Dalton...
Maxhell.
Febrero 7, 2023.
Siento que me remueven y saltan en mi cama, estoy agotado de tanto trabajo y quiero seguir durmiendo <<llevo días sin poder dormir>>. Abro los ojos algo confundido…
—Papi, papi despierta, tengo que llamar a mi Phebe… — empieza a chillar Accalia y me incorporo de inmediato, tomándola y quitando sus zapatos para que duerma un minuto más — No papi… quiero llamarla. ¡Papi!
—Shhh, tengo sueño — le murmuró en su oreja y se queda quieta en mi brazos, se voltea quedando frente a mi y comienza a meter sus dedos hurgando mi nariz logrando que la suelte — Ya, ya… vete.
—¡NO! Quiero que tu la saludes también… — demanda — nos están esperando abajo.
Sale de la cama y me toca levantarme a las mala, no quiero oírla por que mi razonamiento se puede ir al carajo… y es que su voz junto a su aroma es lo que más atrajo como una abeja a la miel…
—Ve, en 10 estoy haya — digo resignando porque mi hija es de temer.
Me ducho y me visto normalmente, con mi traje bien planchado, los accesorios y mi zapatos que brillan relucientes…
Me observó en el espejo y las ojeras están presentes, tengo barba y los músculos los tengo tensos por no liberar tensión <<No he follado>> debe ser eso.
Bajo hasta el despacho donde todos se encuentran ya en el y Mats me mira de arriba a bajo. El arrepentimiento se le nota a leguas…
Me siento en mi escritorio y Accalia se me viene encima sentándose en mis piernas, su felicidad es tremenda, su sonrisa es la más hermosa y pese a tener los ojos de la zorra que tuvo como madre, no se parece en nada a ella. Es toda una Lyall… pero se ha vuelto más amable a causa de…
Suprimo su nombre en mis pensamientos.
—Recuerda ser breve. — le dice y ella asiente, algo se trae mi madre y no quiere contarme.
Le entrega el móvil ya marcando y tarda unos segundos… cuando la línea se abre.
—Feliz cumpleaños mi Phebe — chilla mi hija con la felicidad en su voz y no hace más que ponerla en altavoz — Iré a verte hoy.
—Oh mi vida estaría encantada y complacida — habla tensándome por completo y Accalia se ríe feliz, enseñándome el teléfono.
—¿Cuántos años cumples? — cuestiona y todos estamos en completo silencio y pendiente a la conversación.
—Mmm uno más que el que tenía, ahora son 23 años cariño — es amable y cada que habla manda una punzada doble a mi corazón.
—Mmm ¿a que edad serás mi mamá? — suelta la pregunta que me hace querer arrebatarle el teléfono.
—Accalia no empieces a presionarla — le dice Mircea corrigiéndola.
—Ok — le dice a mi madre haciendo un puchero — Tengo mucho dinero y te voy a regalar el mundo entero, ayer trabaje y gane mucho, mucho — exagera los movimientos y no se queda queta hasta subirse al escritorio y quedar frente a mi.
—Enana mentirosa — le susurra Micah. Esta suelta a reír.
Sus ojos celestes brillan y la sonrisa que esboza a cada nada me genera un felicidad. Pero ella no está feliz a causa mía, es por ella.
—¿El mundo entero? No crees que es mucho cariño… — se escucha como se remueve y su respiración que sólo nos tensa.
Micah es quien mas cerca se ganó, Mats finge no oírla, Melker esta en su móvil haciendo los mismo de siempre. Malakai está comiendo frituras y Máximo está tan nervioso que no deja de jugar con el metal que tiene en la boca.
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Pureza & Maldad (+18)
RomanceCuando planeas tu vida se supone que debes vivirla no. Pero yo no quería esa vida que tanto había planeado, yo quería más... Todo mi mundo hizo un giro 360 cuando fui secuestrasa con el fin de ser un anzuelo, que le daría libertad a uno de los seis...