Capítulo 29.

20 3 0
                                    

Hola de nuevo, os traigo un capítulo un poco corto, pero como ahora estoy de vacaciones creo que tendré más tiempo para escribir.

Intentaré subir el próximo mañana, a ver si puedo :)

Besitos.

CAPÍTULO 29.

Llegamos a casa de Niki y llamo al timbre, Eric se queda esperando en el coche por si me pasa algo.

Niki abre y salta a mis brazos.

-¿Estás bien?

-Claro ¿Qué pasa?

-Tardabas mucho y empecé a preocuparme.

-Es que he pasado a ver a Eric.

Niki mira por encima de mi hombro y Eric la saluda desde el coche.

-¡Que mono es!

-Lo sé ¿podemos pasar ya?

-Claro, estaba leyendo.

-No me extraña.

Ambas reímos y nos sentamos en el sofá. Niki vive a las afueras de la ciudad, en una casa grande con sus padres y su hermana mayor pero normalmente está sola porque sus padres hacen muchos viajes de trabajo, la dejan con su hermana pero… suele pasar muchas noches en casa de su novio.

-¿Cómo te va todo con Eric?

-Muy bien, estoy muy contenta.

-Ya era hora de que encontrases a alguien así.

Guardo silencio, no me apetece hablar del tema de Eric porque ahora mismo mi vida está dividida en 2: Dulce y Cupido, y Eric de momento solo puedo encajarlo en la segunda. Cupido me aporta la valentía y la fuerza con la que hablo con Eric pero empiezo a dudar de esa valentía en mi otra vida, puede que Eric consiga conectarme con mi otra parte pero cuando no está sigo siendo tan solo Dulce.

Hablamos y vemos una serie a la que no prestamos demasiada atención. Llega un momento en el que vamos a la cocina y preparamos una especie de “comida” que se basa en helados de diferentes sabores con siropes y toppings de todos los que tenía en casa.

Tras comer me marcho a mi casa y por el camino me llaman al móvil, lo cojo al ver el número de Eric.

-¿Sí?

-Dulce, tienes que ayudarme.- Se oye una voz distorsionada al otro lado, no puedo estar segura de quien es.

-¿Perdón?

-Cuando me desperté y fui a la cocina me dieron un golpe en la cabeza y caí al suelo, me he despertado aquí, no sé dónde estoy.- Ya claro.

-¿Me estás diciendo que te han secuestrado?

-Ha sido Mark, estoy seguro, tienes que sacarme de aquí.

-¿Cómo pretendes que lo haga?

-Probablemente estoy en su casa, ven a por mí.

-Ni siquiera sé si eres tú, tu voz suena distorsionada.

-Yo también te oigo mal, debe ser la cobertura.- Este se cree que soy tonta.

-Es decir, quieres que vaya a casa de Mark, sin estar segura de que estás allí, sin nada con lo que protegerme, cuando ni siquiera estoy segura de que seas tú.

-Claro que soy yo, te estoy llamando con mi móvil.

-Normalmente cuando secuestran a una persona no le dejan el móvil.

-¡Sácame antes de que Mark venga y me mate!

-No sé cómo has conseguido el móvil de Eric, pero no soy estúpida, Mark.

Oigo una risa y después la voz de Mark.

-Veo que eres más lista de lo que creía, niñita.

Cuelgo y me marcho a mi casa, cuando llego mi madre no está porque ha ido a ver a mis tíos.

Hago los deberes y después llamo a Ariadna por si se quiere quedar en mi casa a dormir y me dice que sí. Llamo a mi madre.

-Mamá le he dicho a Ariadna que se quede a dormir en casa.

-Está bien, pero voy a tener que ir a casa de los abuelos y quedarme allí a dormir porque tu abuela se ha puesta mala y n es mejor que no se queden solos ¿Os importa quedaros solas?

-No, te llamaré mañana al despertarme para que sepas que estamos bien.

-De acuerdo, adiós.

-Adiós.

Cuando llega Ariadna cenamos y vemos una película, nos vamos a mi cuarto a hablar, Ariadna se queda dormida en mi cama y yo voy a buscar la cama inflable que está en un armario de la cocina.

Me agacho para cogerlo y oigo la puerta de mi casa abrirse, se me hiela la sangre.

Resuenan pasos en el suelo y por el hueco de la puerta veo como alguien va hacia el pasillo de mi habitación, no es mi madre ni Eric, es... Mark.

Los problemas de Cupido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora