Chapter 53

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Alan Shaw conocía a su mejor amiga casi como la palma de su mano y se sentía un idiota mientras veía bajar a Albus y pensar que realmente, muy en serio, había estado ciego un largo rato.

Era relajante que la casa al fin estuviera silenciosa y sobretodo que Jacob se fuese a dormir de una vez por todas. Su insistente molestia y sobretodo la frustración de no poder proteger a su familia ni a su mejor amiga lo tenía casi en sus nervios y no solo a él, cosa en la que Apolo no ayudaba mucho cuando se había decidido a apoyar las ideas suicidas de Lyra.

Parecía casi como magia cuando la mirada verde de Albus se topó con la de Alan durante un instante. El joven rubio sonrió casi divertido al ver que aquella expresión y lo oscuro que aquellos ojos verdes de habían tornado, le recordaban a Lyra una y otra vez.

— ¿Cómo esta Lyra? — preguntó Alan mientras Albus se acercaba cauteloso.

— ¿Cómo sabías que estaba con ella? — alzó una ceja inquisitivo el castaño. Alan se encogió de hombros dejando a un lado el diario que leía de forma distraída.

— Eres un Potter, me parece. Creo que también tienes cierta debilidad por ella — le tentó Alan mientras sonreía. Albus por su parte solo se encogió de hombros y se sirvió un poco de Whisky de Fuego para luego sentarse frente a él. Con su mano libre y la varita alzada, encendió el fuego de la chimenea para luego soltar un suspiro.

— Supongo, aunque realmente no se a que te refieres.

— ¿Me conoces en el futuro? — preguntó Alan mientras que se inclinaba un poco.

— Se de ti, por supuesto. Se muchas cosas de ti también — sonrió dando un sorbo a su bebida — ¿Que te ha causado curiosidad de preguntar eso?

Esta vez fue el turno de Alan de encogerse de hombros y sonreír como si fuese dueño de un secreto importante.

— No lo sé. Solo me preguntaba si los hijos de mi mejor amiga también son cercanos a mi.

El rubio debía admitir algo y es que Albus no se había inmutado en lo absoluto. Su expresión permanecía considerablemente apacible y observadora.

— Deberías preguntarle eso a Sirius y Cassiopeia, te aseguro que podrán tener una conversación más amena, Alan.

La forma en la que Albus había alzado su vaso y sonreído de la forma más arrogante solo confirmó lo que había estado pensando todo el día, desde que lo había notado. Alan cabeceó y no pudo evitar reír alegre y sobretodo divertido de saber algo que Lyra parecía ignorar por completo.

— Espero entiendas que crecí con Lyra, nos conocemos desde que tenemos casi seis años. Podría reconocer su sonrisa de sabelotodo en cualquier lado — apuntó con una expresión más seria — y por más Potter que seas, me he dado cuenta que tienes más de Lyra que Cassiopeia o que Sirius.

— No tienes pruebas de eso y dudo que alguien te crea, por supuesto.

— ¿De quién más podrías haber sacado lo retador y arrogante? No de Harry. Harry es demasiado modesto, pero Lyra...— Albus se mantenía apacible por fuera pero estaba un poco nervioso mientras Alan le miraba con más ahínco — Cassiopeia es demasiado amable y le preocupa lo que otros puedan pensar y Sirius aunque es arrogante y arriesgado, es explosivo, como...como...

— Podría ser Apolo su padre, ¿que no es lo que todos parecen pensar?

El siseo molesto de Albus hizo que Alan soltase a reír.

— ¿Sabes? Una vez Lyra y yo nos metimos en este gran lío por Jacob y su manía de salir a medianoche a ver a las aves de fuego que migran todos los años a Boston — comenzó a contar el rubio — y recuerdo ese mismo tono cuando ella le riñó a Jake, es...es como si la escuchase a través de ti y se que suena demente pero,  eres en esencia, idéntico a ella ahora que lo noto.

Los Merodeadores - El último CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora