26. QUARE

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26. QUARE

Salomé Boré

—¿Que haces aquí?—Me quita el teléfono de las manos y cuelga la llamada y deja mi teléfono en su pantalón.

Toma mi rostro y se acerca, su olor me embriaga, la mezcla de un suave pero atrayente olor me hace imposible no inhalar, pero mi miedo provoca que no pueda hacerlo.

—Vine a que me digas a la cara que no quieres pasar conmigo la noche.—Responde. —Dilo.

Retrocedo y pongo mi cabello sobre mis hombros disimuladamente y me abrazo a mi misma. No puedo sentirme distinta ahora, es miedo por Matteo y su ignorancia, miedo por nosotros y lo bien que estábamos desde que volvimos del viaje.

En el avión jugamos cartas. ¿Alguna vez estuvo tan relajado para jugar cartas?

—Estoy cansada y no creo que podamos hacer nada hoy.

—Sigues mintiendome—Suspira, como si de verdad le agotara esto, y me quedo plantada sin saber que decir.

Es la primera vez que demuestra un gesto tan genuino, mis labios tiemblan sintiendone peor. Mis mentiras.

—Sigues colmando mi jodida paciencia—Aprieta los dientes y niego.—Dilo.

—No quiero pasar la noche contigo—Murmuro cerrando los ojos.

Mis mejores noches son cuando lo tengo cerca, gracias a su cercanía aunque estoy en peligro me siento segura, el me ha mantenido sana y salva desde aquel atentado, no quiero admitirlo pero tenerlo a mi lado en las noches me ayuda a descansar mejor.

Pero no puedo arriesgarme a que note las marcas, Matteo se dejo llevar por el momento y no lo culpo pues tambien lo hice.

—Dímelo a la cara.

Tomo una gran bocanada de aire. Es por un bien mayor, se que le molesta la existencia de Matteo, pero hoy comprobé que sigo queriéndolo demasiado y aún si lo fuera así, no podría permitir que acabe con el.

Al subir la mirada para hacerle frente mi vista se nubla, no es nada como aquella vez, no fue como cuando lo conocí, siento que le fallé, que me fallé a mi misma al permitirme hacer esto.

Es horrible este sentimiento. ¿Cómo hay quien puede hacerlo y no sentirse tan asqueado como yo ahora mismo?

—No quiero...—Mi voz se pierde antes de poder continuar la oración—Pasar la noche contigo, vete de mi casa por favor.

Cuando quito la mirada siento como si la presión. No disminuyera. Por fin mostró una brecha de lo que siente y yo estoy mintiendo.

—¿Matteo Fonsi?—Dice antes de quitar mi pelo de mi hombro, intento cubrirme pero sostiene mi mano y la aleja.—Querido amigo, hijo y ex.

Mis piernas se debilitan al punto de que caigo sobre mis rodillas, un frio me cubre el cuerpo, algo que me hace estremecer y niego.

—Haré lo que quieras, te suplico, no lastimes a nadie—Murmullo—No paso nada, no es lo que crees.

—Tampoco será como crees.—Alzo mi vista y veo doble.

—Sade, por favor. No—Siento que me duele la cabeza de repente—No lo hagas.

Después de decir aquello todo me da vueltas, y de pronto se vuelve a oscuro.

🚬

Despierto estando en un lugar que no reconozco de inmediato, veo a Sade en una silla al fondo de la habitación mirándome fijamente.

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