Dulces, dulces por todas partes

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-Atsushi, compraste demasiado chocolate hoy, incluso pediste pastel sin leche ni huevo ¿Qué te pasa? -Preguntó Himuro al gigante morado -¿Acaso te estás volviendo vegano?

-No, Muro-chin, ni siquiera se que es eso, esto es para alguien -Murasakibara se metió en la boca un par de gomitas en forma de ositos, decapitándolos primeramente

-oook -el más bajo se enogió de hombros, ambos se dirigian hacia el colegio, pero media cuadra antes, el gigantes se desvió del camino, sorprendiendo al otro

-Muro-chin, te veo mañana -dijo de forma aburrida

-espera, Atsushi ¿Dónde vas? -preguntó corriendo trás él hasta alcanzarlo

-voy junto a Dori-chan, me va a regañar -se comió otro par de gomitas -me va a regañar, pero esto -levantó la bolsa donde tenía los chocolates -la va a calmar y me va a perdonar

-¿Y por qué te regañará?

-porque no fuí al colegio -lo miró de reojo -tambien te va a regañar a tí

-¿Y a mi por qué?

-por no detenerme, aunque eso sea imposible

-¿eh? -el pelinegro seguía al gigantón por mera curiosidad.

Tras caminar unos cuantos minutos, llegaron a una estación de tren, donde Murasakibara se acercó prácticamente corriendo a una niña que estaba sentada balanceando sus pies en un banco

-Dori-chan -la niña de cabello y ojos verdes levantó la mirada y parecía que iban a echar chispas en cualquier momento

-Atsushi... -gruñó, pero antes de que dijera una palabra una bolsa que contenía chocolates se balanceaba frente a su rostro

-son para... -en menos de un segundo la niña estaba colgada del cuello del grandote -yo tambien te quiero enana

-¿Quíen te dijo que yo te quería? -lo miró a la cara

-el hecho que me abrazaras, generalmente, igual que tu hermano tu no sueles abrazar a la gente

-no, pero lo hago cuando tengo cierto interes en las personas -agarró la bolsa, se soltó de Atsushi y cayó como un gato

-interesada -recibió una patada en la pierna que lo hiso agacharse de dolor -¿Por qué me pateas? si digo la verdad -Himuro se rio, llamando la atención de la niña quien se inclinó hacía un lado mirándolo

-¿Tú eres...? -pregunto sin dejar de mirarlo

-Himuro Tatsuya -le dijo acercándose a ella

-Muro-chin -dijo sonriendo, el gigante morado tras ella tambien sonrió, el muchacho más jóven quedó sorprendido

-vamos -Murasakibara la agarró de la mano y se la llevó hacía un local de videojuegos, seguido de cerca por Himuro

-apostamos dulces ¿no es verdad? -dijo ella con aire cansado

-pues claro -contestó el gigante

-vas a perderlos todos -le dijo sonriendo

-no lo creo -enpezaron a jugar a matar zombies, al final ganó Miran, llevándose una bolsa de pockys, el gigante no estaba muy feliz que digamos -otra -dijo

-ok, pero... ¿no que eras un experto en esto? -a Himuro le sorprendió la facilidad con la que ambos manejaban el juego, y como la niña lograba superar al gigante en menos de un segundo, puesto que la mayor parte del tiempo Murasakibara tenía mayor puntaje. Al final Atsushi perdió como 3 bolsas de dulces.

-Oh, vamos Mura-chin, por más que seas bueno jugando eso, tienes que aceptar que tengo mejor técnica que tu -dijo la niña comiendo unas gomitas que le había ganado a Murasakibara, el titan solo contestó con un gruñido -vamos a casa -lo agarró de la mano y tiró de él en dirección a su casa

-¿De donde conoces a Atsushi? -preguntó Himuro luego de un rato de andar trás ellos

-Teiko -fué lo único que contestó ella.

Luego de andar un buen rato llegaron a donde Murasakibara vivía

-estoy solo en casa -dijo el gigante entrando con los otros dos trás él

-¿tienes una pelota? Haz que no ir a clases valga la pena -le ordeno la niña

-tu no vas a la escuela -le dijo

-¿Cómo está eso? -preguntó Himuro siendo ignorado

-pero tomo clases particulares, esa es la razón por la que sigo manteniendo mi nievel adelantado -presumió Miran -en dos años tendré que volver -puso una mueca que dió a entender a Himuro que no le agradaba esa idea

-mejor vamos a comer enana -Murasakibara le puso una mano en la cabeza -o si no te aplasto -la estiró hacia la cocina, donde a Himuro le sorprendió la cantidad de armarios llenos de cosas dulces.

Comieron tooooda la mañana, incluso Himuro. Por la tarde, Miran obligó al gigante a ir a jugar basket, donde la niña le ganó, pero se quejó de que él no se lo tomaba en serio, Himuro solo miraba con extrañeza como Murasakibara trataba como uno de sus preciados pockys a la pequeña Midorima.

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¡Volví! -(o-o)-/* A nadie le importa :/

Hola... durante julio estaré actualizando cada dos días, para compensar mi mes de ausencia. ¿Qué hay de nuevo?

Por un momento quise ser Miran y comer mucho chocolate, pero luego recordé que es ficción y me puse a llorar :'(

La Hermana De Shintarō MidorimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora