Terror a media noche

Tralidad

El trabajo, el arduo trabajo, nos da la vida, hace que nos olvidemos del sentido trágico de nuestro destino final, y nos permite pensar en otras cosas que no sean éste, aunque suene un poco paradójico. Sin embargo también es el responsable de quitarnos la libertad y tiempo que necesitamos para "nuestros asuntos", ya sean hacer la siesta, un viaje o el amor.

El trabajo hace que crezcamos como personas, nos da experiencia en la vida y hace que nos sintamos bien, siempre y cuando sea un trabajo que se adhiere a nuestros gustos y tenga un salario racional.

¿Por qué es tan importante para nosotros? Varias de las respuestas son bastante lógicas: queremos ser independientes y hacer lo que nos plazca, ganar dinero, a veces poder, en resumen, resolvernos la vida.

Por otro lado, ¿cuál es la finalidad última del trabajo? Ganar tiempo. Pero, ¿para qué? Para disfrutar de la vida. Pero sin trabajo volvemos al punto inicial, en el cual, si no hay trabajo nuestra existencia se ve colapsada por la presencia constante de la muerte. También pensaréis "Pero... el trabajo no es la única manera de alejar nuestros pensamientos, también hay diversiones varias". Y es verdad, pero no son tan efectivas, ya que al final se nos hacen repetitivas y acabamos en un estado peor: nos aburrimos de la vida.

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Trabajamos para ganar un tiempo que utilizamos trabajando? o ¿No trabajamos y disfrutamos de otros placeres hasta que aborrezcamos cada centímetro de este mundo?

Realmente todo lo que he planteado es una falacia, ya que también depende de dos factores importantísimos a la hora de realizar el planteamiento. El primero de ellos es el tipo de trabajo. El trabajo puede generarnos grandes cantidades de ingresos y tener gran disponibilidad de tiempo. Por otro lado también depende del sujeto. La persona puede disfrutar de no hacer nada eternamente, conformándose con ser un ser banal y no tener ninguna trascendencia social ni histórica.

Así pues, ¿qué se puede sacar en conclusión? La idea de la muerte es aterradora, hace que perdamos el sueño al recordarla, por eso tratamos de entretenernos. Aunque, el consejo que puedo dar es el siguiente: no sabemos si la vida es una verdad inmutable ni que leyes han regido o regirán el universo en un futuro, ni siquiera sabemos el por qué de nuestras acciones ni las cosas que nos depara la vida. Tómate cada día como una aventura, ya que la vida es muy corta para tantas incógnitas. Disfrútala con todas aquellas cosas que te hagan feliz, por pequeñas y tontas que sean. La vida se traduce en felicidad, ese es su sentido. Sin felicidad no hay vida.

D.F.