Albus no estaba para nada de acuerdo con el plan. Prefería haber estado solo con Lyra y no tener que lidiar con Apolo, sobretodo cuando sabía acerca de sus sentimientos hacia ella.
Se preguntaba si Cassiopeia y Jace estarían bien, si estarían con Harry tal cual indicaba el plan, quizás podría buscar una manera de comunicarse con ellos sin poner en peligro la misión en la que ahora se encontraba. En ese instante, permanecían en silencio, Apolo estaba adelante con su varita alzada iluminando el camino en aquel bosque que parecía conocer muy bien.
— ¿A dónde nos llevas? — preguntó Albus acercándose a ambos un poco más.
— Haz silencio — gruñó Apolo — Solo espera que lleguemos.
— ¿Realmente podemos confiar en ti? — insistió Albus pero está vez Lyra le hizo detenerse y le miró con sus ojos grises llenos de firmeza.
— Decidiste venir conmigo, desde el momento en que desapareciste tomando mi mano tomaste la decisión de confiar en mi y yo confío en Apolo. ¿Te queda claro Albus?
Albus apretó los labios y se limitó solo a asentir de forma altiva, al igual que ella mantenía su mirada fija y sentía como el ambiente parecía aún más frío. Para sorpresa del muchacho, Apolo se acercó a ella y le tomó del hombro casi como si intentase aligerar la situación.
— Estamos cerca. Ambos deben mantenerse en una pieza, somos un equipo. No es momento de ver quien tiene las bolas más grandes aquí, sin ofender Lyra — Apolo suspiró antes de girarse y seguir caminando.
Para Lyra, aquel plan solo le generaba ansiedad pero era lo mejor que podía hacer para acabar con todo aquello de una vez por todas. Sus pensamientos estaban en sus padres, en el pequeño Leo, Harry, todos. Aún intentaba asimilar los sucesos de hacía un par de horas, dónde por un instante sintió que su corazón se rompía en mil pedazos debiendo componerse para seguir con la misión que le correspondía.
Aquel bosque lo sentía peligroso, lleno de secretos y sobretodo de una calma oscura que parecía sobrepasarlos y arroparlos hasta querer consumirlos.
— Eso...eso es...¿es un traslador? — preguntó Albus señalando, mientras que Lyra observaba con detenimiento.
— Si, debemos apurarnos — instó Apolo — Es un traslador que he hechizado. Repite su ciclo una y otra vez para evitar que esté siempre aquí. Está brillando, eso indica que está por salir de nuevo y tardará casi cuatro horas para volver.
— ¿Dónde has logrado conseguir este traslador?
— Era de mi madre — respondió Apolo hacia Lyra — Tuve que negociar con ella hace un tiempo — dijo con un tono molesto, algo de lo que prefiero no hablar. ¿Podemos darnos prisa?
— ¿Que pasará con todos acá? — preguntó Albus mientras se detenía frente a aquel objeto sin acercarse lo suficiente.
— Hablaremos de esto al llegar al lugar al que vamos — Lyra le miró y le tomó la mano con fuerza — Albus, esta es mi misión y he decidido que vinieras porque he visto algo en ti...Esta no es tu guerra pero has aceptado unirte a mi cruzada, debes estar seguro de que esto es lo que deseas. Ni Apolo ni yo prometemos tener todo completamente resuelto, es una misión realmente peligrosa y en este momento necesitamos resolver algunos pendientes para poder avanzar, ¿estás con nosotros en esto?
Albus recordó aquella mirada. Su madre en el tiempo del que venía le había dado aquella expresión solemne y llena emociones, pero ahora frente a él, estaba aquella adolescente permitiéndole ser parte de una cruzada peligrosa. Sus ojos pasaron de ella hacia Apolo, exhalando sin más.
— Te juré que te seguiría hasta el fin del mundo, ¿que acaso esto no lo parece?
— El fin del mundo como lo conocemos Albus, puede que esté mucho más cerca — habló Apolo acercándose hacia ellos — Conoces la Hermandad, sabes de que trata. No eres uno de nosotros pero en este momento Albus debes estar a la misma altura. Los hermanos se protegen entre ellos, ¿entiendes lo que quiero decir? En este momento nos une el mismo lazo a pesar de que no lleves una runa en el brazo. La lealtad es lo que nos mantendrá vivos y sobretodo, nos quitará el peso de la soledad durante estos días.
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Los Merodeadores - El último Camino
FanfictionEl que no debe ser nombrado no es la única amenaza del mundo mágico. Alguien tan despiadado como él desata el caos en un continente diferente, esparciendo el mal. Muy pronto ambos destinos están por encontrarse, pero Harry Potter y Lyra Black serán...