Capítulo Trece

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Sebastián Yatra

Después del episodio de esta mañana, estaba de muy mal humor. Kirill ni siquiera me habla, todo por los putos rumores.

Hugo: Vaya, es que en serio eres rápido... ¿La hermana de Kirill? Eres un dios del sexo.

Hugo dijo riéndose, como siempre haciéndose el gracioso.

Sebastián: Deberías callarte antes de que te haga pedazos.

Hugo: Hey, hey, hey, calma bro. Tampoco para que te pongas así. ¿A dónde te la llevaste? -subió las cejas, no cambiaba más-

Sebastián: Sólo la llevé a su casa.

No sé cuantas mentiras he dicho estos días y todas por la misma persona.

Espero que ella no esté molesta por todo lo que están diciendo. Eso es lo último que faltaría para que mi día sea una mierda completa.

Estaba frustrado, necesitaba un cigarrillo pero estaba en este infierno llamado colegio.

Camine por la gente y vi a Alison. Pollera corta, piernas perfectas. Sexy, justo lo que necesitaba.

Me acerqué a ella y sonrió al instante.

Sebastián: Preciosa...

Dije en su oído, luego le quite el mechón de cabello, y me acerqué a su cuello dándole un beso bastante provocativo. Ella ya estaba loca.

Alison: En tu casa... Hoy...

Dijo mientras yo me perdía en su cuello. Listo. Todo estaba listo.

Sebastián: A la misma hora de siempre.

Le guiñe el ojo y me fui. Alison, ya me había acostado con ella un par de veces. Es buena.

🔴

Aitana Ocaña

¿Cuándo acabaría este día? ¿Y si Sebastián estaba furioso por lo que inventaron? ¿Y si se avergüenza?

Tantas preguntas y tan pocas respuestas.

Sólo tengo una cosa clara: quiero salir de aquí.

Nos tocaba educación física y todas nos fuimos a cambiar. Todas estábamos ahí poniéndonos nuestros uniformes y terminé como en cinco minutos. Me hice una coleta para no sentir el pelo en mi cara mientras corría.

X: Hey, ¿qué tal tu noche con Sebastián?

Dijo una chica que había visto varias veces en el colegio pero no sé como se llama.

Abril: Sí, cuéntanos.

Todas se acercaron a mi. Odiaba tenerlas a todas encima de mi. Odiaba la atención. Y lo que más odiaba era por qué ellas estaban ahí. ¡Mierda, no pasó nada!

Aitana: No pasó nada, ¿sí? Todos son solo rumores.

Dije seca. No quería hablar de nada que tuviera que ver con él con estas boludas.

Marta: No ven que a Aitana le encanta inventar historias de amor con el mejor amigo de su hermano, ¡claro! El que nunca le prestaría atención. Hace unos años inventó que la había besado.

Todas empezaron a reír. Odiaba a Marta, la detestaba. Pero me odiaba mucho más a mi por ser tan débil. Sentía mis mejillas húmedas.

Marta: No inventes cosas por intentar meterte en su cama. Necesitas un buen cuerpo e incluso una cara bonita para que por lo menos, te voltee a mirar. Tampoco seas tan patética, cualquier favor que te haga como traerte al colegio o sacarte de una fiesta, son cosas que obvio, pide tu hermano.

Sei Mia, PiccolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora