09. Connum liguere
Al despertar la claridad golpeando mi rostro me devuelve a todo lo que paso ayer. No recuerdo en qué momento me quedé dormida pero sí que debo seguir intentando contactar con Sethy.
Me pongo de pie y encuentro mi celular viendo qué hora es. Bien. Si no responde tendré que irme y llamar a la policía.
Marco su número con la esperanza de que conteste y al tercer tono me rindo. Salgo de la habitación y bajo las escaleras con esperanzas de encontrar a Sade y explicarle la situación. Necesito irme.
—Buenos días—Dice sin mirarme, una vez más todos sus tatuajes están a la intemperie y su cuerpo esta sudado, pero no me centro en ello.
—Buenos días—Respondo.
Ayer, fue un detalle muy agradable de su parte tranquilizarme con esa pastilla, estaba tan nerviosa. Pase toda la tarde rezando e intentando contactar a Sethy, fue un calvario aquella sensación de incertidumbre y terror. Todo luego de conocerlo a él es una incertidumbre y temor.
—Quería agradecerte por ayudarme ayer en la noche. Estuve todo el día muy consternada—Admito llegando frente a el—También quiero que me lleves de vuelta a Alemania. Mi amiga no aparece desde antes de ayer y necesito dar parte a la policía.
—No. —Dice cortando mi oración antes de girarse y acercarse a la encimera de la cocina.
—¿No? Es por lo que estaba alterada ayer sino lo resuelvo no voy a estar tranquila, no voy a concentrarme en esto si ella sigue perdida—Replico y él se encoje de hombros.
—Tu amiguita no es tu hija, y quizás solo anda viviendo su vida ¿lo has pensado?
Lo hice. Pero la llamada con la vecina, que haya ignorado a Kynie, que no conteste mis llamadas. No creo que ella pueda hacerme algo así. No después de haberme notado tan mortificada respecto a todo.
—De todos modos, mañana es lunes y no puedo faltar a la universidad—El niega y toma un poco de un pan dulce que hay en una canasta.
—No vas a hacerlo. Nos iremos hoy, en la noche. —Indica—O quizás mañana temprano y te vaya a dejar a la universidad. No vas a faltar.
—¡No! No, prefiero que nos vayamos esta noche. No es necesario que nos quedemos hasta mañana
—Lo es. Si yo lo digo—Sentencia y cierro la boca para no empeorarlo más. Es un dictador—Empaca en una de las maletas que están en tu clóset ropa que consideres indispensable, y deja una parte aquí, no siempre estaremos aquí y vas a tener que usar lo que ya aprobé para esas ocasiones.
Muerdo mi labio para evitar contestar pidiendo explicaciones y asiento.
—Desayuna antes. —Dice—En tres horas tienes que estar lista, vamos a salir.
Sin más se marcha de la cocina dejándome sola con la encimera con distintos aperitivos. Todos de buena apariencia y olor. Mi estomago me pide comida por lo que no dudo en intentarlo. Si todo sale como él quiere, nada va a impedir que nos vayamos hoy mismo.
Desayuno liviano. Tomándome mi tiempo para analizar las cosas, me siento sola en esta maravillosa casa, recojo los trastos que utilizo y los llevo al lavavajillas dejándolos allí. Subo las escaleras viendo como Sade se pierde detrás de la puerta que me impidió pasar, no quiero averiguar que puede haber allí.
No estoy interesada en problemas.
Al llegar a la habitación decido tomarme un momento. Orar a Dios por todos estos días y pedir porque todo este bien.
ESTÁS LEYENDO
Sometida
ChickLitDiría que tomo mis manos, que tal vez me dio una sonrisa, que quizás me invito a tomar un café o dar una caminata por el parque, pero estaría mintiendo y no me gusta mentir aunque por el haya tenido que empezar a hacerlo. Decir que me besó sin conoc...