Cassiopeia había llegado a Londres aquel verano. Sabía que su madre estaría fuera de la ciudad pero estaba segura que una persona no le fallaría en lo absoluto. Un hombre de cabello revuelto y sonrisa afable se acercaba corriendo hacia ella para luego abrazarla con fuerza y levantarle un par de centímetros del piso.
- ¡Mi dulce estrellita! - dijo con dulzura mientras le dejaba en el piso y acomodaba sus lentes - ¿Por qué se supone que estás tan alta? ¿Ha sido un buen viaje en traslador? ¿Tienes hambre?
- Papá, me avergüenzas enfrente de todos tus fans - susurró divertida mientras miraba alrededor - No sabes cuánto te extrañé. ¿Por qué andas en ropa muggle?
- ¿Está prohibido acaso? ¡Ah! Pasar tanto tiempo con el retrato de Walburga Black te ha hecho daño mi pequeña y hermosa hija - se burló Harry mientras la atraía de nuevo y dejaba un beso en su frente.
- ¡Papá! Tus babas. Además, no es por eso que lo digo. Es que de por sí, llamas lo suficiente la atención - dijo en su oído.
- Ya veo. Bueno, la verdad me sentía más cómodo así y hoy no tengo que ir al Ministerio, ¿puedes creer que me haya tomado el día libre? Si aún tienes planes de ser auror solo te digo que es un trabajo muy aburrido, la mayoría del tiempo es papeleo - dijo mientras tomaba su baúl - ¿Que tal el clima en Boston?
- Húmedo. Es la peor temporada para vacacionar allí. ¿Recuerdas a Victoria Bloomwood? La chica que te saluda siempre cuando pasamos por aquella librería - Harry asintió mientras caminaban - Bueno, le han concretado un matrimonio. ¿Puedes creerlo? Pensé que estábamos en el siglo 21.
- Mi vida, recuerda que para los magos eso da igual. El progreso en ciertos aspectos aquí es algo...más...ya sabes, lento.
- Si pero, ¿un matrimonio arreglado? Suena a algo que harían los Black - dijo con una risita y Harry cabeceó.
- No se lo digas a tu madre o te aseguro que te concerta uno en lo que dicen snitch. Aunque, ¿te molestaría si hablo con tu madre y planificamos tu petición de mano con Zeus?
Cassiopeia se giró hacia su padre con las mejillas sonrojadas. No es que aquello fuese un secreto para él. Harry era la persona más confiable después de Albus que conocía y sabía que le conocía demasiado bien, sobretodo porque ella misma lo había admitido una noche que ambos se quedaron hasta tarde tomando chocolate.
- Eres un...por Circe papá. Espero no le hayas dicho nada a mamá.
- Ni hablar. Soy una tumba pero te puedo asegurar que no hay nada que tú madre no sepa. Tu podrás ser la legeramente de la familia pero Lyra tiene el don de leer a las personas solo con verlas - dijo mientras pasaban por un pequeño grupo de personas que les miraba con admiración - No es que me encante la idea que mi pequeñita esté pensando en chicos...
- No son chicos, es solo uno. Y bien sabes que Zeus ni sabe que existo, pa - aseguró ella con un tono triste - Además, no soy tan pequeña, ya tengo quince años y te recuerdo que tú me dijiste que te enamoraste de mamá cuando tenías esta edad, ¿se te olvida?
- No creo que me pueda olvidar de eso.
Cassiopeia se giró hacia él y pudo ver cómo una sonrisa aparecía en los labios de su padre. Lo conocía perfectamente. Sabía que uno de sus recuerdos favoritos era aquel dónde su madre se encontraba en la parte trasera de una casa con muchas rosas, ella sonreía y podía ver cómo Harry solo tenía ojos para ella, en sus propias palabras aquel había sido el día en que supo que estaba perdida e irremediablemente enamorado de ella.
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Los Merodeadores - El último Camino
FanfictionEl que no debe ser nombrado no es la única amenaza del mundo mágico. Alguien tan despiadado como él desata el caos en un continente diferente, esparciendo el mal. Muy pronto ambos destinos están por encontrarse, pero Harry Potter y Lyra Black serán...