Objetivo a la Vista

10.8K 738 36
                                    

Dos días despuès
(NARRA MIRAN)

-Veo que ya le tomaste confianza a Murasakibara, Kise y Kuroko -me decía Shin-chan de ida a casa, después del entrenamiento, el me llevaba en su espalda mientras yo llevaba su mochila

-son buenos, aunque ya aprendí que a Mura-chin hay que rogarle para que me invite su chocolate, Ki-chi me cae bien, será buen compañero, y Kuro-kun, aunque es un poco frío y hay que esforzarse para sacarle conversación, es buena compañía cuando no esta jugando -dije enterrando mi cara en su cuello, el inclinó su cabeza al lado contrario y dejó de hablarme

Sinceramente, si había tomado confianza con ellos 3, con Mine-chan aun no había hablado mucho y con Seijuro, pues... a Seijuro apenas le había prestado atención, y no pensaba hacerlo, todavía no.

Llegamos a casa, y como las últimas tres tardes, mi hermano y yo cocinamos. Cuando terminamos de comer, subimos a mi habitación, Shin-chan se tiro en mi cama y se puso a mirarme mientras vaciaba mi mochila, que estaba llena de papeles, cuadernos y basura, busque mi cuaderno donde tenía tarea, cuando lo encontré, subi junto a mi hermano y le mostré la lección, era tarea de ciencias sociales y como que a mi eso no se me daba bien, el me ayudaba, sinceramente no sé que haría sin él. Cuando terminé la tarea se puso a jugar conmigo con los peluches a quienes hacíamos pelear o convivir, según mi hermano yo era la clase de hermanita que todos los hombres querrían porque yo, en vez de tener muñecas y juegos de cocina, tenía pelotas, autitos, peluches y no me gustaba el rosa. A eso de las 19 escuchamos el timbre, Shin-chan me miró extrañado y yo le devolví la mirada, ambos bajamos y cuando el abrió la puerta nos encontramos con Seijuro, quién me miro de forma desdeñosa, entró como si esta fuera su casa
-Shintarō, lamento haber venido tan tarde pero, he tenido un problema con mi padre, ¿Podría quedarme aquí? -le dijo a mi hermano, quien solo asintió y lo dejó pasar hasta la sala -hola Miran -después de un rato volvió a notar mi presencia
-Seijuro -lo miré a los ojos, Shin-chan dió un brinco asustado y me miró mal, en cambio el pelirrojo sonrió y se sentó en el sillón
-eh... hermanita ¿Podríamos hablar un momento? -dijo mi hermano poniéndome una mano en el hombro y empujandome hacia el comedor, cuando llegamos se agachó a mi altura -¿Porqué te cae mal Akashi? -preguntó, cosa que me sorprendió, no me había dado cuenta de eso, pero ahora que me pongo a pensar, él parece la clase de persona que se cree superior al resto y eso no me gusta, además de que me mira como si fuera algo que esta molestando y a la vez entreteniendolo
-porque me mira mal -le conteste dudando
-no debería de no agradarte, solo te esta estudiando, apreciando tus virtudes y buscando tus defectos, eso no tiene nada de malo -me dijo poniendo una mano en mi cabeza -vamos que él ya debe de estar pensando que estamos hablando de el -se paró y comenzó a andar
-¿acaso no es lo que estamos haciendo? -le di una sonrisa malvada, pero él me miró mal y fue junto a su amigo.
Estuvieron practicamente hasta las 10 de la noche hablando entre ellos de basket, de shōgi.

A eso de las 2 de la madrugada, me desperté y me dió hambre, baje a buscar algo de comer, grande fue mi sorpresa al encontrar a Seijuro, sentado en uno de los sillones de la sala, con un vaso medio lleno de agua, mirando a la nada, sin hacer ruido me acerqué a el, lo mire buscando que reaccionara
-Seijuro -dije tirándome a su lado
-¿Quė quieres? -su voz sonaba tranquila y cansada
-comída, pero... ¿Qué te pasa?
-nada que sea de tu incumbencia -me contestó girandose hacía mi
-o me dices que te pasa o gritaré hasta que tus tímpanos exploten -le dije retándolo
-tu hermano se va a despertar -volvió a mirar al vacio
-tiene el sueño pesado, no creo que vaya a despertarse -sonreí
-los vecinos llamaran a la polícia -me miró nuevamente
-que los llamen, no me interesa, además ya estan acostumbrados a oir gritos por los regaños de nuestros padres -me acerqué a el -asi que no te queda remedio más que hablar
-esta bien te lo diré, no más para que me dejes en paz
-ok -incline mi cabeza hacia un lado
-no puedo dormir ¿entendiste?, promete que me vas a guardar un secreto y que no te vas a reir -me dijo inclinándose hacia mi
-prometido -me puse seria
-tuve una pesadilla ¿Contenta? -me miró serio y yo sonreí, quería reir pero había hecho una promesa
-¿tanto te costaba decirme eso, Seijuro? -lo miré mal, el solo negó con la cabeza -hm... te dire la cura, ven conmigo -me levante y lo agarre de una de las manos y tiré de el, lo llevé a la cocina, lo hice sentar, y me metí al congelador, saque de ahí una barra de chocolate, le dí un tercio y el resto me lo comí yo
-¿No crees que és un poco injusto el darme apenas una tercera parte? -sonrió
-no -le contesté con un poco aun en mi boca, el comenzó a reir *Tiene una risa agradable, pero será buen objetivo para bromas, Shin-chan esta equivocado con eso de que me cae mal, además de que este es un chico bastante inestable en cuanto a estado de ánimo* pensé, sonriendo inconscientemente
-¿Por qué ésa sonrisa? -me preguntó en cuanto acabé de comer
-serás buen objetivo -sonreí malignamente

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora