ᴄᴏɴᴛʀᴀᴛᴏ |Rosekook [EN EDICIÓN]

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CAPÍTULO TREINTA
Los MMA

—...haremos algunos cambios en el contrato, específicamente en los eventos importantes. Como sabrán estamos a horas de los premios MMA, unos de los premios sumamente importantes para la industria de la música...

—¿Puede ir al punto? —le interrumpí con fastidio notorio en mi voz. El CEO a través de la pantalla me miró con mucha seriedad, acción que no le tome demasiada importancia. A un costado escuche algo caerse, eran mis mayores reprochándome con señas; sabía el porqué lo hacían—. Jungkook está en nuestro camerino, tanto el como las chicas tienen que terminar de alistarse, me incluyo —añadí con pesadez para no recibir un castigo por responderle de manera informal.

—Como decía —carraspeó para aclarar su garganta, sabia que escondía su indignación detrás de un perfil serio—. En este evento los asientos están conformados por tres largas hileras, por lo tanto no les tocará sentarse juntos, los lugares no estarán apartados como normalmente. Aun así ustedes encuentren la manera de estar cerca, y actúen de forma discreta —remarcó las últimas palabras.

Al ser la primera pareja que revelaba su relación amorosa con una sesión de fotos, no había dejado del todo complacidos a los admiradores; últimamente habían varias publicaciones en las redes preguntando si nuestra relación era solo una actuación para ganar dinero.

No estaban del todo equivocados. Siendo sincera me esperaba aquellas especulaciones, los fanaticos sí que eran inteligentes.

—Entendido.

—Respecto a sus actuaciones en el escenario, deben hacerlo bien. Sin errores, Rosé recuérdales a tus compañeras —como respuesta asentí ligeramente con la cabeza—. Estaré al tanto, cortaré —apenas anuncio, la cara del hombre desapareció de la pantalla del teléfono dejando a la vista el fondo de bloqueo.

Una fotografía donde Jungkook y yo éramos los protagonistas.

Dicha fotografía fue tomada por la más alta de Red Velvet —en el cumpleaños del chico—, y claro, en un arrebato de emoción esta misma la cambió como fondo de bloqueo. Y el no haberla cambiado desde hace dos meses recibo simultáneamente burlas de mis miembros de grupo.

Solté un profundo suspiro dejando caer mi cabeza en el respaldo del sofá, Jungkook a mi lado me imitó dejando mi teléfono en su regazo. Él había sido el encargado de tenerlo en su mano durante la corta videollamada, el también estaba al tanto de lo que hizo Joy, por ello no se sorprendía de ver la pantalla.

—Técnicamente tendrán que casi ignorarse —comentó mi miembro menor desde la silla donde una de las estilistas la maquillaba. La mujer nos miró con brevedad mientras una mueca adornaba su rostro, solo ella junto a los tres estilistas más que estaban en la habitación sabían de nuestra "relación", pero tenían prohibido decir alguna palabra, el jefe de la empresa se había encargado de que firmaran un contrato de silencio: si se les escapaba algo sobre nosotros estarían más que endeudadas económicamente.