Terror a media noche

Oda a la esquizofrenia

¿Y qué si se me ha borrado mi anterior relato y ahora escriba éste amenazando a la familia de mi móvil por haberme hecho putada de tal calibre? Oh, he dicho un taco. Perdónenme, amenazar a una familia me pone un poco nervioso. Tomen asiento. ¿Por dónde debería empezar? Tal vez por el principio. Frases que vienen a mi cabeza porque ya han sido escritas. ¿Dejavu o buena memoria? Me da igual, y si he escrito mal dejavu también me da igual. Sí, soy un rebelde, no lo negaré. Pepe, ¿ya has traído la pizza? Que no tenían de pepperoni y que a ti te daba pena matar a tu familia para ponerla en una pizza. ¡Pues qué haremos! Montemos una orgía de conocimiento. Invitemos a Da Vincci, Jesús, la madre de Nemo, ah, que no tiene. No sabía que los peces payasos cambiasen de sexo. Sí, a Falete también le serviría. Antes de todo, ¿alguien quiere decirme por qué Batman siempre dice Na? Es un adicto al sodio dicen las malas lenguas. Que tomen paracetamol todas ellas. ¿De 500? Sí, cambio, por favor. Venga hija, compremos lo que querías. Ah, una morosierra. ¿La querrás con turbante y oxidada? No me mires así, lo tuve que hacer. ¡Calla! No sabes nada... Lector, ¿quieres café? A mí no me gusta. Eso del gusto es subjetivo. ¿Qué pensaría Platón? Solo nos quedan platos llanos. No servirán para la sopa. Que traigan pizza. Pero Pepe dijo que no había. Haber empezado por el principio. Esto no sería una fieshta, si tú, sí, te hablo a ti. Mírame a las letras cuando te hablo. No estoy loco, te lo juro. Simplemente... No sé, igual es amor. La gente dice que se cura, a mi me han dado una semana, soy terminal. Pero soy feliz, ¿sabes? ¿Andas perdido? Dime cómo lo haces ¿andas cruzando las piernas? En fin, si te has cansado de leer: felicidades, sinceramente, desde lo más hondo de mi alma, de mi ser, de una caracola, un petit suis (o cómo diablos se escriba), yo te deseo querido lector, en catalán, bona nit. ¿A que queda bonito? Pues no hay buenos insultos en catalán, eso te lo puedo asegurar. En fin, ésto no es producto de las drogas... Igual es producto de dos términos elevados al cuadrado. No soy matemático. Y ¿por qué no empezar por el principio? ¿Cómo llamar a este relato? ¡Oda a la incoherencia! No, no, no... ¡Oda a la esquizofrenia! Ahora sí.