Cuando el mundo se cae

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Últimamente, he estado sintiendo que nada vale la pena, tengo sueño todo el tiempo y para colmo, me regañan por todo, es como si no tuviera un momento para respirar de una ajetreada rutina. Las clases se vuelven aburridas y mi cabeza se divaga por las nubes en busca de una nueva dimensión.

Suspiro por enésima vez mientras miro al profesor de ingles corregir el último trabajo que hice ¿Por qué mientras lo hace no me deja ir a jugar? Aunque tampoco tengo energía para ir.

-Midorima -Me mira por encima de sus anteojos, el trabajo estuvo fácil, así que dudo que encuentre un error -bien hecho

-ya lo sé, profesor, lo hice yo -gruño sin levantar la cabeza del escritorio

-señorita... ¿Qué pasa por su cabeza? -me preguntó notando mi desánimo

-que somos lo equivalente a un electrón en todo el universo gigante -contesté como si fuera lo más obvio y es que lo es, pero, hagamos el debate otro día

-eso no es cierto, pese a tener un trabajo casi perfecto, su caligrafía me dice que lo hizo como si fuera que no tenía ni fuerzas para levantar el lápiz -comentó serio mientras le daba otra ojeada al trabajo

-permítame ser maleducada -le respondí -¿En qué ayuda la tarea? Un idioma extra no digo nada, o sea, el inglés está bien, peeero, ¿Política? Hooombre, en esa cosa solo consiguen dominar los ricos, solo entras ahí para ser un peón de otro más poderoso que tú ¿Religión? ¿Qué sentido tiene si solo nos enseñan una? Son cosas así las que me hacen dudar del sistema educativo -protesté

-¿No eres muy jóven para preocuparte por estas cosas? -preguntó extrañado

-sí, si lo soy -contesté como si respondiera dos más dos (ahre, referencias vergas)

-Preocúpese de eso cuando sea mayor, después de todo, no creo que llegue a dedicarse a la política y esas cosas

-y no, pero por pensar nada se pierde -me encogí de hombros

-of course -respondió.

Me acosté a dormir la siesta luego de almorzar, estaba terriblemente cansada, los sueños y pesadillas rondaban en cada ciclo de sueño.

-Miran, levántate ya -Se quejó Shin-chan

-mmm ¿Qué sentido tiene? De todas formas, me levante o no, el mundo seguirá corriendo ¿A quién le afecta? -me quejé, él se pegó un manotazo en la frente y me asustó -oi, ¿Te dolió? -me acerqué a revisarlo

-solo estaba verificando si era real o no que mi hermana se volvió una treintañera con crísis existencial -contó rodando los ojos

-eso fue machista -le reclamé -pero pese a no tener 30 ya llegó la crísis existencial ¿Tiene siquiera sentido que vivamos?

-Miran... Te haces la misma pregunta todas las semanas -se quejó -si tanto dudas de que tu existencia valga la pena, muerete y verás cuantos lloran por tí

-eso fue cruel y no se le dice a la gente con depresión -regañé -nunca te dediques a la psicología -aconsejé y bajé a cenar.

-Papá, Miran actúa raro -soltó la zanahoria en medio de la comida, chin...

-puto -le murmuré

-y dice groserías -siguió

-soplón -le pateé por debajo de la mesa

-y es violenta -reclamó

-esos modales, señorita -interrumpió papá -no te hemos educado así

-Miran... ¿Tienes algún problema? ¿Tus profesores te dijeron algo? ¿Todo bien con tus amigos? ¿Y tu cuerpo? ¿Lo cuidas correctamente? -se preocupó mamá a medida que me revisaba de pies a cabeza

-si mamá, es solo que...

-le gusta molestarme -interrumpió Shin-chan

-¡Eres adoptado! -le grité ya sin paciencia

-hay más testigos que afirmarían que tú eres la adoptada, tal vez te cambiaron al nacer o, te golpeaste la cabeza, mamá no daría a luz a una idiota

-¿Quién me dejó caer? -le reclamé

-tal vez es por eso que eres así

-zanahoria parlante

-niña malcriada

-egocéntrico

-arrogante

-pesado

-tonta

-¡Ya basta! -mamá golpeó la mesa enojada mientras papá se levantaba de la mesa, huyendo de la mujer -ninguno de los dos es adoptado y, no aguanto más sus peleas, Shintarô, tú existes para cuidar de tu hermana y ser nuestro orgullo y tú Miran para alegrar nuestras vidas y para traer honor

-no saldré a cazar al ávatar -hice unos gestos de un digno maestro fuego

-al fin la arreglaste -cizañeó Shin-chan para mamá

-ustedes me dan dolor de cabeza -yendo detrás de papá. Shin-chan me pegó en la cabeza y también se fue arriba.

Bueno, al menos cuando el mundo se cae, sé que puedo tener a mi familia conmigo.

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Si yo tengo una crísis existencial de domingo, mis personajes también lo tendrán. Buenas noches.

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora