- Lyra, ¿podemos hablar?
La pelinegra se giró y se sorprendió al ver a Albus allí. Era realmente tan parecido a Harry que un pequeño suspiro salió de sus labios cuando él solamente cerró la puerta tras él sin esperar respuesta.
- Veo que no era una pregunta - Lyra se cruzó de brazos y le miró de arriba a abajo - No usas lentes.
- ¿Eso es un problema? - Albus le miró con un deje de preocupación pero ella cabeceó con una sonrisa.
- Es una bendición en realidad. Pero pensé que todos los Potter llevarían lentes en toda su descendencia. Lo que si veo es que no has escapado de ese terrible cabello despeinado - bromeó mientras se acercaba - ¿Que deseas hablar?
- Esta vez soy el mensajero. Sirius me ha enviado.
- Ah. ¿Mi futuro hijo tiene miedo de mi? - alzó una ceja. Albus se dió el lujo de sonreír. Aquello le causaba gracia, sobretodo porque Lyra era una joven perspicaz y ese rasgo lo conservaría aún en su madurez - Puedes decirle que no como personas y que aún no se me da eso de torturar. Un rasgo que definitivamente heredaron las mujeres de sangre Black y que probablemente conmigo se saltó una generación.
- No creo que tenga miedo, Lyra.
Ella le observó más de cerca y le hizo una seña para que se sentase con ella en el borde de la cama. Albus Potter era un joven apuesto con un gran parecido a su padre, sin embargo había algo en él que parecía diferente.
- ¿Entonces? Si no es miedo, ¿que le detiene de hablar conmigo? - inquirió con una expresión altiva.
- Para Sirius ha sido muy complicado superar que...que bueno. Su madre ha muerto - Albus suspiró y ella entendió todo - Supongo que verte es...
- Entiendo. No debes explicarme más. También es complicado para mí - admitió ella - Imagino como ha de sentirse. Mi padre murió hace poco tiempo y ver a Sirius...se parece mucho a mi padre. Hablaré con él en lo que termines de darme el mensaje. De cualquier forma puede verme como una amiga, ¿no? Al igual que tú y al igual que hace Cassiopeia. Sinceramente no sé mucho de como ser madre y solo tengo diecisiete años. Apenas y tengo práctica con el pequeño Leo.
Albus se moría de ganas de abrazarla. Envidiaba a Cassiopeia y a Sirius que tenían una excusa pero él, no tenía ninguna que usar a su favor.
- Serás una buena madre, puedo asegurartelo. En el futuro paso mucho tiempo en tu casa y puedo saberlo de primera mano - aquello era una mentira parcialmente, pero hizo que Lyra le sonriera y mantuviera su mirada fija - Eres auror, la mejor junto a mi padre de hecho. También decidí ser auror y eres mi entrenadora en la Academia.
- ¿Auror? - Albus asintió y ella soltó una pequeña carcajada. Entendía porque su padre se había enamorado completamente de ella y no pudo evitar sentir un deje de tristeza al pensarlo. Lyra tenía aquella hermosa sonrisa que hacía iluminar por un momento toda su expresión y apreció que solo por un instante pudiera dedicarselo a él - No me sorprende. Eres hijo de Harry y además un Potter. James también es auror. Aunque eso ya lo sabías.
- Si, ya lo sabía.
Supo por la mirada de Lyra que su tono de voz había cambiado y se golpeó mentalmente por aquello.
- ¿No te llevas bien con James? Es tu abuelo.
- No me gustaría hablar de eso, menos contigo.
- ¿Menos conmigo? ¿Debería sentirme ofendida? Vamos, puedes decirme. No es como que James y yo nos llevemos bien ahora. Pero quizás puedas arreglar las cosas con él cuando vuelvas a casa.
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Los Merodeadores - El último Camino
FanficEl que no debe ser nombrado no es la única amenaza del mundo mágico. Alguien tan despiadado como él desata el caos en un continente diferente, esparciendo el mal. Muy pronto ambos destinos están por encontrarse, pero Harry Potter y Lyra Black serán...