Confesión

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–Has elegido mal, Miran –Akashi se plantó frente a mi y parece que no había forma de moverlo, respiré hondo dispuesta a dar una vuelta y regresar, pero me agarró del brazo –. Los cachorros desobedientes deben ser corregidos –apretaba cada vez más, quería quejarme, dolía mucho, pero mi orgullo me obligaba a no hacerlo, pero mi cara se sentía caliente de ira

–Akashi Seijuuro, tú me obligaste a tomar un bando, te he obedecido por primera vez desde que te conozco ¿Y luego dices que merezco un castigo? –Lo enfrenté – Obviemos que estás mal de la cabeza –rodé los ojos

–Ya he tenido suficiente de tus jueguitos, te he aguantado tus bromas y burlas, pero el dejarme de lado, no te lo perdono

–¡¿Y quién te dijo que te dejé de lado?! Tu ni siquiera existes para mi, no eres Seijuuro, eres un completo extraño que quiere tomar su lugar, obsesionado con la perfección y creyéndose un dios frente a sus compañeros –No, ese no era mi Seijuuro, él aceptaría mis decisiones aunque le molestasen

–Yo soy perfecto y tú, deberías serlo, o al menos intentar aparentarlo –Me miró de arriba a abajo con desprecio

–No tengo por qué, soy humana, soy una niña, tengo errores y defectos, soy inmadura, pero lo hago lo mejor que puedo, eso es lo que me hace ser yo

–Apoyame en esto –Su tono de orden, parecía mas bien suplicante, se notaba en sus ojos, pero no lo iba a hacer, debía conocer al menos por una vez la derrota real, no aquella en juegos tontos de niños, tiene que aprender de la frustación para mejorar

–No –traté de soltarme una vez más

–Al menos hazlo por él –lentamente me fijé en su cara

–No lo hago prescisamente por él –desvié la mirada, algo dolía aquí

–El te quiere –boqueé en respuesta a aquello –. Tu Seijuuro, como lo llamas, te ama –¿En serio venía a joderme con eso? Quería llorar, mi ojos ardían rogando derramar las lágrimas que se agolpaban ahí, pero aproveché que bajó la guardia con mi reacción y me solté

–No lo hace, si lo hiciera tú no estarías aquí –salí corriendo, no quería que me viera llorar.

Solo es un estúpido torneo de preparatoria ¿Por qué debía estar tan empeñado en ganar? Entiendo que esté acostumbrado a tenerlo todo y sea importante para él, pero, ese afán por demostrar que es el mejor en todo lo va a arruinar, ya lo está haciendo.

Me volví a reunir con mi hermano, necesitaba su abrazo por lo que me aferré a él como si mi vida dependiera de que Shintarô no me soltara. También quería que Kise brillara a mi alrededor manteniendo mi ánimo en alto, pero eso estaría difícil y debía conformarme con llegar a casa y acurrucarme al lado de Shin-chan a llorar.

Pese a que quería hacer todo eso, no quería que se preocupara, por lo que solo hice como si fuera que le di un abrazo por extrañarlo mucho en tan poco tiempo y me aferré a su mano en todo el camino.

Cuando llegamos a casa, con la excusa de que estaba cansada, me encerré en mi pieza. Luego de bañarme y cambiarme, me tumbé en la cama y empecé a llorar.

¿Qué carajos le pasaba a ese tipo para jugar así? Si lo que decía de Seijuuro era cierto, qué mal momento para revelarlo. Aunque... ¿No son lo mismo? Él..., él solo es el reflejo de cuanto quiere ganar ¿Verdad? Aunque lo exprese de mala manera ¿Verdad? No, no pueden serlo, Seijuuro no es ese psicópata que casi apuñala a Kagami solo porque no quiso dejar solo a Kuroko.

¡Maldito seas Akashi Seijuuro! ¡Tú y tu bipolaridad!

P.O.V. Shintarô

Algo le pasó, estoy seguro, la forma en que me agarró, su carita intentando aguantar lágrimas, alguien dañó a mi hermana, alguien tiene que pagar.

La oí llorar en su cuarto, intenté entrar, pero la puerta estaba trancada desde adentro, mi corazón dolía. Nunca había sentido tanta presión y dolor escapar de ella, ni siquiera cuando la expulsaron de la escuela.

Fue uno de los milagros, solo ellos tienen tanto poder sobre ella para hacerla sufrir, si fuera un extraño podría defenderse fácilmente, al menos de forma verbal. Sea cual sea, los aplastaré en su juego.

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Nuestra niña está sufriendo y me duele.

Cortito, pero con un fuerte suceso.

Ay, Shin-chan, tan buen hermano que eres, pero, yo creo que eso que planeas no se va a poder.

#AkashiVeATerapia por fa

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora