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– Buen día, alumnos. Fui informado que el día de ayer un compañero rescató a dos gatitos de las cestas de basura –el profesor sonríe ampliamente–. El compañero que efectuó la obra pertenece a esta aula y creo que es necesario que sepamos quien es para que tomemos conciencia e imitemos la buenas obras de otros. Marcus, por favor, ponte de pie –le invita y este tan sorprendido como avergonzado se levanta–. El director ha decido darte un reconocimiento –emite abriendo su portafolio y extiende lo que parece ser una insignia–. Es un placa, minúscula en comparación con tu acción, pero nos ha enorgullecido mucho que les rescataras y adoptaras.

Marcus, le observa la mano perplejo y seguidamente resuenan los aplausos en el aula.

Con o sin reconocimiento, ha sido una buena obra –sonrío–. ¡Que bueno que los gatitos esten bien y ahora tenga un hogar! –me uno a mis compañeros efectuando aplausos.

El profesor, se acerca a Marcus y le dice algo en voz baja antes de colocarle la placa en su camiseta.

– Eso, mis estimados, es lo que se llama empatía y deseos de cambiar el mundo –comenta el profesor dandole dos toque en el hombro.

– Podrá ser una acción pequeña –añade Marcus levemente y todos fijamos nuestra atencion en él–, que puede cambiar o no al mundo, pero creanme cuando les digo que cambiara de manera positiva el mundo de aquel amiguito o amiguita que ayudemos y en el proceso tambien se transformará el nuestro –sonrie tiernamente.

– Que modesto –añade el profesor en un aludido.

Durante el receso, Marcus se encuentra aun mas rodeado por personas que antes.

– Los gatitos ya recibieron atención medica veterinaria –informa Amelia–. Presentaban un alto grado de anemia –frunce el ceño entristecida.

– Pero ya no sera asi –Corina le toca el hombro para animarla.

– Porque Marcus cambio sus mundos –dicen a una voz y vuelvo mi vista hacia Marcus quien avergonzado, sacude su cabeza y mueve sus manos en forma de negacion, rechazandole algo a una chica.

– Y ahora tienen un hogar –pronuncio sonriente.

Marcus siempre da de que hablar –consideré y tan solo una semana despues volvió a dar de que hablar, al ser la única persona en interponerse entre dos chicos que molestaban a otro.

Él, se aproxima a los chicos que hostigaban al otro y decidido, se transpone entre estos, pero luego se debate entre hacer y decir algo, y más pronto que tarde se arma de valor, tensa su mandíbula e imposta su voz mientras todos le observamos expectantes:

– Si ves como hostigan a alguien pero no haces nada mas que observar –hace una pausa ponderada y alza su vista con furor–, ¡Te vuelves complice! Y eso es simplemente repudiable –sentencia.

Pero como es que... –entreabro mis labios sorprendida ante la elección de sus palabras.

Los profesores se aproximan a ellos y llevan ante el consejo a los estudiantes brabucones, mientras Marcus se acerca al otro chico para decirle algo y ganarse nuevamente el respeto de muchos, quienes no dudan en acercársele.

Quiero ser valiente como tú, no te importó que pudiran agredirte a ti.

– Además de lindo y modesto se le suma lo valiente –añade una chica de la mesa de al lado.

– Es simplemente perfecto –expresa otra embelesada.

– Para el año proximo pedire quedar en la misma seccion que él –comenta una tercera.

En Saturno también se Aprecia el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora