18. NEDEVAKT

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18. NEDEVAKT

Salomé Boré

Despierto sintiendo mi cuerpo relajado, me estiro sin querer rozando con su cuerpo que en algún momento de la madrugada se alejó de mi.

Al girarme noto como luce, su cara contra la almohada me permite ver un lado de su rostro, sus pestañas negras y largas, sus labios carnosos y finos.

Sonrio y suspiro saliendo de la cama, caminando de cuclillas hasta salir de la habitacion, a medida que me acerco a la sala recuerdo que en la madrugada el me preparo un sándwich. ¿Que hacia despierto a esa hora?

—Buenos dias—Drake, con un traje pulcro al igual que una expresión serena me enfrenta en la sala.

—Buenos días, Drake—Contesto y pasa una mano por mi cabello.

—El teléfono fijo sonó hace un momento, Señorita Salomé, era su amigo Matteo—Me detengo rápidamente y le presto atención—Quería que supiera que había vuelto a la ciudad y que esperaría su llamada para quedar en verse.

¿Que harás ahora, señorita cambio?

Nada, iré a verme con un amigo, en algún momento de la semana y punto, Sade no puede prohibirme que lo vea, y ya se lo deje claro. No voy a hacer todo lo que el diga.

Claro.... tu no aprendes en definitiva.

—Gracias por decírmelo—Digo—Voy a ducharme y nos vamos a la universidad.

El asiente y yo vuelvo sobre mis pasos para regresar a la habitación, cuando cierro la puerta lo veo sentando en la cama, pasa sus manos por su cabello despeinado y me mira.

—Buenos dias—Digo caminando hacia la cama para sentarme en el borde de ella.

—¿Uju?—Inquiere cuando me le quedo mirando, hago una mueca y aprieto los labios.

—Tu... estas aquí—Recalco. Quiero que me diga porque regresó, y no es que me moleste, pero ni creo que mis palabras hayan sido las causantes de ello. —¿Por que?

Sus ojos lucen más apagados en la mañana, se ven de un gris más oscuro y vacío, sus mirada es entrecerrada y aparentemente no puede controlar su cabello.

—¿Tienes algún problema con ello?—Cuestiona apoyándose en el respaldo de la cama—Ven aquí.

Me quito mis pantuflas y subo por completo a la cama, gateando hasta estar entre sus piernas.

—No, pero—《anda, díselo》 —No lo esperaba.

—¿Necesitas una explicación para todo?—Toma mi mano y despacio me hace acomodarme hasta estar sentada en su regazo con mis piernas a cada lado de las suyas. —¿No puedo simplemente quedarme dormido en tu cama y punto?

Paso saliva y asiento, mi corazón poco a poco se acelera al igual que mi respiración falla volviéndose lenta pero irregular.

¿Tengo algún problema con ello? Ya hemos compartido cama, dormido en la misma cama, pero nunca como ayer.

—Puedes. Pero nunca pensé que después de lo de antes de ayer ibas a querer quedarte una noche conmigo—Admito finalmente con la mirada sobre los tatuajes de su pecho.

Es distinto a lo que pensé que vendría después de que dejo claro que lo haríamos a su manera, creí que sería más cruel, esperaba más maldad desmedida pero ayer me hizo pensar que era menos compadeciente cuando lo hacíamos "a mi manera"

El silencio que mantiene me hace verlo, alza una ceja con una expresión de burla e incredulidad.

—Nunca bajes la guardia con nadie, Søt Synd. Con nadie—Advierte—Y menos conmigo.

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