Cap. especial

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En lo que hago el próximo capítulo, con la ayuda de una amiga (seamos sinceros, con el tema de ser mujer, soy la menos indicada), les regalo un capítulo especial que lleva días rondando mi cabeza. Y ya sé que hay muchos de esta clase, pero no me quiero quedar atrás.

¿Chibi???

-Miau... -una pequeña de cabello verde se estiraba en su cama, para intentar desperesarse, cosa que no funcionaba, a su lado, dormía su hermano mayor, lo movió un poco y como era domingo, se volvió a acostar a su lado, intentó acurrucarse, pero era imposible debido a un pequeño gran bulto donde tendría que estar su hermano, se incorporó un poco para mirar, y luego dió un grito, su madre le gritó preguntando que pasaba, ella solo llegó a contestar un nada antes de que el pequeño que estaba a su lado despertara

-¿Hmm? ¿Omma? -dijo el pequeño de cabello verde, levantando la mitad del cuerpo, haciendo que la remera que le quedaba grande cayera

-ay no... ¿Shin? -preguntó la niña, y el pequeño asintió

-mamá... tengo hambre... -lloriqueó

-¡espera! Yo no soy tu madre! -Miran saltó de la cama asustada, haciendo que el niño empezara a llorar -ay no... ahora que hago... -se agarró la cabeza -, mira, Shin-chan, si, soy tu mamá, pero no llores... por favor... -rogó y el pequeño se calmó -¿Y ahora que hago? - se cubrió la cara con ambas manos, se levantó rápido -Mamá y papá no tienen que verte -le dijo a Shintarô y salió a conseguir la comida.

-Miran... ¿Y tu hermano? Ya va a ser hora de ir al colegio

-mamá... hoy es domingo -le dijo sentándose en la mesa -Shin-chan se quedó durmiendo ¿Puedo desayunar en la habitación? Lo despertaré y desayunaremos -pidió, su madre sonrió y asintió, cosa que ella aprovechó para acomodar las cosas en una bandeja rápidamente y subir corriendo, con cuidado de que no se caiga nada.

Cuando terminaron de desayunar Miran se le quedó mirando a su hermano y se le ocurrió una idea

"Alerta verde, zanahoria en problemas, se solicita rescate inmediato" escribió desde el celular de su hermano, para todos los milagros. Al cabo de un rato, todos, o casi todos estaban frente a su casa, con cuidado de que su madre no los viera, Miran bajó al niño y salió junto a ellos.

-¿Me dices otra vez como pasó esto? -pidió Seijuuro mirando como la niña cargaba a su hermano

-ya te dije que desperté esta mañana, y mi hermano se había convertido en bebé... -acomodó al pequeño que jugaba con su pelo -Shintarô, sueltame el cabello o te dejo con ellos -amenazó al niño quien se puso a llorar -ay no... ¿No lo quieres? -le preguntó mirando a Kuroko, quien negó -¿y tu? -esta vez fué para Momoi, quien saltó arrebatándoselo de los brazos

-creí que nunca lo dirías, ay... es tán lindo... -hiso muecas para calmar al niño quien empezó a reir

-pero un pesado cuando se pone a llorar

-igual que tu cuando te enojas -le dijeron Akashi y Aomine al mismo tiempo

-pues para qué me hacen enojar -les regañó

-tu te enojas por todo -le contestó Seijuuro

-solo con ustedes -defendió Kuroko

-pues es porque tu tienes instinto de supervivencia -le sonrió Miran, a lo que Kuroko le acarició la cabeza

-o quizá es porque siempre le haces caso, y él no te dice nada y... ¡AY...!-Miran interrumpió a Akashi con un pisotón, causando que todos en la calle lo miraran y la risa de los demás, incluyendo al chibi, como para ese tiempo Kise había apodado al niño.

-¿Que haremos con él? -preguntó Aomine acercándo su cara a un expectante Shintarö

-¿Si lo tiramos al río mientras nadie nos ve? -sugirió la niña con una sonrisa tierna y malvada a la vez, sin sorprender a nadie por la crueldad de sus palabras

-ma-ma-má -dijo el bebé estirando sus brazos hacia ella, cosa que respondió negando efusivamente

-oh... vamos Dori-chan, estoy segura de que él te cargaba cuando eras una bebé -Momoi acercó al pequeño a Miran, quien al ver que empezaba a babear se alejó

-claro que no me cargaba, estuve a punto de caerme de sus brazos y desde esa vez mamá nunca más dejó que yo me acercara a él, al menos hasta los 3 años -comentó escondiéndose detrás de  Kise

-¿segura que de verdad no te echó?-preguntó Akashi mirando al bebé quien en ese momento lo miraba como si fuera la cosa más importante en el mundo, antes de...

-¿Papá? -la pregunta del pequeño Shintarö hiso que Momoi y Kise se miraran preocupados, Aomine riera a carcajadas, Miran gruñera y Kuroko mirara a la niña y luego al niño poniéndose en posición de defensa frente al bebé, como si fuera a poder luchar contra la salvaje

-opino lo mismo que Miran y que lo tiremos al río, de todas formas, casi nadie esta cerca a estas horas -comentó el pelirrojo acercándose al niño para sacarlo de los brazos de Momoi

-¡No! -Momoi alejó el bebé del emperador, y luego volvió a hacerlo esquivando a Miran

-yo opino que... -empezó a decir Kise

-Yo opino que mejor te callas y me ayudas a sacarle a mi hermano a Momoi y tirarlo al río -interrumpió y ordenó Miran

-Aomine ¡Agárralo! -Momoi pasó el bebé al nombrado -¡Corre! -ordenó, cosa que el chico hiso asustado porque sobre él se venían una cabeza de fresa y una pequeña loba salvaje, causando que ambos chocaran entre sí

-¡Miran! -Kise y Kuroko saltaron a ayudar a la niña, mientras que Akashi se quedaba en el suelo sobándose la cabeza.

Al final del día, ninguno logró su objetivo, y Shintarö Midorima, volvía a casa en brazos de Momoi Satsuki, sin volver a crecer

-¿Prometes cuidarlo? -preguntó la pelirrosa a la hermana de la zanahoria

-si... -dijo con tono cansino

-¿No le vas a hacer nada? -cuando se lo iba a pasar Momoi lo retiró

-no...

-prometa que no va a tirarlo al excusado, Miran -un Kuroko salvaje aparece al lado de la niña, causando que el bebé se asustara y empezara a llorar, miran rodó los ojos

-prometo no tirar a Shintarö al water-alzó la mano en señal de promesa

-bien, puedes llevártelo, cuídalo muy bien -ordenó Momoi, mientras que Daiki le acariciaba la cabeza

-Si Momoi...

-pts, oye, aún tenemos una oportunidad -susurró Akashi para la niña, quien lo miró mal

-tu te alejas de MI hermano -ordenó recalcando el "mi"

-no me refería a eso -el pelirrojo desvió la mirada en un tono tan bajo que casi nadie lo oyó, excepto Momoi, quien lanzó una sonrisita, se esas que las mujeres hacen cuando planean algo muy grande

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora