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CAPÍTULO TREINTA OCHO
Bienvenida a casa 2/2





La mañana siguiente, el dóberman llamó a atención de su dueña al estar rasguñando una puerta de madera. Jinwoo de forma curiosa fue a revisar el porqué, así que tuvo que dejar a medias el desayuno e bajando la flema a la estufa se alejó de la cocina. Apenas se asomó en el principio del pasillo pudo ver perfectamente al canino gimotear frente a la ultima puerta cerrada, el cuarto de la visitas

¿Su nieta y compañía seguían durmiendo?

Miró el reloj que abrazaba su muñeca, eran cerca de las ocho de la mañana, si en una hora quería que la acompañaran a su camina matutina debería despertarlos de una vez.

Se acercó al final del pasillo e abriendo un poco la puerta se adentró lentamente con Bambu imitando sus pasos sigilosamente.

Desde su lugar pudo obtener una perfecta imagen de los tres durmientes en la cama. Roseanne dormitaba tranquilamente con una parte de su cuerpo encima del castaño que balbuceaba entre sueños con el brazo izquierdo tapando sus ojos, en cambio el azabache que roncaba ligeramente, tenía muy abrazada de la cintura a la rubia manteniendo la mayoría de su pequeño cuerpo encima del suyo.

Era como si el espacio de Chaeyoung en medio hubiera desaparecido y ella misma se había hecho un lugar para dormir encima de los chicos, mismos que no parecían estar nada incómodos, se podría decir que dormían plácidamente.

La mujer de tercera edad soltando una pequeña risilla, se acercó a la cama tocando sumamente el hombro de su joven nieta, quien aún dormida arrugó su nariz removiéndose hasta ocultar su rostro en el cuello de Taehyung, ya que anteriormente estaba en el de Jungkook. Jinwoo dio un profundo suspiro e procedió hacer el mismo intento con los otros dos chicos consiguiendo resultados muy similares.

Dándose por vencida, hizo una señal a su mejor amigo canino y Bambú entendiendo perfectamente lo que su dueña indicaba, hizo lo que había estado esperando desde que ingresó a la habitación. De un salto se subió a la cama y sin milagrosamente pisar a los humanos, dio lamidas en los tres rostros.

Jeon fue el primero en reaccionar moviendo la cabeza a ambos lados con una expresión adormilada, después Park menor que estiro la manta hasta esconder su cabeza y por último Kim solo despertó con una sonrisa ladina en la cara, alzando su mano a ciegas para poder acariciar la cabeza del perro.

—Niños, es tiempo de despertar. Recuerden que en una hora iremos a la caminata que se apuntaron, podemos aprovechar e ir a la laguna a qué se diviertan un poco —la mujer aplaudió repetidamente para crear ruido—. Ya estoy por terminar el desayuno, los quiero en la mesa en cinco minutos —se encamino a la salida del cuarto—. Por favor, lávense las caras, y vístanse.

—¿Podemos ir en pijama? —balbuceó adormilada su descendiente.

—De que pueden, pueden... pero no creo que a Jungkook le agrade ser picado por mosquitos con lo que lleva —sin más cerro la puerta, sus pasos alejándose hacia el lugar donde estaba hace unos momentos.

Tanto como Chaeyoung, como Taehyung, arrugaron sus cejas meditando lo recién dicho, para seguido justamente al mismo tiempo, reincorporarse con sus cabezas apuntando en dirección del menor -la primera dificultosamente tuvo que casi darse media vuelta-.

—Espero que la abuela no haya quedado traumada —murmuro el mayor escaneando la imagen frente a ellos—. No me sorprendería si un día tu sobrenombre sea nudista.

—El lado bueno es que esta vez amaneció milagrosamente con el pantalón y manta encima.

Jungkook soltó quejido cuando el dóberman volvió a lamer su rostro por tener intenciones de quedarse nuevamente dormido.





ᴄᴏɴᴛʀᴀᴛᴏ |Rosekook   [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora