Capítulo 36

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Dalton...

Maxhell.

Febrero 7, 2023.

Siento que me remueven y saltan en mi cama, estoy agotado de tanto trabajo y quiero seguir durmiendo <<llevo días sin poder dormir>>. Abro los ojos algo confundido…

—Papi, papi despierta, tengo que llamar a mi Phebe… — empieza a chillar Accalia y me incorporo de inmediato, tomándola y quitando sus zapatos para que duerma un minuto más — No papi… quiero llamarla. ¡Papi!

—Shhh, tengo sueño — le murmuró en su oreja y se queda quieta en mi brazos, se voltea quedando frente a mi y comienza a meter sus dedos hurgando mi nariz logrando que la suelte — Ya, ya… vete.

—¡NO! Quiero que tu la saludes también… — demanda — nos están esperando abajo.

Sale de la cama y me toca levantarme a las mala, no quiero oírla por que mi razonamiento se puede ir al carajo… y es que su voz junto a su aroma es lo que más atrajo como una abeja a la miel…

—Ve, en 10 estoy haya — digo resignando porque mi hija es de temer.

Me ducho y me visto normalmente, con mi traje bien planchado, los accesorios y mi zapatos que brillan relucientes…

Me observó en el espejo y las ojeras están presentes, tengo barba y los músculos los tengo tensos por no liberar tensión <<No he follado>> debe ser eso.

Bajo hasta el despacho donde todos se encuentran ya en el y Mats me mira de arriba a bajo. El arrepentimiento se le nota a leguas…

Me siento en mi escritorio y Accalia se me viene encima sentándose en mis piernas, su felicidad es tremenda, su sonrisa es la más hermosa y pese a tener los ojos de la zorra que tuvo como madre, no se parece en nada a ella. Es toda una Lyall… pero se ha vuelto más amable a causa de…

Suprimo su nombre en mis pensamientos.

—Recuerda ser breve. — le dice y ella asiente, algo se trae mi madre y no quiere contarme.

Le entrega el móvil ya marcando y tarda unos segundos… cuando la línea se abre.

—Feliz cumpleaños mi Phebe — chilla mi hija con la felicidad en su voz y no hace más que ponerla en altavoz — Iré a verte hoy.

—Oh mi vida estaría encantada y complacida — habla tensándome por completo y Accalia se ríe feliz, enseñándome el teléfono.

—¿Cuántos años cumples? — cuestiona y todos estamos en completo silencio y pendiente a la conversación.

Mmm uno más que el que tenía, ahora son 23 años cariño — es amable y cada que habla manda una punzada doble a mi corazón.

—Mmm ¿a que edad serás mi mamá? — suelta la pregunta que me hace querer arrebatarle el teléfono.

—Accalia no empieces a presionarla — le dice Mircea corrigiéndola.

—Ok — le dice a mi madre haciendo un puchero — Tengo mucho dinero y te voy a regalar el mundo entero, ayer trabaje y gane mucho, mucho — exagera los movimientos y no se queda queta hasta subirse al escritorio y quedar frente a mi.

—Enana mentirosa — le susurra Micah. Esta suelta a reír.

Sus ojos celestes brillan y la sonrisa que esboza a cada nada me genera un felicidad. Pero ella no está feliz a causa mía, es por ella.

—¿El mundo entero? No crees que es mucho cariño… — se escucha como se remueve y su respiración que sólo nos tensa.

Micah es quien mas cerca se ganó, Mats finge no oírla, Melker esta en su móvil haciendo los mismo de siempre. Malakai está comiendo frituras y Máximo está tan nervioso que no deja de jugar con el metal que tiene en la boca.

Pureza & Maldad (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora