Teléfono

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-Mamá, Papá -Entré a la habitación de ellos con ánimos de negociar, pero… me llevé un trauma -¡AHHH! -salí corriendo a encerrarme con Shintarô

-pero a ti ¿Qué te pasa? -dijo en cuanto me colé entre sus colchas

-vi algo que no debía ver en el cuarto de mamá y papá

-y yo que aposté que el que te traumaba era Aomine -se apretó la frente

-¿Qué?

-nada, puedo imaginar lo que viste, aunque no desearía hacerlo -murmuró

-wakala, tú… ¿Ya lo hiciste? -lo miré con curiosidad

-No voy a tener esta charla contigo -me empujó

-oe, solo preguntaba -lo atrapé evitando caerme, pero quedé colgando -Shin-chan levántame -pedí

-no y sueltame -se sacudió

.-Shintarô, me voy a caer -rogué

-no…

-pues entonces, si yo caigo, tú caes conmigo -tiré de él, pero la jugada me salió mal y la que cayó fui yo, mientras él quedaba colgado burlándose de mi -¡Zanahoria del demonio! -le grité

-No soy tu zanahoria -me soltó aún riendo

-yo soy un ángel

-sí y te vas a casar con el senpai de Akashi -respondió con sarcasmo, auch

-ojalá -suspiré

-ven aquí -me pasó la mano para levantarme y luego de que la agarrara, me alzó y luego me abrazó -no te vas a casar con nadie, mi hermanita es mía y de nadie más -me apretó aún más fuerte

-No seas celoso -esta vez lo empujé, pero ¿Qué le pasa? Está demasiado empalagoso.

Desperté abrazando la cabeza de Shin-chan, al menos no se estaba asfixiando, intentando soltarlo despacio, se despertó y empezo a gritar algo de que había intentado comérmelo anoche, enseguida pillé que era broma, pero, hombre, son las 6 de la mañana, dame un tiempo para reaccionar adecuadamente.

Conmigo en su espalda, bajamos las escaleras hacia el comedor, donde mis padres comían tranquilos, pero cuando me vieron, se miraron entre si, se sonrojaron y luego desviaron la mirada, hm, esto lo usaré a mi favor

-¿No crees que ya estás grandecita para dormir con tu hermano? -preguntó papá

-tú duermes con mamá y haces bebes y, nadie te dice nada -respondí, casi se atraganta

-ya, pero tu hermano ya es un adolescente, tiene que tener privacidad, además, eres una señorita ya -se metió mamá

-mamá, es mi hermana, no pasa nada raro -contestó Shin-chan entendiendo algo que yo no

-bueno, pero cuidadito -le advirtió, o soy muy tonta o hay cosas que no sé

-Mamá, papá, en vista del trauma que me han provocado ayer, pido como compensación un celular -hora de negociar

-¿Para qué quieres tú un teléfono? Si de todas formas usas el mío o la línea fija -dijo el metiche de mi hermano

-para ya no hacer eso

-¿Y con quién hablaras tanto? Porque con mis excompañeros lo debes hacer bajo mi supervición

-tengo amigos de mi edad, si recuerdas ¿Verdad?

-mamá, planea molestar a mis compañeros -acusó sin motivo

-eso no es cierto ¿Yo para qué quiero molestar al Bakalao y los demás?

-bueno, yo creo que ya es hora de que tenga su primer teléfono, siempre que Shin-chan tenga acceso a él, así alguien te vigilará -comentó papá

-ni que fuera a planear un crimen -fruncí los labios

-conociendo a mi hermana, es capás -me apuntó mi hermano con la cuchara mirando a papá

-¿Y con quién? Si se puede saber

-tu y Akashi son un peligro para la sociedad -atacó

-es mentira, Akashi no me quiere ni de chiste

-mamá mi hermana está ciega

-¿Quien de ustedes le dió otra hermana a Shin-chan? -me hice la desentendida

-yo no, no sería capás de engañar a tu madre ni por todo el dinero del mundo -papá le agarró la mano, cansado de la discución

-yo tampoco, tu padre es el único para mi -mamá le siguió el juego y luego se besaron

-iaght -dijimos al mismo tiempo con Shin-chan y salimos corriendo.

-si alguna vez me vuelvo así de empalagoso, pégame -Pidio Shintarô mientras se cambiaba para ir al colegio

-no creo que llegues a tener novia nunca, porque tu única novia soy yo -me paré en su cama con los brazos en la cintura -tú no me vas a cambiar -declaré, Shintarô sonrió y me acarició el pelo

-sí, jamás cambiaría a mi pequeña hermana.

Luego de que Shin-chan regresara del colegio, fuimos en busca de un celular para mi. Pese a que él no estaba muy de acuerdo, porque usando su teléfono era la única forma en que me vigilaba, accedió a la fuerza porque nuestros padres lo obligaron, acabé con un j7.

Shin-chan decía que un celular con internet me distraería de todo, él por dicha razón no tenía uno así, en fin, no me va a detener.

-Shin-chaaan, ya dame el número de los milagros, al menos el de Momoi -rogué por milésima vez saltando en su cama, impidiéndole dormir

-¡Mamá!!! ¡Miran no me deja descansar! -gritó

-¡Pués cánsala! ¡Mañana es sábado y no tienes clases! -le respondió desde la otra habitación

-aght, te malcrían demasiado

-tú lo hiciste primero -me tumbé a su lado -dame, dame, dame… -insistí

-ten -por poco no me tira el celular a la cara, pero con gusto lo agarré y empecé a pasar los números, empecé por el de Kise, luego el de Momoi, el de Kuro-kun, el del gigante y por último, el de Ahomine, creo que no me olvido de nadie, en fin, a todos les envié el mismo mensaje: "Hola, soy Miran y desde ahora ya no vamos a molestar a Shin-chan"

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Dedicado a todos aquellos que creyeron que Miran iba a terminar traumada a causa de Aomine y, mirén por quienes acabó perturbada😂

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora