Capítulo 23.

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CAPÍTULO 23.

Paso un día tranquilo, hablo con mi madre, estudio y paso un largo rato en el ordenador.

Ahora mismo es jueves, las 9 de la mañana, estoy muy nerviosa por la cita, he decidido levantarme pronto para que me diera tiempo a prepararme.

Me tomo el vaso de leche y hago grandes esfuerzos por no morderme las uñas o arrancarme el pelo.

Preparo una mochila con lo que me voy a llevar, crema solar, toalla, chanclas, etc. Me visto y me peino.

Son las diez y ya estoy lista, a lo mejor decido suicidarme para evitar los nervios, sé que estoy exagerando, pero soy la reina del drama.

Mi madre aparece por la puerta de la cocina y me mira sorprendida.

-Mamá ¿Por qué no estás vestida ya?

-Queda casi una hora para que llegue Eric y pretendes que esté vestida ya, bastante con que haya desayunado.

-No me contradigas mamá, estoy demasiado nerviosa como para que me contradigas.

-Dulce, solo voy a conocer a tu novio, no voy a darle la bendición para que os caséis.

-Lo sé, pero es que quiero que todo que salga perfecto.

-Todo va a salir bien, siempre y cuando no sea un impresentable o algo por el estilo.

-No lo es.

-Bien, voy a vestirme y te recomiendo que pongas la tele o hagas algo para distraerte.

-Sí.

Mi madre se marcha y enciendo la tele, pero no le presto demasiada atención.

Al cabo de una media hora sale mi madre ya vestida y me dice que ordene un poco el salón.

Pongo música para entretenerme mientras limpio, barro y empiezo a quitar el polvo de las estanterías del fondo del salón, las que están de espaldas a la puerta.

Empieza “live while we’re young” y yo desato toda mi locura natural, canto y bailo mientras “limpio” los estantes y cuando está sonando mi parte favorita, empiezo a saltar y me giro.

Eric está al lado de la puerta y me mira sonriendo.

-Puedes seguir, no hay prisa.

-Ja ja, que gracioso ¿Cómo has entrado?- Paro la música.

-La puerta estaba abierta.

-Mi madre debe haber bajado a tirar la basura ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

-Lo suficiente para saber que cantas muy bien.

-¡Oye! Me acerco a él y le doy un golpe suave en el brazo.

-¡Auch! Lo decía en serio.

-Entonces gracias.

Me pongo de puntillas y le doy un beso en las labios, que él sigue mientras me coge de la cintura. Oigo como se cierra la puerta y me separo rápidamente de Eric.

Mi madre me mira fijamente, supongo que debería haber estado más atenta a la puerta, no es buena idea que la primera imagen que tenga de mi novio sea besándome, por muy correctamente que sea.

-Mamá, él es Eric, Eric, ella es mi madre.

-Encantado.

Se dan dos besos y yo valoro la posibilidad de desmayarme, pero la descarto porque entonces no podré salir con Eric.

-¿Quieres tomar algo?

-No, gracias.

-Sentémonos.

Al menos parece que mi madre está llevando bien la situación. Nos sentamos Eric y yo en el sofá y mi madre en el sillón.

-Dulce me ha dicho que vas a la universidad.

Que no le diga que está en segundo… que no le diga que está en segundo…

-Sí, estudio marketing.- Uffff…

Tras una conversación de unos 5 minutos mi madre dice:

-Está bien, iros y que os lo paséis bien.

Esbozo una gran sonrisa, salgo de mi casa y subo al coche de Eric, que parece tan feliz como yo.

Empiezo a pensar que todo va a salir bien, sé que voy a ser muy feliz con Eric, para siempre y que me protegerá ante todo.

Llegamos a una casa grande al lado de la playa, en frente hay una especie de bosque y no hay ninguna casa cerca, tan solo se ve una a lo lejos, cerca de un acantilado.

Bajo del coche y voy corriendo a la arena, la luz del sol me baña y disfruto del olor a mar.

-¿Te gusta?

-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta!- Dejo mi bolso con mis cosas en el suelo y ya en bikini me acerco al agua.- ¿La casa es tuya?

-Era de mis padres, me la dejaron en herencia.- Sigue sonriendo pero ahora mira al suelo un tanto triste, no quiero arruinar el día.

Miro el mar y me pierdo con su belleza.

-Te echo una carrera.

Los problemas de Cupido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora