Capítulo 8

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Advertencia.

Mats

Agosto 12, 2022

La observó dormir, mi frágil y dulce pequeña, mía desde hoy, cabello color chocolate y ojos azules profundo, como unas gemas de zafiro, una diosa por donde la mires, su cara demuestra inocencia y lo es. No sólo lo aparenta si no que no sabe nada de la pasión carnal que vuelve vulnerable al ser humano.

Se quedo dormida muy rápido, su primer orgasmo fue fuerte, pero no sabe lo que le espera. La voz de la amiga suena en los pasillos buscando a mi pequeña. <<No quiero dejarla ir>>, pero tengo asuntos que resolver. La cubro con la sabana, y me levanto sin hacer ruido. Me visto y salgo dejando cerrada la habitación.

Fuera de ella está una rubia preocupada y se planta frente a mí, con los ojos ardidos.

—¡tu! Que le hiciste a mi amiga — la ignoro avanzando al despacho. Pero es insistente y me sigue — no te hagas el idiota. Ella estaba ahí contigo… ¿que le hiciste a Phebe?

Me doy la vuelta y la encaró, retrocede al ver que no estoy de buen humor, no tengo que darle explicaciones a esta mujer. Pero es un gran inconveniente en mis planes…

—ella está bien, ahora te largas de mi yate — la increpó.

—¡ja! Estas loco si piensas que la dejare…

—entonces quédate pero no fastidies — me doy la vuelta y me sirvo un trago de whisky escoses.

—no, ¿quién carajos eres? Ella no está sola, además el FBI la cuida — se tapa la boca, al ver que esta soltando la lengua — no; quiero decir… ella es importante y si quieres asesinarla te saldrá muy caro…

—¡ah si! — inquiero alzando una ceja y bebiendo el contenido. La chica es guapa pero no más que Phebe. Ella me detalla, y me come con los ojos.

—¡si! — responde alzando el mentón — además se va a casar y tu la quieres secuestrar…

Me rio a carcajadas, ¿casarse? Esta demente si cree que eso sucederá después de que la acabo de probar, la bese antes y solo desató mi hambre por ella, acabo de probar su coño y me volvió adicto. No la dejare ir Jamás…

—ella se queda aquí, por que es mía ahora… ve y díselo al imbécil de su novio — le señaló la puerta.

—¿Qué mierda te pasa? Ella no es una cosa, es una persona… y si le hiciste daño su novio te matara — dice temerosa y angustiada — señor por favor, ella no quiere estar encerrada y menos con usted.

Esta tipa es enserio molesta, me da jaqueca su voz chillona y no la quiero oír por lo que vuelvo a la habitación con ella detrás, y antes de poder cerrarle la puerta en la cara grita despertando a mi pequeña.

—¡Phebe! Cielo ¿estas bien? — la empujó a fuera enojado y cierro con seguro, ella golpea la puerta.

—¿Maya? — pregunta medio dormida, me acuesto con ella nuevamente y la atraigo a mi pecho.

—shhh, vuelve a dormir — le digo con voz suave.

Pero es inútil, la mujer la despertó con sus golpes mientras la loca grita estupideces…

—¡oh por dios! Esto está mal — dice incorporándose, pero la jalo y cae arriba de mi torso. Siento sus suaves y medianos pechos, que disparan mi dureza. Siento fluir la sangre aumentando el tamaño de mi miembro — lo siento… pero me tengo que ir.

—te quedas aquí — le ordenó, pero niega asustada… sus ojos suplican que la deje ir y no me gusta la forma en la que me ve, sus ojos culpables me quiebran.

Pureza & Maldad (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora