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Me vi arrastrada por Seijuuro a la terraza, bueno, no arrastrada, pero me dijo que había algo que quería mostrarme y como estaba aburrida, acepté. Últimamente las semanas con los chicos eran tan aburridas, todos estaban concentrados en la Winter cup y no tenían tiempo para jugar conmigo, así que me la pasaba rezagada en una esquina con una pelota o en la biblioteca y luego de terminar el entrenamiento, trataban de compensar la falta de atención con llevarme a comer... chicos... el tiempo se acaba, el año que viene vuelvo a la escuela, ya no podré estar con ustedes, al menos déjenme entrenar con ustedes... hmmm. Miré a Seijuuro, definitivamente lo extrañaría, como extraño estar sin Kicchi o Shin-chan, a Aomine-kun no lo extrañaré tanto, tener que andar tras de él es cansador y Momo-chan dice que lo malcrío, extrañaré comer con Mura-chin, o sea, a él si lo voy a extrañar como extraño a Shin-chan cuando este va a la escuela y de kuro-kun extrañaré conversar con él, siempre sabe como hacerme reflexionar y pensar sobre cualquier cosa.

Llegamos a la azotea, estaba vacía y había un viento fresco, Seijuuro no dijo nada, parecía esperar algo, no pregunté, sea lo que sea, ya pasará. Al cabo de un rato, él seguía sin decir nada, así que ya no pude callarme, pero... Cuando abrí la boca, alguien habló primero

-¿No puedes llevar a tu novia a otro lado, Akashi? -di un grito y miré a todos lados, sentado rescostado por la pared con un libro entre las manos, unos de los muchachos mas hermosos que he visto en mi vida, mi corazón empezó a latir más rápido, no sé si por el susto o por él. ¡Alto! Me recuerda a alguien, hm... me acerqué a mirarlo más de cerca, es alto, tiene el pelo gris... ¿Será me estoy equivocando?

-Tú... -incliné la cabeza estudíandolo más, alejó la cara de mi, hasta ese momento me día cuenta de que estaba muy cerca de él, me he de imaginar mi cara, porque la de él estaba roja y la mía se sentía caliente -lo siento, lo siento, no fue mi intención incomodarte -hablé muy rápido, oí un bufido y, hasta ese momento recordé a Seijuuro y luego recordé lo que dijo el chico -¡No soy la novia de él! -reclamé enojada señalando al pelirrojo, quien rodó los ojos y se cruzó de brazos

-Como sea, no creo que él se fije en una niña tan explosiva -soltó mordaz, Seijuuro no dijo nada, solo puso su mano en mi hombro

-si no fueras tan lindo -comencé tierna -te hubieses despedido de tu rostro -completé gruñendo

-¿Es que todo tienes que solucionar a golpes y amenazas? -preguntó Seijuuro y, tenía razón, desvié la mirada avergonzada

-si no fueras tan linda, te hubiese echado del edificio -contestó el otro siguiéndome la corriente, sonreí y me senté a su lado, bueno, me eché a su lado, escuché un bufido de parte de Seijuuro

-¿Qué lees? -le pregunté, no me importaba su nombre, si era compañero del cabeza de cereza, seguro lo vería de nuevo

-una novela -lo miré expectante a que siguiera, pareció notar que esperaba que continuara -"Release that witch" -concluyó

-aún no lo leí ¿De qué va? -no me interesaba esa clase de libros, pero por alguna razón, quería conocer más de él

-¿En serio? ¿Tú ya sabes leer? -preguntó con burla, fruncí lo labios

-Eres malo ¿Sabes? -le regañé con tono infantil

-Bueno, Miran, ya conociste a Chihiro, ya nos vamos -sentenció Seijuuro, su tono daba a notar que algo no le agradaba

-pero... Yo quiero quedarme más con él -señalé al que fue nombrado como Chihiro -¿Puedo? Señor Adulto -pedí

-si no me vas a molestar...

-No, Miran, hazme caso y vámonos -el pelirrojo parecía molesto, con parsimonia, al propósito, me levanté lentamente, no queriendo alejarme del otro

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora