— Cassiopeia, tu y yo, hablemos ahora — Cassiopeia quien estaba en su habitación se giró con el corazón casi al borde de un infarto al escuchar aquellas palabras en una voz que conocía más que bien.
Su madre tenía aquel mismo tono, aquella misma expresión preocupada y seria que solía tener en su tiempo. Por un pequeño instante, quiso llorar y abrazarla, pero aquella persona no era la madre que conocía y eso le hundió aún más.
— A veces es mejor dejarme sola. Suele ser más sencillo.
— Se me ocurre que no es más sencillo, por lo menos no para ti — Lyra cerró la puerta tras ella y se acercó a Cassiopeia aunque ella se alejó — Se que no soy tu madre, no aún, pero...
— ¿Pero puedo confiar en ti? Tengo casi tu misma edad, por más que lo intente no puedo verte como algo más que no sea mi madre aún cuando lo intento y eso solo lo hace más complicado — dijo tan rápido que sintió como se quedaba sin aire, aunque de forma irónica, aquello le había relajado y Lyra sonrió al notar su rostro menos molesto.
— ¿Mejor? — preguntó Lyra y Cassiopeia asintió aún algo confundida — Cass, entiendo cómo te sientes, créeme que...
Lyra se giró cuando el toque de una puerta se escuchó de forma delicada, con un leve movimiento de su mano hizo que la misma se abriera. Unos ojos verdes miraban de ella hacia Cassiopeia con algo de sorpresa, pero inmediatamente Lyra notó el rostro relajado de la ahora pelirroja, y le invitó a pasar.
— Venía a hablar contigo Cassie, pero...
— Oh, puedes quedarte Harry. Creo que estamos en medio de una intervención — dijo ella mientras le tomaba de los hombros y lo acercaba — Creo que te escucha más a ti que a mí.
— No lo parecía hace un momento — sentenció mirando a Cassiopeia — Hechizarnos a todos...
— Dije que lo sentía.
Harry y Lyra se miraron y alzaron sus cejas al mismo instante.
— Nunca te escuchamos decirlo — dijo Harry con suavidad — Se que quieres salir de aquí, creo que te puedo entender porque deseo lo mismo, sobretodo ir a ver a mis padres pero es imprudente hacerlo ahora. Aunque...
— ¿Aunque qué? — Lyra se giró hacia él y con otro movimiento cerró la puerta sellando el seguro — No estarás pensando en salir de aquí y...
— De una forma más planificada — intervino él — Lyra, todo lo que hay afuera, sabes que Dumbledore...
— Ya se porqué ambos se llevan tan bien — señaló Lyra molesta — Además, tu Harry, ¿por qué no decirme? Solo queremos protegerte y se que también me buscan pero trato de ser prudente solo para que tú lo seas y...¡Joder! ¿Hermione y Ron lo saben?
Harry desvió su mirada y Lyra lo supo. Cassiopeia sintió que en ese preciso momento había desatado una guerra y se sintió minúscula. Había observado a sus padres discutiendo muy pocas veces, y esa parecía ser una ocasión que se unía a su cuenta.
— ¡Claro! ¡Vaya confianza! — gruñó ella paseándose de un lado a otro — ¿Saben a dónde ir al menos? ¿Dónde comenzar? Si van a hacer un maldito plan al menos...
— Quiero hablar con mi padre. Se que sabe algo que no me quieren decir, ni siquiera Sirius — suspiró el castaño — Creo que es algo que todos saben que no quieren decirme y temo que...que sea peor de lo que me imagino.
Lyra exhaló y miró a Cassiopeia por un instante. La pelirroja la entendió, estaba preocupada y necesitaba resolverlo.
— Cass, no hemos terminado. Esto de hechizar a todos...ha sido...bueno, no puedes hacerlo de nuevo, ¿queda claro? No te lo digo como tú futura madre, te lo digo como un miembro superior de la Hermandad a la que perteneces, además — señaló con un dedo acusatorio — no hechizas a nadie en tu propia casa y esto si te lo digo por llevar mi apellido.
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Los Merodeadores - El último Camino
FanficEl que no debe ser nombrado no es la única amenaza del mundo mágico. Alguien tan despiadado como él desata el caos en un continente diferente, esparciendo el mal. Muy pronto ambos destinos están por encontrarse, pero Harry Potter y Lyra Black serán...