Aclaremos las cosas

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Y una mierda ¿En qué ayudaría un doctor de gran renombre a un economista que importa y exporta productos al por mayor? Que yo sepa, su empresa no comercia con instrumentos médicos, hm... capaz y quiera probar, no sé, a no ser que... pero mamá ya no ejerce hace mucho, no... tampoco, mejor me callo

-Eso es algo que no lo decido yo, señor, como aún soy joven no tengo permitido opinar acerca de los intereses laborales de los adultos y me dedico únicamente a observar para aprender -dije dando a entender que no me interesaba saber acerca de ninguna alianza ni familiar ni laboral

-me parece muy interesante el hecho de que una niña de tu edad que no asiste a ninguna institución educativa se exprese de tal forma -y bueno ¿Qué más remedio que aparentar ser estúpida? Suspiré y antes de que diga alguna palabra

-padre, esta niña es muy inteligente, pero a decir verdad, al igual que sus padres, deberías dejar que actúe como lo que es, una niña, no es necesario aún que pierda la ilusión de la infancia -se metió Seijuuro, ¡AL FIN! GRACIAS, TE AMO, bueno, no pero, gracias de todas formas.

Masaomi cambió de objetivo dedicándose a hablar con un colega, poco o nada me interesaba, por lo que me dediqué a mirar mi comida, hasta que me la comí toda y  no tuve más remedio que observar a las demás personas, la mayoría son unos estirados e hipócritas, solo algunos tienen una apariencia amable, de esas personas que en vez de humillarte se dedicarían a ayudarte a lograr tus objetivos siempre y cuando demuestres interes en realizarlos.

Me levanté para ir al baño y Seijuuro me siguió, ingresé al de chicas mientras él quedó en la puerta de fuera, me recosté por el lavamanos, quiero irme de acá... no me gusta la gente, siento que me asfixio... me enjuague la cara y respiré un par de veces, me había relajado más hasta que sentí una mano en el hombro

-pequeña rata cobarde ¿Cuanto tiempo? -y un carajo, ¿Ahora que quiere? -cuando te fuiste nos quedamos muy tristes, la chicas y yo ya no teníamos con quien jugar -como si me importara, la miré, tenía una sonrisa tan falsa que me dieron ganas de arreglarla, antes de que siquiera pueda decir algo me agarró del cabello y lo tiró, grrr ¿Por qué siempre me quieren agarrar el cabello? Agarré su mano y la torcí de modo que sufriera tanto dolor como para que me soltara

-escuchame muy bien que solo lo repetiré una vez, cuando vuelva al colegio y tú eres mi compañera, me encargaré de darle vida a la fama que me habías hecho en la escuela y te arruinaré ¿Haz entendido? -esta vez le doblé el brazo -¿entendiste?

-s.s.si, si si si, sueltame, por favor -rogó lagrimeando, lo hice y salí del baño.

Le sonreí a Seijuuro expresándole que todo estaba bien y me alejé, este me miró extrañado y luego me siguió, nos alejamos un poco hacia la piscina y me senté en el borde, me saqué los zapatos y metí los pies en el agua

-recién parecía que estabas al borde del colapso y ahora sonríes como si todo estuviese bien -se sentó en un banco a mi lado, me había tenido tanta paciencia durante estas horas y la verdad, ya no me parecía tan malo, aunque sea un chico egocéntrico, impulsivo, molesto y mandón, la sinceridad ante todo ¿No?

-digamos que cuando vuelva al colegio, ya no seré molestada -le sonreí

-muy bien ¿Qué paso? Cuentame -pidió con curiosidad

-Mei, la muchacha que nos ha saludado hace un rato, fue la razón por la que he salido de la escuela, digamos que... dañar mujeres no es mi hobbie -expliqué

-¿haz salido de la escuela porque se han burlado de ti? -preguntó medio enojado

-pues... en la primera escuela que asistí me expulsaron por golpear a dos chicas mayores que golpeaban a una compañera mía -me encojí de hombros -en la segunda escuela, digamos que huí de las niñas

-que poco caracter tienes, eres débil, rebajarte a tomar la mano de los dañados y tratar de aliviar sus penas, para luego huir como cobarde, perdedora -se burló con una sonrisa malvada, él no era el Seijuuro que yo conocía, no, este era el Seijuuro que había nacido a partir de esa presión por ganar, el emperador, ese que me había hecho temblar la única vez que lo vi durante el partido contra el Meikô

-a ver, aclaremos algunas cosas, en primer lugar, tú no eres quien para decirme eso, ni siquiera deberías estar aquí, tu existencia nació del miedo, del deseo por no perder nunca, en segundo lugar, me dices débil por ayudar a los demás, pero lo que hacen los verdaderamente fuertes es tender una mano a quien lo necesita y por último, que haya elegido huir no significa que no tenga caracter o que soy una cobarde, quierer decir que tengo el control suficiente sobre mi para no ser igual que ellas y dañarlas como me dañaron -me levanté enojada, realmente no tiene derecho de hablar -control que tú no tienes al permitir que este psicópata tome tu lugar -dije para el verdadero Seijuuro

-yo solo soy el Akashi Seijuuro que todos quieren que sea, aquel que gana siempre, que aplasta sin dudar para tomar la victoria que le pertenece -declaró poniéndose a mi altura inchándose como un animal queriendo intimidar a su oponente

-¡No eres el Akashi que todos quieren que seas, no eres el Akashi Seijuuro que yo quiero, que muy en el fondo me quiere y por eso se ha aguantado todas las bromas que le he hecho! -no sé en qué parte empecé a alzar la voz pero de un momento a otro mi puño estuvo a punto de estrellarse contra su estómago y gracias a ese nano-segundo de conciencia que tuve, paré a milímetros -. Llevame a casa, Akashi Seijuuro -ordené al emperador sin despegar la mirada de sus ojos

-como usted ordene, princesa -hizo una reverencia con burla y luego pasó de mi en dirección a la sala de eventos, no sin antes chocar su hombro en contra del mío.

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No hay excusas, lo siento, he pasado por muchas cosas en este tiempo que han impedido que me dedique a escribir, traumas dañinos en su mayoría, pero, ya estoy recuperándome y he vuelto a dedicarme a esto que amo, más en papel últimamente, así que las actualizaciones seguirán siendo lentas puesto que trabajo en una novela original cada vez que tengo tiempo, y cuando ya no me da la cabeza para ella, me pongo a leer este trabajo y escribo algunas palabritas para él.
Gracias por sus votos y comentarios, en serio que los quiero.

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora