Los Merodeadores - El último Camino

Chapter 2

- Supongo que ser miserable también está en tu repertorio de hoy, Lyra - musitó Walburga mientras entraba en el despacho que Orion amablemente le había cedido a su nieta. La joven Black levantó su mirada y suspiró mientras dejaba de nuevo su pluma en el tintero - No me mires así, no soy yo quien se ve como si toda la felicidad del mundo se hubiese desvanecido.

- ¿En serio eso te quita el sueño abuela? ¿Saber que soy infeliz? - preguntó Lyra mientras se levantaba.

- Me quita el sueño saber que te convertirás en mi y eso querida, más que un halago, realmente me decepciona - Walburga se acercó a ella y le tomó del brazo con firmeza - Déjame el luto y la culpa a mi, Lyra. Estás muy joven para cargar con tanto que ni siquiera te pertenece.

- Debo hacerme cargo de mi madre y mi hermano - suspiró ella - Es mi deber.

- ¿Hermano? ¿Cómo puedes estar tan segura que será un niño? - preguntó Walburga algo sorprendida.

- Puedo presentirlo - sonrió ella aunque el brillo no llegó a sus ojos - Tu no comprenderías abuela.

- ¿Que es lo que según tú no entendería? Niña insolente - siseó para luego soltarla - Tu madre es una Black al igual que la criatura que viene en camino, mientras estén en Grimmauld Place tu, tu madre y la criatura son responsabilidad mía y de Orión. Tu padre podrá estar revolcándose en su tumba pero mi deber es velar por la seguridad de mis nietos, y eso te incluye por supuesto a ti. ¿Que es lo que no puedo entender según tu? ¿Que creciste sola con tu madre? ¿Sin un padre? ¿Que sientes una profunda tristeza porque tú hermano también crecerá sin uno? Oh querida, para mí eres agua cristalina y puedo leer a través de ti muy bien. Cómo también se que tienes el corazón roto porque te has separado de Potter, ¿no es así?

- ¿Eso qué abuela? Debes estar feliz por ello, ¿no es así? - Lyra se había devuelto a su asiento tras el escritorio y Walburga se sentó frente a ella.

- Potter no es nada de mi agrado, es cierto. Pero si algo respeto es que eres una jovencita decidida, con carácter y si mal no recuerdo poco te importaba si lo aceptaba o no - dijo con suavidad mientras alzaba una ceja - ¿Por qué de pronto parece que has decidido dejarle sin más?

- No es tu asunto y con todo el respeto te pido que me dejes sola - soltó mirándole fijamente.

- Te dejaré en paz, pero antes dos cosas. La primera es que puedes elegir entre ser miserable e ir por lo que quieres, ¿que acaso no es el ejemplo de tu padre? ¿El hacer lo que les venga en gana? Ser un Black te da derecho a que el mundo te pertenezca - dijo la mujer con arrogancia - Lo segundo es que Cassiopeia está aquí.

Los ojos de Lyra se abrieron sorprendidos mientras se levantaba bruscamente seguida de Walburga quien cabeceó contrariada. Cassiopeia estaba frente a Lyra y para sorpresa de la primera, recibió un abrazo que casi le deja sin aire.

- Cass - musitó mientras se separaba - ¿Ha sucedido algo? ¿Estás bien?

- Si, si ma...Lyra - sonrió de forma tranquilizadora - Señora Black - Cassiopeia hizo una pequeña reverencia que hizo a Walburga rodar sus ojos perdiendo la paciencia.

- La sangre de Sirius claramente corre por tus venas, niñita tonta - siseó Walburga aunque aquello causó gracia en Cassiopeia y algo de molestia en Lyra quien decidió permanecer en silencio - No necesitas saludarme con tanta formalidad. Lyra me llama abuela, así que te permitiré la misma condescendencia.

- Si no le molesta, prefiero seguir llamándola señora Black - le guiñó - ¿Dónde está Orion y el tío Reg?

- Orion ha ido al callejón Knocturn con Régulus y Apolo DeVilliers - respondió la mayor de los Black.