16. FØRSTE SKRITT

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16. Første skritt

Salomé Boré

—¿En serio estas bien? Escuche lo que paso después de que me fuera.—Asiento entrando a mi última clase—Vaya. No pensé que algo así pasaría aquí.

—Ni yo—Admito, con la mirada puesta en mi celular, estoy hablando con papá, desde ayer ha estado diciéndome que definitivamente el guardaespaldas estará conmigo esta misma tarde, intento convencerlo de que no es necesario.—¿Haz visto a Claude? No le he visto en todo el día.

—Con tu salvador—Responde el. Alzo la mirada para mirarlo y lo veo con la atención al frente, al mirar en la misma dirección me quedo sorprendida.

¿Otra vez?

Ayer, decidí quedarme con Sethy, ella se iría en la madrugada por lo que quise aprovechar todo lo que pude, no lo busqué y no recibí una llamada por parte de él. No quiero ni pensar que puede estar haciendo aquí.

Luce como ayer, no noto los tatuajes en su brazo y cuando lo detallo mejor veo que lleva las lentes de contacto, dejo ir una fuerte respiración y humedezco mis labios.

Termino por llegar a mi asiento regular para dejar mis cosas, para mi fortuna llamando la atención de mi amigo, me hace una señal de que me acerque mientras mantiene una conversación amena con Sade.

Me acerco a el y aprieto la mandíbula antes de llegar hasta estar entre ambos.

—Buenas tardes—Digo—Claude, te estuve buscando todo el día.—Informo y el castaño rodea mis hombros y yo lo miro mientras el me sonríe como es característico de el.

—Y yo a ti, ¿cómo estás con lo de ayer?—Frunzo el ceño y suspiro.

—Estoy bien—Repito y centro mi mira al frente, veo como mira el brazo de Claude en mi hombre y como sonrie y humedece sus labios, mi estomago se encoge y tomo la mano de Claude para quitarla de mi hombro antes de que ocurra una desgracia. No quiero que un amigo esté en peligro.

—Señorita Boré, la estuve esperando—Dice y acaricia su nariz con el dedo pulgar—Ayer, se quedó con mi celular.

—¿Si?—Inquiero confundida, intentando recordarlo. El asiente y se reincorpora alejándose del escritorio.

—Así es. ¿Cree que este en su auto o en su bolso?—No se si quiero hablar con el, pero lo que si estoy segura de no querer es de tener su celular.

—Los dejo,—Claude le tiende una mano a Sade y asiente—Ey, Bonita, nos vemos a la salida. Recuerda cuál ropa debes usar.

Asiento con una sonrisa, y me quedo sola con Sade, quien se acerca a mi, me cruzo de brazos y pongo unas mis manos sobre mi pecho.

—¿Es otra mentira? ¿O me usas de pretexto para volver y cometer una de las tuyas?—Mascullo con una sonrisa fingida.

—Mi celular—Pide en respuesta, asiento y voy hacia mi bolso para empezarlo a buscar, no esta. ¿Dónde entonces?

Y recuerdo una conversación que tuve con Sethy cuando estuvimos en el auto, dijo que sentía que le vibraba el trasero. Pero fue un instante. ¿Una llamada?

Cierro los ojos y contengo un gruñido, perfecto. Tendré que ir al auto.

Tomo mis cosas y me acerco de nuevo a el. Sonrie cin obviedad y triunfo, no se como se pudo pasar entregárselo.

—¿Vamos?—Inquiero.

Juntos abandonamos el Salón y en silencio recorremos el pasillo que nos lleva a la salida, no me molesto en mirarlo y menos en acercarme más de lo necesario a el. Sigo creyendo que el intento matarme, aún así no entiendo lucía tan alerta después del disparo, verdaderamente alerta a mi parecer. ¿Realmente lo planeo? ¿O verdaderamente me salvó sin pensarlo dos veces?

SometidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora