Especial: Día del amigo y 155k de lectores

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6 años antes

Miran, de 6 años, estaba lista para su primer día de clases: sus zapatos lustrosos, su camisa y chaqueta bien planchadas ¿El drama? La falda

-¡Miran Midorima! -gritó la mamá siguiéndola por la casa, intentando atraparla

-¡No quiedo! ¡No me la voy a poned! ¡No voy a pode jugad tanquila! -decidió esconderse en el armario de escobas, haciendo el menor ruído posible

-Mamá, deja que se ponga en pantalón, después de todo, tienen más libertad que nosotros -Shintarô pasó cerca, muy cerca de ahí, la pequeña agradeció que la defendiera y no revisara el lugar en que estaba escondida

-¡Ajá! -la madre abrió la puerta bruscamente, asustando a la niña quien trató de escabullirse otra vez, pero su hermano impidió su paso

-¡No! ¡Sueltame! ¡No quiedo! -rogó llorando y agitando sus brazos para causarle la mayor dificultad posible a Shintarô.

Al final, luego de tanto drama, la niña ganó la batalla. El pantalón que usó al final fue el que Shintarô usó en su primer día de clases, doblado en los tobillos. La madre bufaba a cada rato y su padre solo reía, sabía que no valía la pena pelear con ella, sin embargo pensó en que su mujer pudo haber utilizado a Shintarô para convencerla. Miran tenía una devoción por su hermano, aunque no tratara de imitarlo, le hacía caso en todo lo que decía.

Dejaron a Shin-chan en su clase de 5to. grado y fueron donde su aula. Luego de despedirse muchas veces de ella, la dejaron sola.

Había ruido por todas partes, niños corriendo o saltando, algunos lloraban y otros se aferraban a sus padres para que no los dejaran, harta de escuchar ese berrinche, puso su mejor sonrisa y se acercó al más gritón

- ¿Por qué lloras? -su aire inocente sorprendió a los padres del chico

- ¿Por qué no eres como ella? Mira cómo no tiene miedo de estar aquí -la madre reclamó tratando de apartar a su hijo de ella

-Señora -Miran negó y puso una mano en el hombro del otro

- ¡No! ¡Dejame! -el niño se sacudía como lombriz

- ¿Cómo se llama? -retrocedió un poco

-Tora -respondió la madre

-Tora-chan, ven a jugar, tu madre tiene que trabajar, acá es divertido -trató de persuadirlo

- ¡No! ¡Quiero ir a casa! -Miran empezaba a perder la paciencia con el llorón

-Si vienes a jugar, te invitaré chocolate... -ofreció

-Wakala

-gr... si no quieres que te golpee vienes conmigo y dejas a tu madre irse -le susurró -tranquilo, no dejaré que sufras acá -dijo en voz alta con aura angelical

-No -al menos ya no lloraba, Miran frunció los labios y se fue de ahí enojada por la terquedad del niño

-Cada año es lo mismo -un niño apareció de la nada, mirando al otro con aburrimiento, Miran lo miró de la misma forma

- ¿Lo conoces?

-si no lo conociera no te diría eso -bufó el extraño

-bueno -Miran dio la vuelta a ignorarlo

-soy Zero -se presentó

-¡Hola! -otro niño, esta vez pelirrojo, saltó encima del recién presentado, como si no lo hubiera visto en años

-Shigeko Ryu, suéltame -ordenó empujándo para sacárselo de encima, haciendo que Miran empezara a reír

-Shigeko-san, ven aquí, Zero‐kun no te quiere -le tendió la mano y el otro niño le saltó esta vez a ella

- ¿Cómo te llamas? -estaba aferrado a ella como un koala

-Midorima Miran, un gusto -se presentó

-Tú ya te quedas con nosotros -afirmó el pelirrojo, adoptándola.

Con el paso de los días, se les unió Ren un chico serio, que parecía no encajar con ellos, pero, con Zero eran los que evitaban que el trío de huracanes echaran abajo la escuela con sus travesuras.

Así fue como Miran consiguió sus primeros amigos en la primaria, de los cuales no se planea separar, nunca.

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Feliz día de la amistad gente, gracias por el apoyo de siempre✨️

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora