo que Olivia, saludarnos, obviamente sin besar a nadie.
Carla se sentó con ellos dos, rápidamente se había incorporado a la conversación. Yo, sin embargo, todavía no había acabado de saludar a todos.
Ni se habían dado cuenta de que habíamos venido, estaban tan centrado en ellos mismos que se podría caer un árbol y seguirían.
- He traído comida.
Dije, levantando un poco la voz para que me escucharan, y funcionó. Los dos levantaron su cabeza como suricatos y se me quedaron mirando.
- Eres la mejor, Av.
Comentó Mario, acercándose a mi para saludarme con un choque de nuestras manos. Se sentó con los demás, era Olivia la que se había llevado la comida a la manta.
Me pareció que comenzó una discusión con Carla ya que ella decía que también había traído la comida, pero no les presté atención. Ellos siempre estaban así.
Yo sonreí al ver la sonrisa de Egan al acercarse. Su pelo estaba algo alborotado y sus ojos fijos en mi.
- ¿Tú no vas a decirme que soy la mejor?
Le pregunté alzando una ceja, dándome cuenta de que ahora estaba muy cerca mía.
- Ya lo sabes, mosca.
Murmuró en mis labios antes de dejar un beso sobre ellos.
A veces sabía como desmantelarme con solo una frase.
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23:22 [COMPLETA]
Romance¿Qué le puede faltar a una persona que tiene todo lo que desea casi al momento? Avery Moore lo tiene claro: Libertad. Carece de la cosa que más necesita y ansía. Ha hecho un pacto con sus padres: Estudiará este año derecho, y el siguiente podrá deja...