Capítulo 28

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Mía.

Malakai.

Noviembre 1, 2022


Jodido evento de mierda, no se supone que sería así. Malditos idiotas que no me importan en estos momentos.

Mircea se acerca a la reunión, llamando la atención, esta sola y abro los ojos intentando buscar lo que me pertenece y no esta con ella.

—Mircea Lyall — Habla Antón, el maldito alemán de manos largas — Te robaste a mí futura esposa ¿Dónde está?

Mi madre suelta reír y se sienta en el sofá cruzando las piernas delicadamente.

—No está disponible en estos momentos — Nos lanza una mirada — puede que en un tiempo, si es que la vuelves a encontrar…

—No me la perdería por nada, se ve que es descomunal la hermosa Phebe — comenta el maldito infeliz a quien quiero romperle la cara, pero no puedo por los malditos tratados con los Alemanes.

Antón se encoje de hombros y me molesta la sonrisa y la mirada socarrona, Mats se fue a buscar a Phebe y no ah llegado. La rubia que tengo en mis piernas no deja de refregarse en mi erección… misma que cargo desde el avión y no eh podido bajar.

—¿Cuánto tengo que esperar? — me susurra la rubia. Le doy una palmada en el trasero y me levanto con ella quien sonríe…

—No te vallas Malakai, necesito hablar con tus hermanos y contigo un momento — su voz me detiene un segundo. Y sigo avanzando hasta el balcón con la rubia.

—De rodillas — le ordenó y obedece de inmediato, desenfundo mi polla y comienzo a jalármela desesperado.

—¿Pero que?

—Shhh callada — la corto y después de evocar todos lo malditos recuerdos con la mujer que atormenta mis pensamientos me descargo en la boca de la rubia quien se traga todo lo que le doy. — Ahora lárgate.

Se va echa furia y me quedo intentando respirar correctamente, todavía recuerdo ese día y noche donde solo fue mía, donde la folle de todas las maneras posibles. <<Mi cumpleaños>> una puta estupidez que no desaproveche pidiéndola para mi. Es una maldita que no sale de mi cabeza.

Mi madre aparece con mis demás hermanos algo molesta.

—No debieron traerla — empieza — Me agrada y a mi nieta también, pero es peligroso para ella… fue el centro de atención sin siquiera quitarse el puto antifaz.

—¿Ve al grano? —  gruñe Mats.

—La van a lastimar y ella es muy frágil para ustedes, esta enamorada de ustedes ¿Qué acaso no lo ven? — masculla molesta.

—Se los dije — tose Melker.

Eso era una de las cosas que temíamos, que ella cayera tan fácilmente. Somos unos patanes y mal nacidos, en Nueva York sólo le mostramos nuestra verdadera cara y terminó haciendo un berrinche… berrinche que aceptamos y no mandamos a la mierda.

—Solo déjenla y ya. — ordena y noto que le importa más de lo que quiere admitir <<No somos los únicos al parecer>> — No le hagan daño ella es…

—Es parecida a ti — Suelta Melker — Cuándo eras una niña…

Mi madre endurece la mirada, poniendo así la máscara que solemos cargar y que se le ah caído al hablar de ella cuando lo que menos debería es importarle.

—No intentes analizarme… — le lanza una mirada y gruñe molesta — Ahora, tomen una maldita decisión y dejen a esa chica continuar con su común y aburrida vida.

—¿Y tú la dejaras? — cuestiona Máximo.

—La buscaré lo menos posible, hasta que Accalia no la quiera en su vida…

Dice antes de entrar al salón y dejar un estúpido silencio entre nosotros mirándonos los caras con una sola pregunta y una sola respuesta.

—No la pienso dejar ir aún — se mofa Micah y esa esa la única respuesta por el momento.

Entramos a la maldita fiesta donde los criminales más buscados están presentes, y hablo de los políticos y empresarios.


***



Las empleadas limpian todo el salón, camino en busca de lo que tanto quiero desde hace horas… no soy el único por que mis hermanos me siguen de cerca.

Entró en la habitación de mi sobrina y allí está durmiendo, me acerco a ella alzándola en brazos y llevándola al cuarto.

Se remueve incomoda y se aferra a mi cuello, aún tiene ese maldito vestido puesto.

Le llevó hasta mi habitación y se adentran también mis hermanos que se encuentran tan desesperados como yo. Maldito Alemán infeliz que osó posar los ojos en ella…

Tampoco podemos presentarla o será una debilidad nuestra y la querrán matar. Micah cómo siempre se comporta como un idiota y la empieza a mover.

—¿Qué haces imbécil?

—Despertarla, no ves — dice sarcástico — La castigare por hacerme enfadar.

—Déjenla dormir cabrones — llega Mats pero el menor no le importa y la despierta de igual manera.

Se incorpora asustada y refregando sus ojos, nos da una mirada y detalla mi habitación.

—¿Qué horas es? — pregunta somnolienta y se deja caer en la cama poniendo ambas manos en su mejilla y Micah la vuelve a levantar — ¿Qué?

—Quiero follar, ven aquí — la intenta a pegar a él, pero ella niega y se voltea dándole la espalda, cosa que él maldito aprovecha deslizando las finas tiras del vestidos — O podría follarte con este vestido puesto ¿Qué dices?

Le llena de besos las espalda y ella se remueve incomoda levantándose.

—No creo que te quede y quiero dormir — intenta buscar la salida y Max se pone en frente. — Dormiré con Accalia.

—No, dormirás aquí con nosotros — ella abre los ojos.

—No lo creo — se cruza de brazos y ya se a que va todo esto — Vayan a dormir con las otras mujeres que colgaban de sus brazos y a mi déjenme en paz.

No puede ocultar lo celosa que está y hasta enojada se ve hermosa... <<pero que mierda digo>> maldita cursilería que carga siempre.

—Bien, puedes retirarte — le abre la puerta, abre los ojos como plato y la veo tragar saliva antes de querer cruzar el umbral — Cuando esté saciado te llevaré a Chicago.

Max es un bastardo cuando quiere y eso me hace sonreír por que no puede moverse y si decide salir, mandaremos todo al carajo.

—Bien, pero antes deberías presentarme al tal alemán — suelta logrando que Max golpee la puerta y todos nos acercamos a ella furiosos — De seguro no se pierde la oportunidad de conocerme en profundidad…

Mats la toma desde atrás volteándola furioso, pero la suelta de inmediato cuando me le voy encima, Max la jala de brazo obligándola a que la mire, pero Mats se entromete molesto encarándola.

—¿Ustedes si pueden y yo no? — masculla  molesta.

—Tu eres nuestra y de  nadie más — la toma del mentón — Ahora y hasta cuando se me de la gana, Mía , soy tu dueño… yo me folle ese coño virgen y me pertenece. No me tientes que mataré al primer cabrón que se te acerque.

—Que buen discurso pero no te creo nada — dice con los ojos llorosos — Ahora si me dejan dormir o de una me llevan a mi hogar y acabamos con el teatro…

La detalló de arriba a bajo y mis hermanos hacen lo mismo, ella no es un rival para nosotros ni nuestro ego… es pequeña y tierna. Y no causa más que ternura y una ganas de follarla con esas malditas curvas que envuelven hasta a un ciego…

Pureza & Maldad (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora