El beso de Apolo le había dejado confundida. Sentía que por una parte había traicionado a Harry y que su amor por él se veía amenazado por un simple momento de debilidad. Sin embargo, todos los pensamientos desde que Sirius y Albus habían llegado le jugaron una mala pasada.
Lo que había visto aquella vez en la conexión con Desmond le perseguía constantemente. Unos ojos verdes en un rostro que no reconocía le acompañaban mientras dejaba el altar, con una felicidad incomparable, plena. También estaba el hecho que unos ojos verdes le hacían sentir desdichada mientras batallaban uno frente al otro.
Se giró sobre su cama y exhaló molesta. Odiaba aquello, odiaba sentirse así y sobretodo detestaba no poder estar cerca de Harry. Encendió la lámpara a su lado y se sentó mientras miraba fijamente hacia un espacio en la pared, intentando pensar en cualquier otra cosa. Unos golpes en la puerta le hicieron sobresaltar y le sorprendió que ciertos ojos verdes le mirasen aliviados.
- Albus, ¿ha pasado algo? - preguntó ella mientras le observaba.
- No realmente. Es que...no podía dormir. Vi tu luz encendida y pensé...pensé que quizás podía quedarme conversando solo un rato contigo.
Ella sonrió y dió varios golpecitos en la cama invitandole. Albus cerró la puerta con cuidado y camino sigiloso hasta sentarse en el borde. Observó toda la habitación y sonrió con algo de sorpresa.
- Todas las habitaciones parecen sacadas de una versión gore de cualquier libro de terror pero esta se ve muy acogedora - dijo con una expresión divertida.
- El abuelo Orion se las ha arreglado para acomodarla para mí. De hecho, cuando toda esta guerra termine, pretendo decorar toda la casa con colores que no parezca que alguien ha planificado un funeral aquí.
Lyra sonrió aliviada de poder conversar de algo que no tuviese que ver con la guerra o con su estado sentimental. Albus era amable y su expresión le llenaba de tranquilidad.
- ¿Puedes contarme algo de ti? Nada que obviamente vaya a afectar el curso de las cosas, pero...pareces un buen tipo.
- Bueno, es algo complicado. A ver, ya sabes que eres mi instructora - ella asíntió - Te sorprendiste cuando pedí el cambio en la academia.
- ¿Lo hice? - él asintió ante su mirada sorprendida.
- Me había tocado en el grupo de mi padre, pero pedí que me cambiaran al tuyo. Pensaste que había sido un error pero viste mi firma en la solicitud - contó con un brillo peculiar en sus ojos - Eres más exigente de lo que pensé.
- ¿Hablas en serio? Bueno, quizás lo saqué de mi madre. Ella también era entrenadora en la academia de Boston - contó mientras sonreía hacia él - aunque siempre quise ser Sanadora.
Aquello realmente había sorprendido a Albus. No sabía que su madre había tenido otra ambición diferente y se sentía feliz de estar allí y poder escucharlo. Lyra suspiró y él se acomodó para verle mejor. Sus ojos grises parecían haberse oscurecido, entonces entendió que aquello era muy importante para ella.
- ¿Por qué no serlo?
- Ya me has dicho que seré auror. No está mal, de cualquier forma elegí eso luego de estar en Hogwarts.
- ¿Por qué cambiaste de parecer? Realmente podrías ser buena sanadora, la mejor. Tengo pruebas de ello - señaló su rostro.
- Conocí a Harry y creo que estar cerca de él me hará sentirme más tranquila, su ambición siempre ha sido ser auror - le explicó mientras parecía que recordaba buenos momentos - Además, lo llevo en mi sangre. Mis padres también son aurores.
Albus tampoco sabía aquello. El amor de Lyra por Harry iba más allá de lo que el podía entender, sin embargo ahora podía darse cuenta que su madre nunca podría haber abandonado a Harry aún sabiendo que solo le traería la muerte. Había decidido que amarlo incluía estar con él a pesar de todo.
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Los Merodeadores - El último Camino
FanfictionEl que no debe ser nombrado no es la única amenaza del mundo mágico. Alguien tan despiadado como él desata el caos en un continente diferente, esparciendo el mal. Muy pronto ambos destinos están por encontrarse, pero Harry Potter y Lyra Black serán...