Muerte a la cereza part.1

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No fuí con Mura-chin porque Shin-chan dijo que no sería conveniente dejar a la gente viajar conmigo (¿Por qué? Si yo soy inocente de todo lo que se me acusa), por eso después de hacerle el desayuno y su futuro almuerzo al inútil de mi hermano (bueno, no es tan inútil, bueno bueno, no lo es... solo que no sabe cocinar), fuí a ordenar el despacho de papá para mis clases a las 9, tendría recuperación de matemáticas y después con el mismo profesor iba a dar ciencias, resumiendo, estaría todo el día con él y con la cocinera, que por cierto acaba de llegar.

-¿Jugamos otra partida? -preguntó el profesor, teníamos un tiempo de descanzo y nos pusimos a jugar shogi, odio este juego -vamos Miran, debes jugar con esto para mejorar tu capacidad estratégica, incluso podría servirte para el basquet -alentaba el hombre ante mi desanimo

-pero no quiero..., ya me gano dos veces hoy -hice berrinche

-aght, está bien, volvamos a Ciencias

-prefiero un rompecabezas -comenté

-hm... te traeré uno a la proxima -dijo

-¡Si! -festejé

-ahora a seguir: ¿Organelo de la célula? Dí tres

-am... Retículo endoplasmático liso y rugoso, mitocondria, ribosoma

-bien, pasemos a otro.

Y así, entre preguntas, respuestas y explicaciones terminaron mis clases y ya podía salir a jugar, pero... hoy no tengo ganas de basquet, va a llover, quiero... ¡Usar la bolsa de boxeo de papá! La blandita primero. Me miré las manos, no creo que... ¿a quién quiero engañar? Está relleno de espuma, lo compró para Shin-chan cuando era pequeño antes de que yo naciera y nunca lo usó, ahora que lo encontré ¿Por que no darle un uso?

Estuve en el desván un buen rato hasta que escuché a Shin-chan llegar y gritar mi nombre, bajé casi corriendo a presentarme frente a él

-¿Y a tí que te pasa? Hoy a la mañana estabas de muy mal humor y ahora andas sonriendo y prácticamente saltando en una pata -me dijo serio mientras nos dirigíamos a su habitación

-pues... no sé, estoy contenta, el profesor de matemáticas dijo que iba a traerme un rompecabezas la próxima semana, además, ya paró -al entrar me tumbé en su cama mientras él iba a cambiarse

-o sea que estás feliz por un juguete nuevo -salió poniéndose la camiseta

-si, por cierto, se supone que tienes que bañarte para cambiarte -lo regañe

-ya me bañé en el colegio, tenía práctica ¿lo olvidaste? -se encogio de hombros y se tumbó a mi lado y nos quedamos callados

-Shin-chan ¿Cuanto tiempo dura la menstruación? -rompí el silencio mirándolo

-pues... entre 3 y 5 días, depende de la mujer -se acomodó para quedar de frente a mi sin abrir los ojos

-hablo de cuanto tiempo tendré que aguantar todo esto

-ah, hasta los 50 más o menos

-¿No hay forma de pararlo antes?

-embarazándote, pero solo será temporal y... ¿Por qué preguntas eso? -abrió lo ojos

-¡No quiero que me pongan en una bara y me asen! -salté parándome en la cama, obviamente entendí, pero... los chistes se salen solos

-niña tonta -Shintarô me agarró para hacer que cayera nuevamente y después me abrazó -vamos a cenar -besó mi cabeza y se levantó, aw... mi hermano siendo tierno... ¿Qué planea?

Hmp... mañana tengo que ir con Seijuuro, y hablando de Seijuuro... su cabello es rojo, roja es la sangre, la menstruación es sangre, odio a Seijuuro, y odio a la menstruación... em... ¡Cabello de menstruación! *(Si muy original -uss rueda los ojos con sarcasmo)*

Sábado, por lo general lo amo, pero hoy, presiento que será el peor día de mi corta vida, estaba con Shin-chan que me arreglaba el cabello, al final solo haría una trenza simple, de todas formas, ni tiempo nos dio para que la zanahoria sin traje de zanahoria me llevara a la peluquería, corriendo me puse el vestido y después las ballerinas que combinaban con el vestido y ya estaba frente a la puerta porque Seijuuro decidió pasar media hora antes

-que venga entera Akashi, si algo le pasa a mi hermana... -empezó Shin-chan algo amenazante

-si algo le pasa a tu hermana yo mato al que le hizo algo -dijo Seijuuro con tranquilidad

-Miran, pórtate como señorita, no molestes a la gente y recuerda los buenos modales que mamá se ha esforzado en enseñarte -aconsejó serio

-lo haré, si me prometes no quemar la casa en el desayuno -bromeé

-Miran... -me miró mal, hice una mueca triste ¡mi hermano me miró mal!

-¿Nos vamos, joven dama? -preguntó Seijuuro interrumpiéndonos

-como quieras -me encogí de hombros pasando de un estado de ánimo a otro en 0.1 segundo, ok no, no tan así... pero bue, me agarró de la mano y abrió la puerta del coche, su chofer quedó a su lado y cuando entré hizo una reverencia, cerró la puerta después que Seijuuro entrara

-eres conciente de que tienes que portarte bien, por hoy quiero tregua hasta el final de "la fiesta" -dijo el chico pasándome la mano después de hacer comillas en lo de fiesta, estreché su mano y asentí

-tenemos una tregua hasta que acabe el evento, después de eso, volveremos a tratarnos como antes, a patadas -no evité sonreir, pero él apretó mi mano y no quiso soltarme, lo mantuvo así el resto del viaje hasta que tuvimos que bajarnos y ahí si acomodó su mano para que pareciera que realmente nos llevábamos bien.

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Aquí la primera parte

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora