Capítulo 9.

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Capítulo 9.

Aquí estoy, son las 6 de la tarde del viernes y espero sentada en un banco a que aparezca Eric.

Estoy realmente nerviosa, es como si cuando aparezca vaya a desmayarme, no paro de girarme para que no me dé un susto por detrás, lo cual me pondría más nerviosa de lo que ya estoy y me haría gritar con toda mi potencia de voz que no es poca.

Oigo el ruido de un coche aparcar y me giro, veo como Eric se baja y me sonríe; conducía un coche rojo realmente precioso y lleva puestos unos vaqueros con una camiseta blanca y una gabardina azul oscuro que le sienta realmente bien, me quedo embobada.

Baja del coche con una elegancia incomparable, como en las películas y se pasa una mano por el pelo, sonríe a lo lejos y se acerca a mí.

-Hola Dulce.- Pone el brazo para que se lo coja y yo me levanto y lo cojo con un poco de indecisión, me siento como si de repente fueran a aparecer cámaras y gente diciendo que todo es una broma de MTV.

-Hola Eric.- Me sale un gallo horrible, me quiero morir.

-¿Qué te parece si subimos al coche y te llevo a tu sorpresa?

-Me parece perfecto.

-Entonces vamos.

Me abre la puerta del coche, es como un príncipe azul pero mucho más guapo. Él sube por su lado y comienza a conducir por las calles de la ciudad, de vez en cuando se gira y me sonríe, parece increíble que vaya subida a un coche solo con él, a mí todavía me queda un año y medio para sacarme el carnet de conducir.

Estamos en silencio durante bastante rato hasta que él empieza una agradable conversación sobre los días calurosos:

-Hoy hace un día espléndido, ni siquiera hay que llevar chaqueta, con llevar una camiseta de manga larga o algo por el estilo es suficiente.

-Personalmente prefiero los días calurosos, odio el frío y tener que ponerte 5 capas de ropa para no congelarte.

-Estoy de acuerdo, el calor anima los días como el chocolate ¿Te gusta el chocolate?

-Sí, mucho, aunque mezclado con un día caluroso no tiene buen resultado.

Ríe y asiente con la cabeza mirando a la carretera.

-Hemos llegado.- Dice bastante más tarde mientras cuando termina de aparcar el coche. –Espero que no te de miedo el agua.

A lo lejos veo un lago con unos puestos cerca, como si fuera una pequeña feria.

-No, no me da miedo. –Digo en un susurro, dudo que me haya oído porque está mirando embelesado el lago.

Andamos y llegamos a los puestos, es un lugar precioso lleno de colorido y con bastante gente dispuesta a divertirse.

-He alquilado un paseo en barca.

Llegamos a una especie de embarcadero y habla con un señor de unos cuarenta y tantos años.

-Vamos.- Subimos a un barco para unas 4 personas y empieza a remar, esto me recuerda demasiado a la sirenita, va enserio.

Cuando lleva un rato remando para y me mira fijamente, casi me derrito cuando dice:

-Eres el ser más bello que he visto nunca.

-¿O sea que para ti soy un ser?- Digo en broma, no me juzguéis, estoy muy nerviosa.

-Por supuesto que no, pero eres especial, no tienes ni idea de lo que eres capaz de hacer, de las experiencias que vivirás en toda tu vida, eres maravillosa y aunque apenas te conozco de una semana, te miro a los ojos y no puedo evitar pensar en que no hay ser en la tierra que pueda igualar o superar tu belleza.

Me quedo sin palabras, nadie me había dicho unas palabras tan bonitas, nunca.

-¿Cómo puedes pensar eso? Tan solo soy una persona como otras, no tengo nada de especial, jamás he destacado en nada y nunca se me ha dado bien hacer amigos.

-Si tan solo pudieras ver lo que yo veo cambiarías las palabras que has dicho.

Seguimos hablando un rato y volvemos a la feria, jugamos en un montón de casetas, me rio con todo lo que dice, es que es tan gracioso...

-Bueno es tarde creo que deberíamos volver, ya son las 10 y entre que volvemos…

-Claro Dulce, volvemos ya, aunque solo hubiera pasado 5 minutos contigo ya me habría divertido.

-Lo mismo digo.

Cuando volvemos a la ciudad no quiero bajarme del coche, es perfecto, Eric es como un Dios griego, qué digo, es mejor, los dioses griegos podrán ser guapos pero se comportan como imbéciles. Estamos en la puerta de mi edificio y no sé qué decir, me gustaría decirle que subiera, pero eso es totalmente imposible.

-Aunque ya te lo he dicho, me lo he pasado genial esta noche, jamás me imagine que fueras así, es decir, jamás imagine que pasaría esto.

-¿El qué?- No tengo ni idea de a qué se refiere.

-Nada yo me entiendo, te llamare para volver a quedar.

-Adiós Eric.

-Adiós Dulce.

Se inclina hacia mí, estamos muy cerca, tan cerca que somos uno, quiero que me bese y va a hacerlo, se acerca más y…

Los problemas de Cupido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora