Capítulo 17.
Abro el mensaje de Eric.
“Dulce, no te busque antes de que te manifestaras, no te bese cuando quedamos y no te he dicho cuanto te quiero porque no puedo… en nuestro mundo no se permite a cupido tener pareja porque tener pareja conlleva cambios de humor, y tampoco a su protector porque podría desocupar sus obligaciones y poner en peligro a muchas personas, o eso dicen. Somos seres a los que no nos afectan tus poderes porque nos encargamos de hacerlos, pero eso no significa que no podamos sentir el amor, quería explicártelo el jueves de una manera más suave pero preguntaste por qué te besé. Lo he estado pensando y no me importa lo que digan en nuestro mundo, yo solo quiero estar contigo porque te amo desde que te vi por primera vez en ese parque mientras escribías en tu diario… Ahora, por favor, asómate a la ventana.”
Veo desde la cama como llueve y me acerco, no podría estar más arrepentida por no haberle dejado explicarse, él me quiere y yo a él, quiero pasar toda mi vida a su lado.
Me asomo y veo a Eric en la calle, está totalmente calado y espera sentado probablemente a alguna señal mía, el mensaje es de hace hora y media.
-¡ERIC!
Levanta la cabeza y se pone de pie mirando a mi ventana.
-¡DULCE!
-No hacía falta que te quedaras ahí todo este tiempo, está lloviendo.
-Pero tenía que demostrarte lo mucho que te quiero.
Río y sonrío feliz de que no se haya ido.
-Espera ahí.
Salgo de mi cuarto y voy corriendo a la puerta.
-Mamá, salgo un momento.
-Pero si está lloviendo.
Cierro la puerta, tengo que salir, no puedo quedarme en casa sabiendo que ha esperado hora y media bajo la lluvia por mí.
Llego al portal y abro la puerta, Eric está ahí, esperándome.
Salto hacia él y me agarra al vuelo, me da vueltas mientras me besa apasionadamente y la lluvia moja mi cuerpo.
-Te quiero.- Dice en voz baja.
-Lo sé.
Le beso de nuevo y digo:
-Yo también te quiero.
Me baja y le ofrezco subir para secarse un poco, no me importa lo que diga mi madre.
-No Dulce, es un poco pronto para conocer a tu madre.- Se sube a su coche.
-Está bien, pero prométeme que me llamarás mañana.
-Sí…
Me besa y se va, sigue lloviendo y subo rápido a mi casa, entro.
-¿Quién era?
-¿Qué?
Mi madre está sentada en el sofá mirándome fijamente con los brazos cruzados, no parece un de esos momentos para recordar más tarde, no sé si me explico.
-He dicho que quién era.
-Mi… novio.
-¿Por qué no me lo has contado antes?
Prefiero no responder.
-Te he hecho una pregunta.
-Es que… más bien acabamos de decidir que somos novios.
-Anda, ve a cambiarte antes de que pilles un resfriado, luego hablamos.
Me marcho a mi cuarto y me pongo un pijama, me seco el pelo y vuelvo al salón, no quiero hablar con mi madre sobre Eric, acabo de descubrir muchas cosas sobre mi vida que no he asimilado bien y, obviamente, no he pensado en ninguna respuesta a las posibles preguntas de mi madre, pero debo hacerlo.
Está en la cocina preparando la cena, me paro en la puerta y la miro.
-Ya he terminado.
-Bien, cuando termine cenamos, ve preparando las cosas para mañana, ya es tarde.
-…Vale…
La reacción de mi madre es muy extraña, esperaba que estuviera en el salón y que hablaramos sobre Eric y puede que sobre más cosas relacionadas con mi vida, pero ha actuado como si no hubiera pasado nada.
Preparo la mochila de mañana y vuelvo a la cocina esperando oír a mi madre decirme algo, pero nada.
Bebo un vaso de agua y ella sirve la comida en dos platos y sale de la cocina, no sin antes añadir que lleve la bebida, no dice nada más, tampoco creo que haya sido para tanto, solo he salido de casa unos 5 minutos; Sí, me he besado con un chico y he vuelto totalmente calada pero actúa de forma muy extraña.
Se me hiela la sangre solo de pensar que los solitarios le hayan hecho algo, no sé si pueden o serían capaces de cambiar a mi madre o algo así.
Me dirijo al comedor y me siento, empiezo a comer sin gana, porque no creo que le haga gracia que me deje la cena.
-Dulce, -Apoya los codos en la mesa y me mira.- ¿Quién era ese chico?
-Lo conocí hace un tiempo a la salida del instituto.
-¿Cuánto tiempo?
-Una semana más a menos.
-¿Y ya estáis saliendo juntos?
-Sé que parece un poco precipitado pero…
