CAPÍTULO 22.
Eric me mira con unos ojos que no sé si son de miedo, sorpresa o desgana.
-Yo…
-Sé que llevamos poco tiempo saliendo, en realidad solo nos hemos besado 2 veces, pero es la única manera de que mi madre confíe en ti, tiene metido en la cabeza que tiene que protegerme, claro ella no sabe que tú estás para protegerme y no se lo puedo decir porque…
Eric me besa suavemente, es un beso dulce que hace que se me olvide todo lo que iba a decir.
-No me importa conocer a tu madre, es que tengo miedo de no caerle bien.
Vamos, que lo que había en sus ojos era miedo… sonrío.
-Le caerás bien, si le cae bien hasta Mark y pretende destruir mi alma.
Mark ríe en voz baja y me mira a los ojos, me besa de nuevo y yo sigo ese beso y nos recostamos en el sofá. Cada caricia suya hace que me tiemble el alma y sigo besándolo mientras él se quita la chaqueta. Sus labios son como una droga para mí, no puedo dejarlos, empieza a hacer calor en la habitación.
-Dulce ¿Estás ahí?
Me quedo completamente quieta e intento recuperar la respiración.
-Sí mamá, no podía dormir y he venido a por un vaso de agua.
-¿Quieres que vaya?
-¡NO! Ya me ha entrado sueño y voy a acostarme.
Me levanto y le doy la chaqueta a Eric, abro la puerta y él sale, me da un beso de despedida y yo cierro la puerta con el mayor silencio posible.
-Está bien, hasta mañana.
-Hasta mañana, mamá.
Voy a mi cuarto y me duermo al rato.
Me despierto por la luz que entra por mi ventana, voy a la cocina y miro la hora, las 11 de la mañana.
-Mamá ¿Por qué no me has despertado para ir al instituto?
-Ayer fue un día demasiado agitado, he pensado que sería mejor que te quedases en casa hoy.
-¡Vale!
Me preparo un bol con cereales mientras tarareo una canción y después de desayunar voy a ver la tele, lo propio de un día sin instituto.
-¿Qué crees que estás haciendo?- Dice mi madre.
-Mmm… Ver la televisión.
-¿No tenías examen mañana? –Mierda.
-Sí…
-Pues ya puedes empezar a estudiar, que ayer no hiciste nada.
-Porque estaba en el hospital.
-Pero hoy estás aquí y es hora de ponerse a estudiar.
Me voy a mi cuarto pero nada más ver las hojas con los apuntes me deprimo. Aun así estudio durante una hora aproximadamente.
Nada más levantarme de la silla suena mi móvil.
-¿Amy? ¿No estáis en clase?
-Estamos en el recreo y nos hemos escondido en el baño para poder llamarte, estás en el manos libres, estábamos muy preocupadas.
-¿Por qué?
-Tu madre nos dijo ayer que estabas en el hospital porque te habías desmayado y como hoy no has venido al instituto…
-Sí… no he ido porque me dieron el alta muy tarde y estaba muy cansada de ayer.
Niki: -¿Y sabes por qué te desmayaste?
-Creen que ha sido una lipotimia, pero yo creo que alguien me golpeo.
Ariadna: -¿Y para qué iba alguien a golpearte?
-No lo sé, pero creo que fue Mark.
Amy: -¿Mark?
-Sí, me pareció muy extraño lo de ayer y… no sé.
Ariadna: -Te entiendo pero creo que exageras un poco, no te lo tomes a mal pero…
Niki: -El problema es que no entendemos por qué iba Mark a golpearte.
-¿Y por qué iba a presentarse en el instituto como lo hizo?
Amy: -Es eso exactamente, no entendemos nada de lo que está pasando, Mark se comporta de una forma muy extraña.
-Olvidémonos de Mark, no pienso volver a verlo, nunca. A partir de ahora mi vida se va a centrar en vosotras, mi madre y Eric.
Oigo risas y comentarios en voz baja.
-¿Qué pasa?
Niki: -Nada, solo que tu voz suena muy alegre cuando dices su nombre.
Ariadna: -A ver cuando nos lo presentas.
Todas reímos pero se acaba la diversión cuando escuchamos el timbre.
Amy: -Tenemos que irnos, nos vemos mañana.
-Sí.
Cuelgo y me preparo un baño, me apetece relajarme.