Capítulo 33

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Secretos.

Phebe.

Enero 3, 2023.

Un mensaje en mi móvil llego a la 5 de la mañana, ordenándome asistir a un restaurante lo bastante alejado de mi vecindario, ¿por qué vine? . Simple tengo la esperanza de que sean ellos quienes quieren verme.

Se que es tonto y que ellos no me pedirían verme de esta forma, pero también quiero ver a la niña más linda, y pedirle no alejarme de ella… en sí ya es difícil todo esto. Aunque se que es imposible por el simple echo de que ellos toman sin preguntar. Detengo el Audi en la entrada y el vale parking me recibe las llaves, camino al recibidor y una chica atiende el mesón indico mi nombre y que alguien me espera…

Mis manos tiemblan, estoy nerviosa y no se que vaya a encontrarme en verdad, me guían hasta un ascensor y subimos a la tercera planta, cuando salgo del ascensor de inmediato veo unos ojos celestes y ese hermoso cabello color azabache…

—¡Phebe! —chilla en voz alta y me agachó a su altura abriendo mis brazos, los suyos rodean mi cuello y la alzó apretándola contra mi.

—¡Cariño te extrañe demasiado! — digo intentando contener las lágrimas, no es mi hija pero así lo siento.

Todo fue tan rápido y no alcance a decirle adiós. Estrujo su pequeño cuerpo al mío y me impregnó de su aroma. La dejó en el suelo cuando siento lo pesada que está, detallo su ropa. Lleva vaqueros negros y botines junto a un hermoso abrigo rojo y su boina.

—Estas preciosa — le digo y tomo su manito llegando donde Mircea quien me observa de lejos. Me siento y ella se sube a mi regazo.

No se que tiene esta niña que la adoro como ella a mi. Aunque no lo hable, sus acciones lo hacen. Siempre me olfatea y me hace caricias. Tiene una sonrisa radiante al igual que su abuela al verla tan feliz.

—Hola señora — le digo y ella rueda los ojos — Mircea — me corrijo.

—Hola Phebe, estas muy hermosa hoy — comenta y Accalia me detalla también.

Me sonrojo, solo me maquille un poco para no parecer Frankenstein. Llevo vaqueros y abrigo, con este frío no se puede menos.

En cambio ella se ve tan jovial y elegante como siempre.

—¡Estoy de cumpleaños! — suelta Accalia y mis ojos se encharcan de la nada.

—¡Oh por dios! Feliz cumpleaños preciosa — le beso la frente y la abrazo nuevamente. — Me alegra que quieras compartir conmigo hoy.

—Es caprichosa, ya sabes — aclara Mircea riendo. — Además mi lobita te ha extraído mucho. No sabes lo molesta que llega hacer.

—Pero si ella es una ternurita — comienzo a hacerle cosquillas y suelta un risita hermosa, de esas que te dejan vibrando el corazón — ¿Cinco años verdad?

Asiente sin dejar de acariciar mi mano, con sus manitos suaves y pequeñas, de repente se pone triste y miro a Mircea quien endurece la mirada.

—¿Sucede algo?

—Quiero estar contigo siempre — dice en un susurro haciendo un lindo puchero — ¡Quiero que tu seas mi mami! Yo no tengo una mamá…

Sus ojos se enrojecen y no hago más que abrazarla intentando controlarme, miro a Mircea quien se dedica a ver el menú.

—Deberíamos ordenar ya… — el mesero que estaba detrás de ella se acerca y ordenamos.

Accalia pide patatas fritas y pollo crispí, yo la acompañó y pido lo mismo. Tarda una eternidad comiendo papa por papá untada en las diferentes salsas. Con gaseosa pasamos todo. Mientras Mircea pidió el plato más fino del lugar junto a un buen vino. Me doy cuenta que estamos rodeadas por seis hombres trajeados y las dos niñeras de siempre. Me acostumbre a esto estando con ella que ni en cuenta los tomaba.

Pureza & Maldad (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora