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CAPÍTULO TREINTA NUEVE
¿Quieres comer ramen?




Los siguientes meses se basaron en una agenda demasiado apretada, no tenían tiempo de descansar, a causa de ello habían tenido más de una agonizacion e desmayo -los cuales sólo estaban enterados ciertas personas del staff-. Lo mismo iba para los chicos de Bangtan, tener un tour por el mundo, muy lejos de sus hogares era muy agotador. El grupo de las chicas ni siquiera tuvo la oportunidad de pasar fiestas célebres con sus familiares, la comunicación con ellos se basaba en videollamadas.

Ciertamente les estaba afectando a cada uno de ellos, no esperaban ver la hora en que llegaran a sus hogares. Y sus deseos fueron cumplidos pero no de la mejor manera que esperaban, toda su agenda fue inesperadamente cancelada, un virus local originario de china se esparció globalmente creando una cuarentena inmediata.

A las chicas se les hizo su prueba estando unos días de contención en un departamento especial del aeropuerto, cuando los resultados dieron negativos fueron liberadas en la misma manera que llegaron. Las maknaes al ser las primeras en abordar un vuelo, fueron las primeras en ser liberadas, en cambio con las mayores; tardarían unas tres horas más en llegar al departamento del grupo. Lugar donde dejarían las maletas del tour y empacarían ropa para encerrarse en cada departamento individual, todas contaban con uno propio y en el mismo edificio, a excepción de la vocalista principal que compartía uno con su pareja.





—Oh cielos —murmuro Roseanne la primera vez que vio al chico con quien compartía contrato en meses. Estaba impresionada lo largo que le había crecido el cabello, una cosa era verlo por videollamada y otra era en persona—. ¿Como es que lo tienes tan bien cuidado? Deberías pasarme tip —alargó su mano para acariciar aquellos mechones azabaches.

—¿Hablas en serio, Anne? —le mando una mirada incrédula.

—¿Que? —sin dejar de acariciar su cabello, lo miro a los ojos confundida.

—¡Hola cariño! Hace tanto tiempo que no te veo, por no decir casi medio año, ¿cómo estás tú? Si que te he extrañado... —hablo con todo el sarcasmo en cada punta de su lengua.

—Ahh —se le escapó decir, luego de entender.

—Ahh —la imitó. Park lo miro brevemente antes de depositar un casto beso en su mejilla como saludo, para seguido tomar sus seis maletas de rueditas e pasar a un costado del chico para ingresar al departamento—. Fingiré que no fue el beso más seco de mi vida —susurro para si mismo antes de cerrar la puerta y seguir a la chica de cerca.

La rubia se dirigió hasta el gran vestidor que ambos cantantes compartían, ahí dejo sus maletas que más tarde desempacaría. Se retiró el abrigo que la envolvía dejándolo en un canasto de ropa vacío, y sin pena alguna, frente al azabache comenzó a deshacerse de las prendas que portaba quedando en ropa interior y con ella hizo lo mismo que el abrigo.

—¿Que es lo qué haces? —cuestionó confundido al verla nuevamente esquivarlo entrando al baño de invitados, lugar donde sin mucho preámbulos se introdujo a la bañera abriendo inmediatamente el grifo, cerró la puerta corrediza gris logrando que su figura desapareciera—. ¿Por qué no te duchas en la de nuestro cuarto?

—Debo desinfectarme primero, Jeon —respondió abriendo brevemente la puerta solo para sacar la ropa interior blanca.

—Ahora lo entiendo todo —murmuro con obviedad en su voz—. ¿Quieres que prepare fideos? —recibiendo la confirmación que necesitaba, salió del sanitario para preparar lo dicho en la cocina. Pero volvió a regresar al baño para dejarle un cambio de ropa a la chica pues se había metido directamente sin agarrar nada.





ᴄᴏɴᴛʀᴀᴛᴏ |Rosekook   [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora