Pureza & Maldad (+18)

Capítulo 38

Rescate.

Phebe.

Febrero 12, 2023.

Miedo es lo que más tengo en estos momentos. Conduzco por el estrecho camino en medio del bosque siguiendo las indicaciones de Dalton quien no habla. Me grita y más cuando se siente el ruidos de los autos atrás…

—Acelera maldita perra — me grita apuntando su arma en mi cabeza está transformado y cierro los ojos del miedo.

—¡Como quieres que lo haga si es todo lo que da! — miento. No quiero que te subir la velocidad — ¡No puedo acelerar mas Dalton!

Le grito y el presiona aun más mi pierna en el acelerador… mi pulso se dispara y comienzo a sudar frío del miedo, veo pasar los árboles a toda velocidad y los ojos se me nublan con las espesas lágrimas.

—¡Dalton no! — le grito cuando gira el volante adentrándose al espesor del bosque — ¡Vamos a morir maldita sea!

Grito histérica presa del miedo y las lágrimas abundan.

No quiero, no quiero morir todavía… el carro se mueve rebotando entre las piedras y siento las inmensas ganas de vomitar…

—Me importa un carajo, zorra de mierda — Me conecta un puño y me quita el volante, mi nariz sangra y no dejo de gritar por el dolor en mi rostro y más cuando casi arrollamos a un ciervo…

—Eres un bastardo — le grito.

El está tan desesperado por huir que con ambas manos hacer girar el volante, yo me aferro a la silla del auto para no salir eyectada eh intento ponerme el cinturón, todo se me dificulta mas cuando el se mueve de lado a lado evitando las piedras. Cuando al fin alcanzo el cinturón el alza el freno de mano y yo al mismo tiempo piso el pedal girando el volante… respiro profundo.

<<Casi nos estrellamos contra un tronco enorme>>.

Vuelve hacerme acelerar y por la ventana los veo, dos camionetas y el auto de mi padre que nos siguen de cerca. Dalton deja el arma para sujetar con ambas manos el manubrio y cojo el arma rápidamente detonando el primer disparo que le da en el brazo.

<<¿Qué hice?>>.

—Maldita perra — comienza a forcejear conmigo pero no suelto el arma y giro el manubrio mandándolo a la puerta.

—¡Quédate quieto, te mataré Dalton juro que lo haré! — le grito presa del pánico apuntándolo con el arma, tomo el volante asustada y el suelta reír.

—Maldita zorra, si yo muero tu lo harás conmigo… — Inquiere mordaz quejándose de la herida del brazo.

—No lo creo, el único que se va pudrir este día será tu — aseguro detonando un segundo disparo en la pierna.

Suelta un grito de dolor haciendo muecas y respirando mal. La sangre salpica y nada me importa ahora.

<<No puedes flaquear ahora>> <<tienes que vivir>>.

—Eres más valiente de lo que pareces… pero no más que yo — espeta.

De un rápido movimiento toma el volante y suelto el tercer disparo que impacta directo en su pecho, pero eso no evita el desastre que tengo frente a mi ojos.

Lo veo, veo como la camioneta se mete en el pequeño muelle de un enorme lago, un lago que se ve muy profundo y oscuro. Observó a Dalton quien se toma el pecho y alcanza a saltar de la camioneta en movimiento. Pero yo, yo me encuentro atrapada con el cinturón de seguridad y todo se acaba cuando me voy directo al agua fría y comienza a faltarme el aire…