Es en días como hoy es cuando me pregunto si vale la pena seguir adelante, vivir. Porque es tal la soledad que me embarga que cualquier hálito de existencia me rehuye, y en mi cabeza sólo rondan más que finales trágicos.
¿Notarán mi pérdida? ¿Llorarán por mí?
Y mi mente pide canciones tristes, sin importar el género. La energía que me impulsa se desvanece como una gota en un lago.
Y la gente puede pensar que estoy bien, pues mi cara es una máscara perfecta, mi risa puede sonar como el gorjeo matutino de un pájaro, pero por dentro, en lo más hondo de mi ser, me pregunto: ¿por qué? ¿Qué razón tengo de existir más intentar no sufrir? No hay una meta, sólo un legado a otra generación que se hará las mismas preguntas y morirá entre lágrimas.
Pero soy racional, y mi genética me lo impide: estoy programado para seguir. Sólo los más débiles, aquellos a los que el cerebro no han podido impedírselo, caen en una espiral sin fin.
Y me levanto, sudando, con lágrimas en los ojos, por todas aquellas personas que, al igual que yo, le dan la bienvenida al nuevo día, sabiendo que están muertos por dentro.
Y las intento secar, y lo consigo, salvo por una: la lágrima al caído.
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Terror a media noche
TerrorCómo describir la mezcla entre terror, delirio, gore, amor, dulzura... Ah, no nos olvidemos de la locura. "Terror a media noche" es un libro compuesto por historias breves, todas independientes entre sí, fáciles y rápidas (o no tan rápidas) de leer...