No sé cuánto tiempo llevamos practicando pero juraría que más de 2 horas.
Eric me explica una y otra vez las diferentes formas de ataque y defensa, son limitadas puesto que mis poderes están más centrados en el uso del amor que en la batalla pero siguen siendo increíbles.
Es como si toda la energía que tienes dentro empezara a moverse dentro de ti y saliera por tus manos.
Tan solo es como un haz de luz rápido pero que te deslumbra si lo miras fijamente.
La magia negra afecta a tu cerebro, cuando alguien de nuestro mundo se acerca a ella no la ve y empieza a tener como… visiones. Todo es psicológico, pueden aparecer ante ti todo tipo de monstruos, puedes llegar a sentir un increíble dolor y desear morir pero todo eso solo pasara en tu cabeza.
Nunca se sabe cuándo va a parar, depende de tu magia y de la magia de quien haya dejado el “rastro”.
Eric parece preocupado y un poco ausente, como si en cualquier momento fuera a decirme que no puedo ir con él, tiene miedo de que me pase algo. Todo el rato me repite que debo hacerle caso en todo lo que diga.
-Necesito descansar, Eric. Llevamos –Miro el reloj- 2 horas y media con esto, casi no puedo mantenerme de pie.
-Venga tan solo un poco más y terminamos, es importante que te recuperes pero si paramos ahora luego no tendrás tiempo de descansar e iras sin energías.
-¿Cuánto puede durar?
-Ya te he dicho que no lo sé.
-Pero dame una idea, no puedo ir sin saber a qué me enfrento.
-Teniendo en cuenta la fuerza de tu magia diría que poco, pero según tu experiencia mucho. No sé qué tipo de mago es Mark.
-¿Cuánto es poco? ¿Cuánto es mucho?
-Poco sería unos 15 minutos, y el problema no es que sea mucho sino que no termine.
-¿Eso es lo que has dicho antes?
-Sí, lo de quedarte atrapado, no puedes salir, hasta que… mueres, de agotamiento o sed, suicidio.
-Pero eso no va a pasar, te tengo a ti para protegerme.
-No puedo ayudarte dentro de tu cabeza.
-Pero puedo verte y oírte, puedes darme ánimos, ayudarme a luchar.
-Sí, eso sí.
Eric parece tan decaído, ojalá pudiera saber qué le pasa, ayudarle y decirle que todo va a salir bien, pero no sé cómo va a terminar esto.
-Eric ¿Te ocurre algo? Es que… siento que estás como… no sé.
-No, solo estoy cansado.
-¿Seguro?
-Sí, pero debemos continuar.
Sé que no es verdad, no parece cansado, pero ¿Qué puedo hacer? Solo continuar.
Después de otra media hora de práctica decidimos descansar y comer un poco. Nos sentamos en la mesa a comer unos ricos bocadillos que hemos preparado.
La hora se acerca y Eric ya ni siquiera habla, se queda mirando un punto de la pared mientras yo le cuento algo.
-¿Me estás escuchando?
-¿Eh?
-¡Eric!
-Lo siento, es que estoy nervioso, sería mejor que fuéramos saliendo ya.
-De acuerdo.
Sé que me oculta algo, lo averiguaré después de la batalla, ahora no puedo hablar con él. La idea de que quiera dejarme me viene a la cabeza y se me hace un nudo en la garganta, puede que haya cambiado de idea, puede que no pueda soportar más la presión de nuestro mundo. Si eso es cierto mi mundo se derrumbaría, no quiere decirme nada para no hacerme daño, pero… ¿Qué otra cosa puede ser si no?
Veo como el coche se aproxima a su casa, bajamos del coche y miro a la casa, aparentemente no hay nada pero siento como un golpe dentro que me marea.
Eric y me acaricia dulcemente la mejilla, las yemas de sus dedos me recorren la frente, la nariz, la barbilla para pasar al final por mis labios, mientras me sujeta la cara con ambas manos se acerca a mis labios. Aguanto la respiración y sus ojos atrapan los míos, es como estar en un campo de yerba fresca, siento sus labios en los míos y… me relajo, como si toda mi vida hubiera estado en tensión esperando eso y de repente llegara y pudiera descansar.
Se separa y tomo una bocanada de aire, se me ha olvidado como respirar.
-Por favor, recuerda que esto lo hago porque te amo.
Entonces me doy cuenta de que es lo quiere hacer, de porque se ha pasado el día en su mundo, de porque no me decía nada y en el fondo siempre lo he sabido, solo que no quería aceptarlo. Eric va a entregarse por mí.
Estoy a punto de hablar cuando todo se vuelve negro.