Capítulo Treinta

232 12 5
                                    

Aitana Ocaña

Me levanté muy temprano a arreglarme. Tenía que verme presentable para la madre de Sebastián. ¡Dios! Estoy tan nerviosa.

Después de darme una larga y relajante ducha, decidí ponerme un jeans, con una sudadera rosa. Hacía bastante frío hoy.

Bajé a la cocina y de tan sólo ver a mi padre ahí, me tensé.

Tú puedes, Aitana.

Suspiré.

Carlos: Buenos días.

Él me sonrió y yo no pude evitar ponerme más nerviosa.

Aitana: Buenos días. -dije seca-

Saqué una manzana de la heladera y me senté en la mesada a leer una revista.

Carlos: ¿Es lo único que vas a comer? ¿No quieres que te prepare algo?

La verdad es que mi padre era un buen cocinero, pero no quería nada. Por simple orgullo.

Aitana: No gracias, igual.

Me levanté de la mesa y me subí a mi habitación.

¿Cuándo se irán de aquí? ¿Cuánto tiempo piensan quedarse? ¿Es que a caso no entienden que no les quiero aquí?

Aquí. La casa que mi padre compró. O sea, la casa de mi padre. Carajo.

De igual manera, no soporto la idea de tenerlos aquí. Si no fuera por Kirill... Kirill, ¡Kirill! ¿Qué habría pasado ayer?

Entré a su habitación y lo vi profundamente dormido. Moría por saber que pasó ayer.

Me matará, lo sé.

Empecé a saltar en su cama mientras gritaba que se levantara, incluso me tiré sobre él.

Kirill: ¡BASTA! ¡JURO QUE TE VOY A MATAR SI SIGUES ASÍ!

Seguí saltando y él me agarró una pierna haciendo que cayera, soltando un grito.

Kirill: Eres la peor, lo juro. -se sentó en la cama y frotaba sus ojos-

Aitana: Cuéntame, ¿cómo te fue ayer? -él sonrió de oreja a oreja-

Kirill: Lo vamos a intentar.

No pude evitar sonreír también. ¡Kirill en una relación, sí! No más chicas.

Aitana: ¿Y quién es? Digo, hay muchas chicas llamadas Lia aquí.

Kirill: Lia Fano.

Maldita sea, esa chica es la del grupo de Marta. Marta, Alison y Lia, son inseparables.

Suspiré.

Kirill: ¿Pasa algo?

Aitana: Sólo que esa chica no me cae muy bien que digamos.

Kirill: Eso es porque no la conoces. Vas a ver que te caerá muy bien si le das una oportunidad. -dijo sonriendo-

Aitana: Nunca antes te había visto defender a una chica.

Kirill: Siempre hay una primera vez. -sonrió-

Mi hermano está enamorado. O algo así.

Le deje dormir un poco más y me encerré en mi habitación.

Le mandé un mensaje a Sebastián, la verdad es que no quiero que se repita lo de ayer.

📲

Aitana: Voy caminando hasta tu casa y de ahí, nos vamos a la casa de tu madre. No quiero que nos vean otra vez y empiecen a sospechar. De esa si no nos podremos salvar.

Sei Mia, PiccolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora