Carcel de inocentes

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-¿Eh? ¿Qué paso? -pregunte incorporandome lentamente, una luz brillante, un hombre sentado en un escritorio, Kise con la cabeza gacha

-Miran -se levantó rápidamente y me abrazó, antes de que llegara a tocarme puse las manos al frente -oh, cierto, no abrazos a no ser que tu los dés

-¿Qué me paso? -pregunté

-tuviste un bajón de azucar -me dijo el doctor

-¿No te hice nada grave? -le pregunte a Kise

-tu controlas tu fuerza ¿lo recuerdas? -me dijo serio, parecía deprimido

-fue una buena suerte que Kise te haya traído rápidamente -me sonrió el hombre

-si... bueno ¿Ya me puedo ir? -me dispuse a levantarme

-seguro -me ayudo a bajarme -, Kise, llévala directo a casa y dile a su familia que le de más cosas dulces o que coma más frutas -le dijo a Kise -. Niña, me dijo Kise que no comes carne, te sugiero que lo hagas, estas en etapa de crecimiento, tienes que comer mejor -rode los ojos

-soy alérgica al huevo e intolerante a la lactosa -le conteste seca

-esta bien, ya no te digo nada

-Miran, vamonos -Kise me agarró de la mano, estaba serio, enojado

-te enojaste porque defendí a Kuroko y te golpeé ¿Verdad? -le pregunté cuando ibamos saliendo del colegio

-no..., no es eso Midorimachi, tuviste razón, debí tener cuidado -lo abracé

-cárgame -le dije extendiendo los brazos hacia arriba y él acepto.

Me llevó a casa y le dijo a Shintarô que debía darme más comida con azucar, el solo asintió y cuando me miró su cara cambió a una expresión de terror, que en seguida relajó y sonrió levemente, Kise se despidió con un beso en mi cabeza y se fué

-Papá esta en casa -me dijo Shintarô, haciendo que mi paso se quedara en la mitad

-pues entonces te torturare cuando se vaya, entre tanto, tendrás tiempo de respirar -le sonreí, él dejo de respirar y yo me reí.

Entre a la casa y vi a papá sentado en la sala, cambiando de canal, buscando un noticiero, corrí hasta él y lo abracé, el me acomodó a su lado sin decir nada y ahí me dejó, Shintarô en cambio paso de largo subiendo a su habitación. Por la noche, cenamos en familia, mamá y papá hablaban y Shintarô en silencio, mientrás yo comía rápidamente.

Cuando terminamos, de comer, Shintarô y yo pedimos permiso para levantarnos y cuando se nos lo dió fuimos cada quien a su cuarto.

Mejor, ahora tengo que preparar su tortura, hice unos cuantos diagramas en un papel y luego los guarde, ya tenía mi tortura lista.

El teléfono sonó, mamá contestó, y al rato me llamo, baje a contestar

-Es Ren, te pregunta si quieres ir al zoológico, por mi parte no hay problema -me dijo susurrando

-¿Y te parece que quiero colaborar con una cárcel de inocentes? -le pregunte seca

-al menos vas a poder salir con tus amigos de tu edad -me dijo tiernamente

-No quiero

-Ran... no te lo estoy preguntando -me dijo seria

-ya que... -rodé los ojos y subí a mi habitación, pero antes de entrar Shintarô salió

-si quieres te salvo de ir, pero tendrás que terminar con lo de tu tortura

-prefiero ir -le dije entrando y azotando la puerta.

En la mañana tuve que levantarme obligada, y luego de la clase de matemática, la madre de Ren vino a buscarme. Me senté atrás, con Ryu, Tora y Zero, ellos estaban emocionados, en tanto que yo tenía los brazos cruzados y una mueca de disgusto.

Llegamos y la madre de Ren pagó las entradas, los chicos me agarraron de los brazos y tiraron de mi hacía la jaula de los leones, cuando llegaron empezaron a hacerle caras raras mientras que yo miraba a pobre león macho que estaba acostado, tenía la melena opaca, y estaba demacrado

-¿No es hermoso? -me preguntó Tora

-no, sería más hermoso si estuviera en libertad

-pero en libertad no viven mucho tiempo

-pero eso es mejor a estar aquí sin la alimentación y el habitát adecuado -le respondía enojada

-¡hey! ¡vamos a donde están los koalas! -gritó Zero abandonando su actitud seria

-no, yo quiero ir donde hay iguanas -se quejó Ryu

-¿Y si mejor vamos donde hay lobos? Para que Miran se anime -comentó Ren

-Ni a lo uno, ni a lo otro, me quiero ir a casa -me crucé de brazos

-ay, no te amargues... -me dijo Zero.

Caminamos hasta los pandas, pronto moriran, según leí ahí, nacieron en el zoologico y aún eran jóvenes, lo que los hacía más suceptibles a morir. Luego de los pandas fuimos a donde los reptiles, Ryu se la pasaba buscando a sus parientes las iguanas, había cameleones y Ren les hacía caras, causando que les cambiara el humor y el color, mire a los cocodrilos que estaban bajo un sol artificial. Luego de los reptiles fuimos donde los lobos, se veían flacos, estos animales no hicieron nada para merecer estar aqui, sin embargo lo estan, estan en una carcel de inocentes.

Al salir del zoológico, la madre de Ren nos llevó a una reserva, ahí si me anime un poco más, Tora encontró una lombriz y con ella comenzó a perseguir a Ryu, mientras los demás reíamos, y corrimos trás ellos.

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¡HE VUELTO! \(O-O)/. Perdónenme por favor, por favor..., ya no vuelvo a romper mi celular

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora