Sometida

23. TURBULENS

23. TURBULENS

Salomé Boré

Sonrio y niego, antes de decidir rodear el auto, pero al ver que se queda parado en el mismo lugar viéndome con una mirada que me hiela por completo la sangre.

¿Como lo notó?

—¿Quieres que vayamos a un hospital para que veas que mi pie está perfecto?

Realmente espero que funcione y enserio deje el tema por la paz, ¿que le diré si me descubre?

—Ven hasta aquí, sobre tu pie izquierdo—Siento como si mi cuerpo estuviera ajeno a mi, y me mente dispara las alarmas. No puedo hacer eso.

Podría empeorar la punzada en mi tobillo y dejarme expuesta de todas maneras, niego y camino relajada hacia el, no puedo dejar que se de cuenta.

—Esta bien. Me caí, pero fue mi culpa—Digo llegando hasta el—Iba bajando del auto y fue un paso en falso, ¿Haremos de ello un drama?

—Si vuelves a mentirme, voy a ir directamente por la cabeza de quien determinen mis propias deducciones—Su tono es rudo, advertente y firme.

Sin más sube al auto y yo miro hacia allá, respiro profundamente y miro mis pies. Ni siquiera yo puedo procesar el hecho de lo más absurdo que ha podido pasarme.

Me subo en el copiloto y me pongo el cinturón mientras me empieza a avanzar, pongo las manos en mis piernas y juego con ellas para mitigar los nervios.

—Lo primero que se me viene a la mente es el niño bonito—Levanto la mirada y veo como una sonrisa sombría se esboza en sus labios—Es una cabeza que ansío conseguir.

—¡No!

Lo grito impulsivamente, no quiero que retrocedamos veinte pasos ahora que estamos bien, cierro los ojos y apoyo mi cabeza en el asiento dejando ir una fuerte respiración.

Si lo dejo hacer lo que quiera no va a suceder como conmigo, si toma las cosas a "su manera" no será como es actualmente, tiene muchas ganas de lastimar a Matteo.

—Hubo una pelea—Admito sin moverme, no quiero que profundice en el tema, porque hay si estaría contra la espada y la pared—Intente intervenir y di un traspié que termino lastimando un poco mi tobillo pero ya esta bien.

—Hubo una pelea—Chasquea la lengua varias veces, cuando lo miro veo que su expresion se endureció y no hay ni rastro de la furia que antes había, ahora es mucho peor. Porque no se que esta pensando.—Así que había otro ex.

—¿Que? ¡No! Para nada.

Se lo que hace, y empiezo a ponerme nerviosa, no quiero llevar a Elvis al centro de atención de Sade, es suficiente con que Matteo ya le esté "estorbando" para que también uno de mis mejores amigos acabe en peligro, que Sade ya no esta haciendolo frente a mi sin decoro y ni descaro no significa que dejo de hacerlo o de disfrutar hacerlo.

El sigue arrebatando vidas y un par más no son nada para el.

—Como era un amigo decidí intervenir, pero nada de otros ex, el único es...Matteo.—aprieto mi bolso rezando para que no preguntes más.

Ni siquiera sé si verdaderamente lo hace por preocupación o solo por lo mucho que quiere un motivo para herir a Matteo.

—Quiero que me digas con lujo de detalles, sobre la pelea.

—¿En serio te importa tanto que me haya caído para querer saberlo todo?—Debato queriendo no confundirme.

No confundir sus acciones y actitudes con otra cosa. Me gusta pensar que ambos estamos bien y lejos de esos sentimientos. De ESOS sentimientos que no precisan en nuestra situación.