19. STYKKER
Salomé Boré
Despierto pegajosa, aún con la habitación a oscuras pero con la claridad empezando que colarse, sobre su pecho desnudo con una de mis piernas sobre su abdomen descubierto, una de sus manos en mi cintura.
¿Que hora es?
Me renuevo despacio para bajar de la cama, tengo que tomarme una ducha urgente. Miro mis muñecas a medida que me acerco al baño. No hay rastro de marcas.
Me tomo una ducha rápido y lavo mi pelo en el que encontré rastros de harina, la verdad es que ayer estaba hecha un desastre cuando termine de hacer el postre.
Salgo con una toalla envolviendo mi cabello y mi bata de baño, está tarde debo hacer el depósito a la cuenta de la señora que limpia el departamento en las tardes. Lo haré al salir de la universidad.
Detengo mis pasos en la habitación para verlo, dormido se ve completamente distinto, no luce como alguien intimidante, ni como alguien que puede acabarte con solo palabras.
Suelto un resoplido de disgusto y tomo camino hacia el clóset. Es solo alguien que no puede ver feliz a nadie más, que le fascina hacer sentir mal a los demás.
Por otra parte, luego de anoche, no pude estar despierta ni cinco minutos después de ese momento. Solo me libero y mis ojos se cerraron, lo cual está perfecto porque ahora me siento descansada y lista para comenzar un nuevo día.
Me pongo la ropa interior y dejo caer la bata en su lugar al igual que la toalla. Y voy a buscar la crema corporal.
—Uh—Un gruñido mañanero me hace voltear, y darme cuenta de que se encuentra sentado mirando en mi dirección. —¿A donde crees que vas?
—Tengo cosas que hacer—Contesto girandome tras tomar la crema corporal. Pensé aprovechar que estaba dormido pero el parece nunca estar dormido.
—¿A está hora?
—Si, a esta hora tengo que irme a la universidad.—Digo para volver al clóset y sentarme en el pequeño puf para empezar a aplicarme la crema corporal.
—Son pasado el medio día, ¿a dónde piensas ir?—Me detengo y levanto la cabeza hacia la puerta, antes de pararme y volver a la habitación a buscar mi celular, tomo su celular que es lo primero que veo y confirmo lo que dice—Ven.
—Pero...—Murmullo. ¿Por qué la habitación estaba tan a oscuras? ¿Quien cerró las cortinas?—¿No pudiste despertarme?
—No—Contesta. —Ven aquí—Repite en tono mandatario, dejo ir una gran bocanada de aire. Ya no tengo nada que hacer hasta que vaya a ir al ensayo de hoy en la tarde.
Dejo caer mis hombros y subo sobre la cama hasta estar al lado de él, pero toma mi muslos y me hace subir encima suyo, como los últimos días.
—Si vas a invitarme a comer, déjame declinar tu invitación amablemente—Aviso, no se ríe ni dice nada, más bien se encarga de tomar el tiro de mi sostén—Y tampoco quiero tener sexo contigo.
—No quiero tener sexo contigo—Responde dejando el tiro de mi sostén, lo estaba acomodando.—¿Que es lo que vas a pedir?
—¿A pedir cuando?—Pregunto con mis manos en mis piernas, aparte de la sabana, la única prenda que lo cubre es su boxer.
—¿No me harás recordarte todo lo que hablamos ayer o si?—Mi mente se esclarece y hago una pequeña cara de compresión. Ya. Nunca me dijo que lo había sorprendido o que que había gustado, además eso quedó en segundo plano ayer.
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Sometida
ChickLitDiría que tomo mis manos, que tal vez me dio una sonrisa, que quizás me invito a tomar un café o dar una caminata por el parque, pero estaría mintiendo y no me gusta mentir aunque por el haya tenido que empezar a hacerlo. Decir que me besó sin conoc...